Psicología de los colores en decoración de interiores
Escrito y verificado por la técnico en Decoración de Interiores 3D Sonia Budner
La mente humana es uno de los mecanismos más maravillosos y complejos de la naturaleza. El modo en que percibimos el mundo y cómo nos afecta a nivel emocional da como resultado también la manera en que actuamos o nos comportamos. La psicología de los colores maneja muchos de estos conceptos.
El color es una forma de comunicación no verbal. Este fenómeno es ampliamente utilizado en diseño de interiores y conocer sobre ello te ayudará a planificar la decoración de tu casa y de cada estancia para que cumpla precisamente ese propósito.
Si estás pensando en darle un nuevo aire a tu casa y estás aún pensando qué colores elegir, este artículo es para ti. Antes de decidirte por una gama de colores, piensa cuál es el último propósito de cada habitación de la casa y cómo quieres sentirte cuando estés en ella. Definitivamente, eso es lo que te dará todas las pistas. Las claves de la psicología de los colores te las traemos nosotros.
El dramatismo de los rojos
El rojo es por el más cálido de los colores. Estimula, vigoriza y, además, abre el apetito. Por eso lo encontrarás en alguna de las paredes de un comedor clásico e incluso en la cocina. Es un color que nos encanta cuando está ubicado en su lugar correcto.
Cuidado con su uso, porque fuera de contexto y en habitaciones dedicadas al descanso y al relax, como los dormitorios, este color no sirve. Las sensaciones que imprime son agitadas e intensas y en exceso aumento los niveles de irritabilidad.
Psicología de los colores: los amarillos del sol
Es el color del optimismo y del buen humor. Es cálido, brillante y aporta mucha energía. Es uno de los colores más visibles y por eso llama mucho la atención en decoración de interiores. El amarillo es un color que inspira creatividad, de las nuevas ideas y nos ayuda a encontrar soluciones.
Pero cuidado, el amarillo en exceso puede causa fatiga visual, y con ello sentimiento de frustración. Un dato curioso es que parece que los bebés lloran más cuando están en habitaciones amarillas. Mejor usarlo con mucha moderación en la decoración de nuestra casa.
Los intelectuales azules y verdes
El azul es el color de la paz por excelencia. Junto con el blanco es el color de la inteligencia y la concentración. Tiene numerosas connotaciones, pero por lo general, en decoración de interiores es el color que utilizamos cuando queremos generar un ambiente de claridad mental, de orden y de calma.
Los verdes tienen efectos similares, pero está más asociado a la naturaleza y el mundo exterior. Cualquier pincelada de verde que otorguemos a nuestros espacios en casa nos comunica con la madre natura. Su efecto es incluso más calmante y equilibrado que el azul.
Los maravillosos neutros
Los marrones, desde el chocolate hasta el marrón más suave, toda la gama de los beige, los cremas y los grises son colores neutros, además del blanco y el negro. Los marrones simbolizan la tierra, el arraigo, los orígenes. El marrón es la mezcla de todos los colores. En decoración se utiliza para dar armonía a una composición y como complementos a los demás colores.
Los tonos beige y los cremas son confiables, discreto, elegante y flexible. El color beige es neutro, tranquilo y relajante. Tiene la ventaja de poder cambiar sus atributos dependiendo del color con el que lo combinemos. De ahí la tendencia en decoración a usarlo ampliamente como fondo y base y dirigir la sensación de la estancia a través de los colores de acento combinados con el beige.
Psicología de los colores: pon tus sentimientos a pintar
Conocer a fondo las implicaciones psicológicas de cada color te ayudará a planificar el diseño de tu casa de una manera más reflexiva, menos impulsiva o basada tan solo en gustos personales. Estos últimos son importantes, pero a la vez limitan extraordinariamente las posibilidades cromáticas de tu casa.
Aprender sobre el poder que los colores ejercen sobre nuestros estados emocionales puede resultar una herramienta muy eficaz para moldear tus estados de ánimo y los de quien te rodea. Ahora, decide en qué color quieres pensar en cada una de tus habitaciones. Un consejo, en alguna de ellas apuesta por pensar en verde. Ese pensamiento es siempre un acierto.