Marilyn Monroe y el estilo Pop Art

Andy Warhol y Marilyn Monroe fueron dos personajes que marcaron la historia del 'Pop Art'. La clásica foto de Marilyn se ha consolidado en el imaginario del mundo gracias a una serie de cuadros icónicos de Warhol, los cuales son ejemplos magníficos del 'Pop Art'.
Marilyn Monroe y el estilo Pop Art
Renato Alonso Ampuero Rodríguez

Escrito y verificado por arquitecto Renato Alonso Ampuero Rodríguez.

Última actualización: 10 noviembre, 2019

Marilyn Monroe, la mujer más deseada del siglo XX, se convirtió en la musa del artista americano Andy Warhol y del Pop Art. Este artista escogió a Marilyn Monroe cuando ella ya había desaparecido.

La fama de Marilyn Monroe se consolidó y se elevó al estrellato de manera póstuma. Esta alcanzó una popularidad mayor que la que había alcanzado durante su vida.

Andy Warhol, cuyo verdadero nombre era Andrew Warhola, contribuyó a consolidar esta existencia sobrenatural de Marilyn a través de sus pinturas.

Este artista norteamericano de una gran creatividad descubrió el Pop Art hacia 1960. Durante los años 1950 Andy Warhol trabajó como ilustrador comercial para marcas como Tiffany & Co. o Vogue. El Pop Art y Andy Warhol, en la actualidad, son sinónimos entre sí y difíciles de separar.

Warhol se caracterizó por ser un gran entusiasta de las estrellas de Hollywood y de los grandes literatos norteamericanos, de cuyos círculos era asiduo asistente. Uno de sus cometidos en la vida era ”ser famoso durante 15 minutos”, frase que reflejaba la fugacidad que tenía la fama en su época.

El Pop Art

Decoración pop art.
Decoración pop art / batavia.es

El Pop Art surgió como un movimiento que reaccionaba en contra el expresionismo abstracto. Esto se dio a partir de un cambio de principios: las raíces surrealistas del expresionismo abstracto son sustituidas por las dadaístas del Pop Art.

Se buscaba con esto explorar las fronteras del arte por parte de sus precursores, siendo Marcel Duchamp uno de los primeros en exponer objetos cotidianos en galerías o museos.

Otro de los artistas que es considerado como precursor del Pop Art es Yves Klein, quien usaba la monotonía y la indiferenciación en su obra. Gracias a esto, se le relaciona con las ideas y el arte de Warhol.

Pero podemos decir que resultaron importantes para el surgimiento del Pop Art las experimentaciones con las alternativas del collage. Esto sucedió gracias a los artistas cubistas, quienes lo inventaron para explorar los límites entre realidad y representación.

Gracias a estas experimentaciones precedentes, surrealistas y dadaístas pudieron ampliar su potencial. Tanto es así que se llega al arte del assemblage, el cual permitía crear relaciones y obras de arte a partir de objetos preexistentes y distintos entre sí.

En 1961, el MoMA dedica una exposición a “El arte del assemblage”, la cual sería el punto de partida para la consolidación del Pop Art. El nacimiento del Pop Art se puede establecer en el Reino Unido, donde se empieza a expandir gracias a la nueva cultura urbana norteamericana. Se cuestionaba y rebatía la solemnidad romántica del arte británico de los años cuarenta.

El Pop Art americano

Cuadro Pop Art.
Cuadro Pop Art / capitaldelarte.com

Los impulsores del Pop Art reivindicaban que el arte debía ser, ante todo, inteligente. Con una base más popular y que reflejaba los iconos de la cultura de masas, este debería ser más crítico.

Pero, pese a que muchas veces los temas tratados en el Pop Art eran banales, la estética de los artistas de esta corriente era sofisticada. El Pop Art se convirtió en arte de reflexión crítica, ya que los artistas rechazaban los prejuicios, lo cual fue bien recibido por la audiencia.

Los artistas norteamericanos de esta corriente resultaron mucho más pragmáticos, y buscaron inspiración en la publicidad. Su objetivo era dar forma a un arte que fuera diverso como la vida contemporánea tras la Segunda Guerra Mundial.

Buscaban que el arte sea accesible a todas las clases sociales, propiciando la conexión entre arte y vida cotidiana, entre el arte y lo kitsch.

La imperfección es belleza, la locura es genio, y es mejor ser absolutamente ridículo que absolutamente aburrido.

Marilyn Monroe.

Marilyn Monroe y el Pop Art

Cuadros de Marilyn Monroe.

Andy Warhol inició su serie de pinturas de esta estrella de cine en agosto de 1962, poco tiempo después del suicidio de Marilyn. Estas series de pinturas son las más conocidas, consolidando a esta foto de Marilyn entre las imágenes de culto del siglo XX.

Marilyn Monroe se convirtió, para Andy Warhol, en el símbolo perfecto de la mitificación y del estereotipo. No solo esto, Warhol veía en Marilyn Monroe la historia perfecta que cuenta el desgaste dramático de un personaje popular.

En estas series de pinturas de Marilyn observamos que la dimensión humana queda subyacente ante la simpleza de trazos que es propia de la publicidad. Esta misma publicidad es la que obligaba a Marilyn a aparecer siempre seductora y pícara.

En los cuadros de la serie de Marilyn Monroe, los cabellos, los ojos y la boca se resaltaban con unos toques de color que no coinciden con los contornos reales. Este recurso lo usó para que quede marcado y resaltado lo artificial de la imagen.

La historia se ha encargado de generar muchas teorías acerca del simbolismo oculto que se encuentran en la serie de retratos de Marilyn. Otro misterio que aún no tiene una respuesta clara es sobre el mensaje que supuestamente trató de hacer llegar a la sociedad.

El propio Andy Warhol, en diversas oportunidades, afirmó ser muy transparente: “Si quieres saberlo todo sobre Andy Warhol, simplemente mira la superficie de mis pinturas y películas y mírame a mí: allí estoy. No hay nada detrás”, comentaba.

Pero cabe resaltar que Warhol trataba de ocultar cualquier muestra de intención artística en sus cuadros. Es innegable que puso muchos pensamientos en sus pinturas, incluida la serie Marilyn.

Independientemente del mensaje, la imagen de la bella Marilyn Monroe resulta la mejor muestra del excepcional movimiento Pop Art, asegurando su permanencia en el tiempo y, quizás, para siempre.