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Malos hábitos en la cocina, según el Feng Shui

4 minutos
Conoce cuáles son esos malos hábitos en tu cocina que afectan el Feng Shui y ponles un punto final.
Malos hábitos en la cocina, según el Feng Shui
Última actualización: 20 agosto, 2022

Hoy queremos hablarte sobre algunos malos hábitos que dañan el equilibrio energético de tu cocina, según el Feng Shui. De acuerdo con esta filosofía oriental, este es el centro del hogar, pues allí se preparan los alimentos y es en donde la familia se reúne a consumirlos. Este es un espacio muy íntimo que vale la pena cuidar muy bien.

¿Cuáles son los malos hábitos en la cocina?

Como ya lo sabes, hay cinco elementos del Feng Shui que se manifiestan de diferentes maneras, estos son el fuego, la tierra, el metal, el agua y la madera. Uno de los más presentes en la cocina es el fuego, el cual se relaciona con la nutrición.

Sigue leyendo para descubrir cuáles son esos malos hábitos que estás teniendo en tu cocina y que afectan el Feng Shui.

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Descubre cuáles son los malos hábitos en la cocina, según el Feng Shui.

Evita darle la espalda a la puerta

¡No le des la espalda a la puerta de tu cocina! Esto ocurre mucho en las cocinas cerradas. Además de ser una mala práctica de acuerdo con esta corriente, puede ponerte en una situación incómoda si alguien ingresa de sorpresa a la cocina, será una situación difícil de manejar.

Si este es tu caso, no te alarmes, no tienes que iniciar una obra si no quieres. La solución es muy sencilla, consiste en colocar un espejo en la pared que queda de frente a la puerta. Este servirá de retrovisor y podrás tener el control de quien entra y sale.

Mantén el espacio limpio visualmente

El orden es una de las reglas generales del Feng Shui en todos los espacios de la casa, así es, incluyendo la cocina.

En ese orden de ideas, lo recordable es evitar el ruido visual. ¿Qué quiere decir esto? Que debes mantener muy bien almacenados los utensilios que tienes allí, como los textiles, los sartenes, las cucharas de madera, la vajilla y vasos, entre otros.

Lo ideal es que dejes los elementos indispensables por fuera, todo lo de más debe ir en las alacenas y muebles. ¿Te suena esta idea?

Prefiere cocinas más cálidas

Las cocinas industriales son muy interesantes, pero son poco cálidas. Según el Feng Shui, estas cocinas son frías y no generan una sensación de familiaridad, son pesadas y muy recargadas.

De hecho, es por esta razón que se usan en restaurantes y negocios, allí prima la necesidad de almacenar y cocinar grandes cantidades de cocina. En tu casa, recuerda que preparas alimentos con amor para tu consumo propio y el de tu familia, por esto debes optar por otras cocinas.

Puedes elegir el estilo decorativo que desees, pero siempre poniendo tu toque personal. Esto es lo que garantiza el equilibrio de los cinco elementos del Feng Shui.

Ten mucho cuidado con el color negro

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El Feng Shui nos dice que el negro no es un color apto para la cocina.

El color negro es hermoso, pero no para una cocina en donde queremos que reine el equilibrio que nos propone el Feng Shui. Es un tono elegante, atemporal y sofisticado, pero en la cocina se cree que estanca la energía y puede ser un poco depresivo.

Lo mejor es preferir tonos como el beige, el amarillo y algunos tonos del verde, entre otros colores claros.

Utensilio que se rompe, utensilio que se tira

Nada estanca más la energía de tu cocina que los utensilios rotos o dañados. Si no tienes el tiempo o la oportunidad de repararlos, es mejor que los tires o los saques de tu casa.

De esta manera te vas a deshacer de la sensación de que hay pendientes, de que hay cosas que resolver. Prueba a sacar estas cosas dañadas y sentirás cómo la paz se apodera de tu espacio, te sentirás liberada y tranquila.

¡Establece tus propios malos hábitos en la cocina!

Además de los malos hábitos en la cocina que nos indica el Feng Shui, tienes la libertad de establecer los propios. Identifica todas esas cosas que haces o hacen tus familiares y alteran el equilibrio de este importante espacio. Dialoga con ellos y establece pautas para dejar de hacerlas.