Jarrones como elemento decorativo

Los jarrones son un elemento decorativo que nunca pasa de moda. Grandes, pequeños, de cristal, barro, mimbre... seguro que hay uno que se adapta perfectamente a tu vivienda.
Jarrones como elemento decorativo

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 03 marzo, 2022

Los jarrones son un elemento decorativo atemporal. Nunca pasan de moda y sus versiones -que son muchas- se van renovando constantemente. Es por ello que te animamos a que te apuntes a la tendencia de los jarrones como elemento decorativo.

Si quieres saber que tipos de jarrones hay en el mercado, los materiales en los que están fabricados o algunas ideas decorativas aquí encontrarás toda la información.

Tipos de jarrones

Desde los más clásicos hasta los más modernos, pasando por los más simples o los más barrocos. Los tipos de jarrones que podemos encontrar son muchos, y por ello no es fácil hablar de todos ellos. Pese a ello, a continuación analizamos cuales son los tipos de jarrones más populares:

  • Jarrones de cerámica: son los jarrones por excelencia, aquellos que pasan de generación en generación y suelen estar pintados con cantidad de detalles. Quedan perfectos en las viviendas con decoración barroca o decimonónica. Si por el contrario, te decantas por los ambientes más informales probablemente este no sea el mejor.
  • Jarrones de cristal: quizá sea el tipo de jarrón que esté más en tendencia. De diferentes formas, tamaños y colores los jarrones de cristal se adaptan a cualquier espacio. Una opción es llenarlo de diferentes tipos de arena, flores, piedras o conchas del mar. Es una manera de jugar con las texturas y colores que puedes tener en cuenta.
  • Jarrones de mimbre: si tenemos niños en casa, los jarrones de mimbre son la mejor opción. No tendremos que preocuparnos de si se caen al suelo o los niños se acercan a ellos. Además este tipo de jarrones no es tan serio como otros, por lo que da un toque desenfadado a tu salón, recibidor o dormitorio.
Jarrón transparente de cristal rosa con flores dentro.

El tamaño no es un problema

La típica excusa de “no tengo espacio en casa” no sirve. Los jarrones pueden ser pequeños o grandes, por lo que seguro que encontramos uno que se adapte a nuestra vivienda y necesidades. Si disponemos de poco espacio, un simple jarrón en una mesa o en el en el recibidor marcará la diferencia. Si es transparente, te recomendamos llenarlo hasta la mitad de su capacidad con diferentes combinaciones de piedras y como toque final incluir alguna flor. De esta forma una superficie vacía y aburrida puede tener un aire renovado.

Si el problema es el contrario, es decir, que tenemos un gran espacio vacío y no sabemos como decorarlo, los jarrones también son una buena opción. Los de tamaño más grande se colocan directamente en el suelo y aportan un toque elegante a la estancia. Si tienes niños en casa, quizá sea mejor que no te decantes por instalar un jarrón de estas dimensiones, ya que son frágiles y todos sabemos que los niños no paran.

¿Y por qué no fabricas tu propio jarrón?

La tendencia DIY -hazlo tu mismo- está cada vez más de moda. Es por ello que te animamos a que dejes volar tu imaginación y crees tu mismo tu propio jarrón como elemento decorativo. Si no se te ocurre ninguna idea, aquí te mostramos varias a través de las cuales seguro que encuentras inspiración.

Para fabricar tu propio jarrón puedes utilizar elementos que no usas. Es una forma de reciclar y darle una segunda vida a: botellas, tarros, cuencos o hasta peceras. Para crear armonía deberás tener en cuenta el tipo de decoración de la estancia y los colores predominantes. De este modo sabrás que colores son los más apropiados para tu jarrón, aunque dejarlo sin pintar también puede ser un acierto.

Además de relajarte realizando manualidades, lograrás tener un jarrón único porque nadie más tendrá uno igual. A lo que hay que sumar la satisfacción de haberlo hecho uno mismo. Si optas por la opción DIY seguro que tu jarrón llama la atención y mucha gente te pregunta por él.