6 prendas en las que no debes usar suavizante
El suavizante no suele faltar en los hogares, pero resulta que hay una serie de prendas en las que no debes usar este producto. Te preguntarás por qué y la respuesta es muy sencilla: puedes estropear la ropa.
En algunos textiles, este líquido que se añade en un ciclo específico del lavado, ayuda a que queden esponjosos y con una textura y aroma muy delicioso. Asimismo, contribuye a mejorar el planchado, al eliminar la estática. Sin embargo, ciertos tejidos se dañan cuando se ponen en contacto con el suavizante.
¿Quieres saber cuáles son? ¡Sabemos que sí, así que sigue leyendo!
Las prendas en las que no debes usar suavizante
Antes de empezar a detallar cuáles son las prendas en las que no deberías usar suavizante, queremos contarte cuál es la razón específica. De una forma sencilla es porque se dañan, lo cual se debe a que el suavizante tiene en su composición unos químicos que crean una película serosa en las fibras de los tejidos que se ponen en contacto.
Como bien lo dijimos, en algunos casos esto es ideal, pero en ciertas prendas, lo que se logra es arruinar las cualidades de las fibras de las que están hechas. Ahora sí, sin más preámbulos, te contamos cuáles son ese tipo de prendas.
1. La ropa del bebé
Al ser ropa de bebé, esta está fabricada con fibras muy delicadas con la piel del recién nacido. Si le agregamos suavizante a su lavado, podríamos estropear sus cualidades, haciendo que sean más ásperas al contacto con la piel, al punto de generar alergias en ella.
Por esta misma razón, se recomienda que el lavado de estas prendas se haga con un jabón hipoalergénico o neutral. Incluso, es ideal lavarla a mano o en el ciclo más suave de la lavadora.
2. Cualquier prenda de lana
La lana es una fibra natural con la que se confeccionan diferentes prendas, desde abrigos y sacos, hasta mantas y cojines. Tiene la cualidad de ofrecer suavidad, calidez y un toque de elegancia que debe conservarse a través del lavado.
Cuando se trata de lavar cualquier prenda o textil de lana hay que evitar siempre el uso de suavizante y de agua caliente. El primer producto daña la suavidad y esponjosidad natural de la lana, mientras que el líquido caliente, encoge las prendas.
3. La ropa de hacer deporte
La ropa de hacer deporte está fabricada en una tela especial para absorber la humedad, en especial los sujetadores, los leggins y las camisetas. Cuando exponemos estos textiles al suavizante, poco a poco, se va creando una película que bloquea esta función en la ropa, haciendo que pierda su funcionalidad.
Notarás que con el paso del tiempo, más pronto de lo que pudieras esperarlo, tu ropa deportiva huele muy mal y se ve vieja. Asimismo, pierde elasticidad y se torna incómoda.
4. Cualquier prenda impermeable
Las prendas impermeables están fabricadas de un material especial que repele el agua. Desde pantalones, abrigos y chaquetas, pierden su función al agregar suavizante al ciclo de lavado. Poco a poco, este textil pierde sus propiedades y dejarán colar el agua.
La forma adecuada de lavar esta ropa es en seco, de preferencia, se recomienda llevar las prendas a una lavandería. Si no es así, lo mejor es hacerlo a mano y con mucho cuidado, recuerda, sin usar suavizante.
5. Textiles delicados
Los textiles delicados como el damasco, la seda, el poliéster, el cachemir y la poliamida son antisuavizante. Esto se debe a que son fabricadas de una manera especial que las hace suaves, elegantes y costosas, propiedades que se pierden cuando se usa este producto.
En este caso, la recomendación vuelve a ser lavar a mano este tipo de textiles, usar agua fría y evadir el suavizante. En cuanto al jabón, es ideal usar uno especial para telas delicadas y que, además, proteja los colores.
6. Los vestidos de baño
Finalizamos este listado de prensas en las que no debes usar suavizante con los vestidos de baño, sean bañadores, bikinis, trikinis o pantalonetas, incluidas las toallas. Todos estos textiles son fabricados de forma especial para repeler la sal y la arena en el mar y el cloro en las piscinas. Al usar suavizante en su lavado, se estropean estas cualidades.
Puntualmente, las toallas pierden la propiedad de secar bien el cuerpo. Lo mismo ocurre a cualquier textil de microfibra.