Tips para decorar recibidores pequeños sin gastar
Muchas viviendas tienen recibidores pequeños que quedan sin decorar, principalmente por temor al costo excesivo de los accesorios y a su mal aprovechamiento en el espacio. Sin embargo, esta situación se puede resolver fácilmente con algo de astucia.
A continuación te comentamos algunos tips para decorar recibidores pequeños, sin gastar demasiado, y en algunos casos, sin tener que recurrir a manualidades de elaboración compleja.
4 accesorios básicos para recibidores pequeños
Si bien es cierto que todo dependerá de las medidas del espacio, hay ciertos accesorios que, en la gran mayoría de los casos, sí se pueden incluir en los recibidores pequeños, si se introducen de la forma correcta. Algunos de ellos son:
- Un paragüero.
- Una alfombra.
- Un perchero (de pie o de pared).
- Una bandeja para el calzado.
Estos vienen a ser objetos cuya función es mantener el orden de la primera estancia de la vivienda. Por ello, no es conveniente prescindir del todo de ellos.
Y dado que hoy en día hay muchos modelos que se pueden instalar en la pared o son piezas abatibles o polivalentes, no se convierten en estorbo alguno con facilidad.
Por supuesto, quienes deseen optar por un estilo más simple siempre pueden obviar algunos de estos elementos y mantener solo uno o dos.
Sin embargo, los que sí se mantienen dentro de la decoración deben tener un diseño con mucha personalidad, para que la estancia quede ‘bien vestida’. Por ejemplo, una alfombra con un patrón original o una textura diferente.
Ahora bien, a la hora de ahorrar dinero, se puede recurrir a ciertos giros. En este sentido, muchas personas optan por colocar varios clavos en una de las paredes del recibidor, a modo de perchero, en lugar de adquirir esta pieza como tal.
Otros, en lugar de buscar una bandeja para el calzado, le dan una nueva utilidad a un palé o a una caja de frutas de madera. Con lo cual, se presenta una solución a la necesidad, sin apenas generar gasto.
Otras opciones a considerar
Los siguientes accesorios suelen tener un costo bajo y funcionan muy bien para decorar recibidores pequeños y otros espacios. En su mayoría, se trata de objetos reutilizados o bien, elementos sencillos que, con tan solo un toque, ya se convierten en accesorios espectaculares, como viene a ser el caso de las damajuanas, por ejemplo.
- Plantas.
- Un espejo.
- Flores artificiales.
- Cuadros hechos por ti mismo (pueden ser acuarelas, óleos, collages o una bonita pieza de caligrafía).
- Una silla vieja o cualquier otro objeto en desuso, pintado con espray (los grafitis ofrecen mucha personalidad a la decoración de interiores).
- Damajuanas de vidrio coloreado, con un arreglo de varas de madera o espigas.
- Objetos vintage (un teléfono, una máquina de escribir, una lámpara de pie antigua, etcétera).
¿Se podría decorar sin recurrir a objetos?
Sí. De hecho, hay recibidores pequeños que quedan muy bien decorados con tan solo añadir un toque de color a la puerta o a las paredes. Pueden elegirse varios colores vibrantes o bien, jugar con un solo color y sus distintos tonos.
Una idea muy original consiste en dejar en blanco las paredes y, simplemente, pintar la puerta de color amarillo brillante. De esta forma, este elemento se convierte en el centro de atención del espacio y así, se disimula por completo el hecho de que no se han incluido accesorios alrededor.
Por supuesto, se puede reutilizar esta misma idea, con otro objeto. Por ejemplo, se podría colocar solamente un mueble en el recibidor, de un color primario, como puede ser el azul, el rojo y el verde; aunque también se podría optar por otras opciones llamativas como el turquesa, el violeta y el rosa.
Sé creativo
Muchas veces, se pueden aprovechar objetos que están en desuso en la casa o bien, se pueden crear accesorios originales a partir de las piezas del otro. Intenta tomar algunos riesgos y verás cómo puedes conseguir resultados muy originales, y sin gastar demasiado.
La idea es dar rienda suelta a la imaginación y no limitarse por el concepto tradicional de recibidor. Después de todo, cada regla tiene su excepción y lo que se quiere es hallar la solución que resulte eficaz pero también, agradable a la vista.