La moda del trapillo
Para nadie es un secreto que los proyectos DIY (hazlo tú mismo) son una tendencia total. El trapillo está incluido en esta tendencia que abarca desde la moda hasta la decoración, pasando por el bricolaje y otros muchos ámbitos.
Los proyectos de trapillo se asemejan a otros proyectos que tengan que ver con la confección de prendas o elementos. Por ejemplo, el patchwork, crochet o tejer.
En el artículo de hoy hablaremos sobre esta moda tan peculiar centrándonos en su influencia en la decoración.
¿Qué es el trapillo?
En primer lugar, el trapillo es un material que procede del reciclaje de telas de camisetas. Por ello, se trata de un material especial y quizás sea este el matiz que le ha hecho triunfar.
No olvidemos que nuestra sociedad está más preocupada que nunca por el impacto medioambiental y todo lo que sea contribuir a una mejora del entorno es bienvenido.
El trapillo es un material sólido y resistente y, por ello, duradero.
Además, se puede trabajar de diferentes maneras: a dos agujas, como crochet o simplemente con las manos, sin ningún instrumento.
La gran variedad de colores y grosor (hay unos más finos que otros) hacen que también existan una variedad importante de elementos que se puedan hacer a partir de este material.
Tipos
Existen, principalmente, tres tipos de trapillos:
- Trapillo que se va recolectando de camisetas viejas o en desuso.
- El que se compra de los excedentes de las fábricas textiles.
- Bobinas de trapillo: son tiras de tela pareja (tirelas) que encontramos en los comercios.
Ahora bien, los dos primeros tipos de trapillos tienen menos variedad, ya que al ser reciclados tienen colores y grosores determinados y es difícil encontrar grandes cantidades de madejas iguales. Por el contrario, las bobinas que compramos en comercio son de colores variados pudiendo ser elegidos por el consumidor.
Una de las virtudes del trapillo es que, según la tela de la que provenga, puede ser opaco, satinado, con pelo, flecos o bordados.
Distintos tipos de trapillo / susimiu.es
En general es un material muy variado.
¿Cómo se trabaja?
El trapillo se trabaja con dos agujas pequeñas y gruesas llamadas XXL. También hay algunos proyectos, más simples, que solo requieren las manos.
La técnica es parecida a la del ganchillo, pero en este caso el material no es lana y el punto es mucho más grueso.
¿Para qué se utiliza?
Realmente el trapillo tiene muchos usos.
Es un material versátil y resistente que puede utilizarse para confeccionar prendas textiles (bufandas, gorros), muñecos amigurumi, accesorios (collares, pulseras), bolsos y cinturones y por supuesto, elementos de decoración.
Cesta hecha de trapillo / desvanamigurumi.blogspot.com.es
El trapillo en la decoración
Cualquier técnica de elaboración de elementos que sea fácil y barata se va a popularizar enseguida y además va a llegar a muchos ámbitos.
Este fue el caso del trapillo, que inicialmente comenzó como forma de reciclar camisetas para hacer collares y que hoy se ha extendido al mundo de la moda y a la decoración.
Una de las ventajas de este material es que solo requiere de tiempo y de imaginación para trabajarlo. Aprender a hacerlo es muy sencillo ya que en la actualidad hay un sinfín de tutoriales para dar los primeros pasos en el mundo del trapillo.
Además, al tratarse de un material grueso, respecto a la lana o hilo de crochet, los proyectos son terminados en casi la mitad de tiempo.
Pero si no tienes tiempo y no se te dan muy bien las manualidades puedes comprar los productos ya hechos.
Textiles de trapillo
En decoración el trapillo se ha vuelto una tendencia que está en auge y cada día gana adeptos.
Cada día es más común ver en las casas algún elemento de este material. En cuanto a textiles podemos encontrar:
- Colchas.
- Mantas XXL.
- Fundas para cojines, sofás, fundas para taburetes.
- Alfombras (redondas, cuadradas, rectangulares, XXL o medianas).
Pero su versatilidad permite la creación de otros elementos decorativos y funcionales como las cestas para almacenamiento.
Elementos de trapillo / tejidosacrochetpasoapaso.com
En las cestas podemos encontrar muchas variaciones, una de las que más nos gustan es la de combinar la cesta de trapillo con asas de otros materiales como la cuerda marinera o el cuero sintético.
Otro de los elementos que últimamente se ha unido a esta tendencia son los puffs y lámparas.
Es cierto que para su realización se requiere un poco más de destreza, sin embargo es posible y no hay límites de tamaño o forma.
Conclusión
El trapillo es un material fácil de trabajar, económico, ecológico y muy bonito
Además, permite realizar proyectos en menos tiempo, según el grosor del trapillo que elijamos.
Por otro lado, el uso del trapillo en la decoración de nuestro hogar aporta naturalidad y calidez. También hace las estancias más acogedoras al tener un punto grueso y XXL.
Los elementos decorativos elaborados en trapillo son perfectos para estilos como el boho-chic y el nórdico.