Diferentes texturas para las alfombras
Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez
Al hablar de decoración, no debemos limitarnos únicamente a los colores y a las formas, también es importante la percepción sensorial de algunos recursos. Un caso en particular son las diferentes texturas para las alfombras, ¿qué tipologías tenemos?
Para responder a esta pregunta, hay que tener una visión general de las distintas variantes existentes en el mercado. De todos modos, la elección que hagamos dependerá de nuestros gustos. Muchas veces escogemos por la apariencia y no por el propio contenido del recurso.
En este sentido, es importante que, antes de comprar un producto, lo palpemos y comprobemos que nos agrada. El tacto es uno de los sentidos con los que esclarecer qué es lo que queremos realmente, teniendo en cuenta que las alfombras las vamos a sentir con los pies.
Las alfombras tradicionales
Generalmente, tenemos en los hogares las tradicionales alfombras que poseen una textura confortable, suave y acolchada. No llegan a ser una pisada placentera ni excesivamente mullida, pero tienen cierto carácter aterciopelado que nos permite disfrutar de ellas igualmente.
En el fondo, es una tipología que ofrece resistencia al paso del tiempo. Suele emplearse para estancias como la entrada, el pasillo, el salón, etc.; es decir, lugares donde existe un trasiego continuo y un uso diario.
Por supuesto, se pueden disponer en el dormitorio. Al fin y al cabo, cualquier espacio de la casa puede tenerlas. Un caso ejemplar son las alfombras kilim y las persas, aquellas que destacan más por los estampados que por la propia textura externa.
Un recurso típico que nos recuerda al pasado y que, en la actualidad, se ha convertido en vintage.
Las alfombras más suaves
A la hora de hablar de texturas para las alfombras, solemos escoger, normalmente, las que resultan ser más suaves. Existen diferentes tipologías y algunas son verdaderamente cómodas, hasta tal punto que podemos sentarnos en ellas. Veamos algunos ejemplos:
- Para el pie de cama, solemos recurrir a las más cómodas, aquellas que son agradables al tacto y nos transmiten serenidad y calma. Suelen estar hechas de poliéster o de algodón; además, son fáciles de limpiar.
- Las de tipo shaggy de pelo de invierno proporcionan calidez y nos recubren los pies. En realidad, la sensación que se percibe es las mismas es como si acariciásemos a un animal. Suelen ser monócromas, pero también las hay con varias tonalidades.
- Otro caso son las vinílicas. No poseen una textura como las anteriores pero son prácticas, funcionales y sencillas. Para el salón, la entrada o el dormitorio son muy apropiadas, además se adaptan muy bien a cualquier suelo.
- También, está la posibilidad de escoger las de pelo muy largo; es decir, las que son de tipo shaggy pero con mayor altura, hasta tal punto que resultan llamativas por la forma; eso sí, invitan a que las pisemos y experimentemos toda su suavidad.
- Para las habitaciones infantiles, quedan muy bien las de terciopelo de cordero. En ellas, pueden jugar los más pequeños y resisten a la perfección los achaques del paso del tiempo.
Alfombras de yute: fuerza y dureza
La contraposición a las alfombras que hemos visto anteriormente son las de yute. Este material es mucho más fuerte y consistente; es apropiado para salones, comedores o lugares donde puede haber una actividad mayor.
La textura es un tanto más áspera y rígida sin perder en ningún momento la eficacia. Encajan muy bien en estilos campestres y rústicos, sobre todo en suelos de piedra, ya que proporcionan un toque vintage.
¿Dónde podemos colocarlas? En la entrada de la casa quedan muy bien, no solo por ser un lugar de paso, sino por el efecto visual que recibimos al entrar y ver un componente funcional y resistente.
Alfombras de PVC: practicidad y ligereza
Dentro de las texturas para las alfombras, hay que tener en cuenta que, probablemente, busquemos un formato práctico y ligero. En el mercado, podemos encontrar las que están hechas en PVC, un material muy novedoso.
¿Cómo son en realidad? Se caracterizan por ser livianas y prácticas, además destacan por la variedad de estampados y colores. Son muy apropiadas para pisos modernos.
No obstante, el tipo de textura es mucho más básica. Obviamente, tienen mucho aguante y no se deterioran fácilmente, pero también son suaves al tacto.
- Gilliat, Mary: El libro de la decoración, Folio, 1986.