El encanto de las lámparas turcas en la decoración
La iluminación es uno de los puntos importantes a la hora de destacar la decoración de cualquier espacio, ya sea tu casa, una oficina, un restaurante, etc. Además de ambientar y dar luz, también llenan de belleza y acompañan el estilo que hayas elegido. De ahí la importancia de buscar luminarias estéticas, como las lámparas turcas.
Vamos a contarte un poco de su historia y de cómo puedes usarlas para darle forma a atmósferas que van desde el toque bohemio hasta las más elegantes y sofisticadas.
Un poco de historia de las lámparas turcas
El uso del vidrio a lo largo de la historia ha dado lugar a grandes artesanos cuyo origen se remonta a Turquía, donde, en el siglo XVI, alcanzó gran nivel de desarrollo fabricando jarrones, jarras, vasos, frascos y muchos objetos más. Según parece, las lámparas de aceite con colores fueron las precursoras de las lámparas turcas.
Llegaron a desarrollar técnicas de prensado y fundición con las que pudieron realizar piezas de vidrios de colores vivos y formas variadas. Una vez dominado este proceso, empezaron a utilizar pequeños fragmentos y a pegarlos geométricamente sobre una pieza de cristal.
La historia de amor de Tiffany con las lámparas turcas
Con el tiempo, las pantallas para estas lámparas de vidrio se convirtieron en objeto de deseo, haciendo que su nivel de sofisticación fuera creciendo. Fue a finales del siglo XIX que alcanzaron la perfección y el estadounidense Louis Comfort Tiffany, en uno de sus viajes a Europa, dio con ellas en Estambul. El flechazo fue tal que a su regreso empezó a copiar el diseño en sus talleres.
Tiffany hizo algunos cambios en lo que al proceso y el diseño se refiere, lanzándola al mercado en 1893: resultó ser todo un éxito. Fue entonces que estas lámparas turcas con una historia a sus espaldas, fueron refinadas y mundialmente conocidas como «Lámpara Tiffany».
Cómo distinguir una lámpara turca antigua de una moderna
Este tipo de objetos decorativos han ido simplificando sus procesos de fabricación, lo que los ha vuelto más democráticos. Ya no se utilizan joyas ni piedras preciosas para adornarlas y aún así siguen siendo bellas. Si eres un apasionado y te interesa distinguir una antigüedad de una imitación, toma nota:
- Grietas: con el paso del tiempo y los cambios de temperatura, el vidrio se expande y se contrae, lo que puede ocasionar pequeñas fracturas. Si la lámpara es completamente lisa, probablemente sea nueva.
- Color: pese a que la estética sigue siendo la misma, las técnicas de coloración han cambiado y el vidrio de las nuevas lámparas suele ser más intenso y oscuro.
- Peso: aunque la calidad no ha cambiado, incluso las lámparas turcas originales han eliminado el exceso de materiales, lo que las hacen más ligeras. Si ves una que pesa demasiado, no lo dudes: es antigua.
La decoración más colorida
Poner piezas artesanales en la decoración de cualquier espacio siempre añade ese toque elegante y personal, más aún si se trata de una pieza tan bella y con tanta historia como las lámparas turcas.
Son elementos que se adaptan a la perfección tanto en interiores como en exteriores, siendo los modelos colgantes los favoritos de los chill outs con sus motivos arabescos y su iluminación cálida y suave.
Debido a que son atemporales, puedes ponerlas en un salón clásico o en un dormitorio vintage sin ningún problema. Todo dependerá de los colores que elijas, si es de pie o de techo y con qué elementos decorativos la vas a combinar.
Si disfrutas de los ambientes más conservadores, podrás poner una lámpara turca sobre un mueble de madera oscura; las colgantes son ideales para quienes buscan espacios relajados y bohemios. Mira las preciosidades que tienen en El Rincón de Femih.
Las lámparas turcas tienen ese toque tan especial que llenarán de vida cualquier lugar donde las pongas. Tanto si buscas una en algún mercadillo de tu ciudad como si te decantas por el clásico y refinado estilo de Tiffany, disfrutarás de esta preciosa pieza.
No te limites a la hora de ponerla en cualquier estancia, incluso quedan ideales en los baños. Experimenta y juega con tus dotes como interiorista.