Ideas para limpiar y almacenar los táperes
Cada vez es más común ver en las casas, recipientes en todos los formatos y tamaños para conservar los alimentos. Sin embargo, limpiar y almacenar los táperes suele ser una de las quejas más habituales a la hora de poner orden en la cocina.
Con esta guía, podrás ordenarlos fácilmente y lograr que las tapas no desaparezcan en el agujero negro de los objetos perdidos y que estén verdaderamente limpios, sin restos ni malos olores.
Amor por los táperes
Es habitual que las personas que trabajan fuera de casa decidan llevar una fiambrera con sus alimentos. No siempre se come en restaurantes y muchos optan por esta versión más económica y saludable.
Por otro lado, en los últimos años ha proliferado el concepto del batch cooking, ¿lo conoces? Es un sistema que te ayuda a organizarte en la cocina para ahorrar tiempo y comer mejor.
Propone dedicar una jornada a cocinar el menú de toda la semana y dejarla congelada para solo calentar el día que corresponda. Al planificar así tus menús usarás mejor tu tiempo y se verá reflejado, también, en el carrito de la compra. Pero para que este sistema funcione, necesita una buena tanda de táperes aptos para congelar y para microondas y aquí es donde estos consejos entran en acción.
Antes de limpiar y almacenar los táperes, conoce los tipos que existen
Hay tantos modelos de táperes que puedes volverte loco a la hora de elegir. Formas, tamaños, materiales… pero no todo lo que reluce es oro y hay muchos que no ofrecen la calidad necesaria en cuanto a la resistencia y sus garantías de salud.
- Táperes de plástico: son los más adecuados para transportar comida, así que si te llevas comida al trabajo, no lo dudes. Eso sí, cuida que el tipo de plástico sea adecuado para calentar en microondas, de lo contrario pueden liberar sustancias tóxicas como los bisfenoles. Mira que el número que llevan impreso dentro del triángulo sea el Nº5, como estos de IKEA.
- Los de cristal: a la hora de conservar alimentos, esta es la opción más acertada. Son duraderos, no absorben sabores ni olores y es una decisión congruente con la sostenibilidad del planeta. El problema es que pesan más y pueden llegar a romperse, así que no es lo mejor para transportar la comida al trabajo.
Ahora toca limpiar y almacenar los táperes
En cuanto a la limpieza
Conviene que friegues los táperes lo más rápido que puedas una vez usados, sobre todo si son de plástico. De esta forma, evitas que absorban olores y se queden manchados.
Lo mejor es que lo hagas en el lavavajillas, esta es la mejor manera de quitarle los restos de grasa adherida. No obstante, si son de plástico, asegúrate de que aguanten las altas temperaturas; de lo contrario, podrían deformarse.
Si no tienes este electrodoméstico, bastará con que los metas en agua caliente y jabón durante unos minutos. Después, frota con un estropajo suave y ¡listo!
Un truco: para las manchas de tomate rebeldes, después de que los hayas lavado como de costumbre, déjalos por dos horas en agua con un chorrito de lejía apta para desinfección de alimentos, como esta que encuentras en Amazon. ¡Quedarán blancos de nuevo!
Un poco de orden
Si quieres almacenar bien los táperes, la primera cosa que debes aprender es que los recipientes y las tapaderas se guardan por separado. Así, podrás meter unos dentro de otros y ocuparán menos espacio.
Coloca las tapas por tipo y tamaño y usa separadores o alguna caja para que no queden todas desperdigadas por los cajones. Te será muy fácil encontrar el recipiente y su tapa.
Aunque cada quien encuentra el método más efectivo para almacenarlos, sí que conviene que te hagas con algunos accesorios de orden, separadores, o cualquier cosa que te ayude a compartimentar tus cajones.
Como ves, limpiar y almacenar los táperes no tiene gran ciencia, pero sí requiere algunas consideraciones para que se conserven en buen estado por más tiempo.
También, es importante que puedas acceder a ellos de forma fácil y que no estén todos revueltos en un armario. Piensa que es una forma de facilitarte la vida.