¿Isla o barra de cocina? Te ayudamos a decidir
Si te estás planteando llevar a cabo una reforma en tu casa y crees que ha llegado el momento de cumplir con lo que siempre soñaste, sigue leyendo. Puede que lleves tiempo fantaseando con tener una isla o una barra de cocina, y que aún no lo tengas del todo claro.
Hay veces que ambas pueden convivir en armonía y otras en las que, según tus circunstancias, te irá mejor una que otra. Por eso, te ayudamos a analizar los pros y los contras, al tiempo que te damos todas las claves para que elijas la que tú necesitas.
Todo lo que debes saber para decidirte entre la isla o la barra de cocina
Primero, es necesario derribar algunos mitos: las cocinas pequeñas también pueden tener una isla o una barra. Es cierto que hay que tomar en cuenta algunas medidas básicas, pero casi siempre existen soluciones. Descubre los puntos clave de cada opción para que puedas tomar la mejor decisión posible.
¿Quieres poner una barra de cocina?
Uno de los puntos a favor de las barras es que ocupan poco espacio y son muy ligeras visualmente. Esto las hace buenas candidatas para las cocinas con problemas de espacio o para quienes buscan tener una superficie extra de apoyo a la hora de cocinar o para tomarse un café.
Antes de decidirte, analiza los hábitos de tu familia. Si desayunáis juntos todos los días en casa, o cada uno por separado; si os gusta comer en la cocina, la cantidad de personas que viven en casa, etc. No te preocupes por el espacio porque siempre se puede poner una barra plegable en la pared y colocar un par de taburetes como estos de Kenay Home.
Ahora, tendrás que decidir la altura de la barra. Puede ser tipo bar, para lo cual tendrías que instalarla entre los 90 y 100 centímetros del suelo. La otra opción es ponerla como si fuera una mesa y, en este caso, lo más recomendable es que la pongas a 75 centímetros de altura. Bastan 40 centímetros de fondo para que la barra sea útil. Mira esta opción plegable de IKEA.
¿O prefieres una barra?
Una isla de cocina es un mueble central exento que puede incluir zonas de trabajo (lavado y cocción), o ser únicamente un espacio con almacenaje en la parte baja y superficie de apoyo. Como habrás deducido, muchas islas incluyen barras y se convierten en ese todo en uno con el que siempre soñaste.
Otro punto importante son las medidas. Si quieres poner un fregadero o una vitrocerámica, debes tomar en cuenta que necesitarás al menos 60 centímetros. Si solo quieres que tenga un área de almacenaje, con 50 será más que suficiente. En cuanto al ancho de la isla, este ha de ser de 1 metro como mínimo.
Por último, considera reservar entre 90 y 100 centímetros alrededor para asegurar que haya facilidad en el paso, y puedas abrir puertas sin dificultad.
Las ventajas de tener una isla o barra de cocina
Ambas ofrecen un mundo de posibilidades. Una barra puede ser un espacio para desayunar cada día o para sumar un extra a la zona de trabajo, mientras que la isla puede hacer las veces de comedor si prolongas la encimera unos metros más.
Esto lo puedes conseguir alargando los laterales de la isla (uno de ellos o a ambos lados), lo que la hará más grande y permitirá que los taburetes queden integrados y un poco ocultos en el hueco que queda.
Por último, toma en cuenta el ancho que ocupa cada comensal sentado, así sabrás la cantidad de taburetes que caben. Esto hace referencia al espacio que necesita cada persona para sentarse cómodamente delante del plato colocando los brazos. Esa medida es de un mínimo de 60 centímetros, aunque lo ideal es 75 centímetros.
Tener una isla o una barra de cocina es una de las soluciones más prácticas y bonitas que puedes darle a tu cocina. Como ves, hasta las más pequeñas pueden hacerle un hueco a, al menos, una de estas opciones.
Te va a facilitar mucho las cosas en el día a día, especialmente si tienes niños. Además, si pones cajones y armarios en la parte baja, serán muy útiles para tener tu cocina ordenada.