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Fachadas ventiladas residenciales: para proporcionar confort

4 minutos
Si tienes la posibilidad de cambiar o hacer de cero la fachada de tu casa, opta por esta opción. Ganarás confort en tu hogar.
Fachadas ventiladas residenciales: para proporcionar confort
Escrito por Equipo Editorial
Última actualización: 03 marzo, 2022

Las fachadas ventiladas residenciales son cada vez más utilizadas. Tanto los arquitectos como los constructores hacen uso de este tipo de construcción por las múltiples ventajas que tienen. Si todavía no conoces este tipo de fachadas, a continuación te contamos todo lo que debes saber.

Comenzamos contándote en que consisten las fachadas ventiladas residenciales. Después analizamos sus ventajas para que compruebes tú mismo cómo este tipo de revestimientos aporta confort a la vivienda. Finalmente, contestamos a la pregunta que seguramente te estás haciendo, el precio que supone una instalación de estas características.

¿Qué son las fachadas ventiladas residenciales?

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Las fachadas ventiladas son un tipo de revestimiento de paredes exteriores que se han popularizado en los últimos años. Para su construcción son necesarios un muro convencional que haga la función de soporte, una capa aislante anclada en el muro y una capa de revestimiento que será la que quede a la vista.

Este tipo de fachadas se pueden construir al mismo tiempo que se construye el propio edificio residencial. También puede instalarse en un edificio antiguo para mejorar su aspecto.

Ventajas de las fachadas ventiladas

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El motivo por el cual las fachadas ventiladas residenciales se han popularizado tanto en los últimos años es sus múltiples ventajas. A continuación, hacemos una recopilación de aquellas más destacadas:

  • Mejoran la estética del edificio. La ventaja más visible de las fachadas ventiladas es el cambio de imagen que supone para el edificio. Este tipo de revestimientos son especialmente recomendables para aquellos edificios antiguos, cuya fachada se encuentra deteriorada visiblemente, pero su estado sigue intacto. En casos como este se puede instalar un soporte metálico y una capa aislante que mejore visiblemente la imagen del edificio.
  • Aíslan el edificio. A la hora de comprar una vivienda es fundamental conocer cuál es la orientación del edificio y los materiales aislantes que se han utilizado. Si están instalados correctamente y son de calidad, nos ayudarán a ahorrar, ya que consumiremos menos calefacción y aire acondicionado. Las fachadas ventiladas son como una segunda fachada que se superpone a la primera. Esta doble capa contribuye a aislar la vivienda y a evitar que penetre el frío o el exceso de calor durante el verano.
  • Eliminan los ruidos. Esta ventaja es especialmente importante en el caso de las ciudades, ya que son los espacios en los que suele haber mayor número de decibelios. Las fachadas ventiladas evitarán que los ruidos penetren en la vivienda y harán más cómodo tu día a día. Si el ruido es excesivo, puedes complementar las fachadas ventiladas con la instalación de contraventanas.
  • Ofrecen una gran variedad de opciones. Lo mejor de los revestimientos es que es imposible que no encuentres uno que no sea de tu gusto. Existe un amplio catálogo de diferentes colores, materiales y acabados. Además, al tratarse de láminas, se pueden combinar formando cenefas o diferentes formas. De este modo podrás crear desde diseños simples, hasta los más arriesgados.

¿Cuánto cuesta una fachada ventilada?

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Seguro que después de conocer todas las ventajas de las fachadas ventiladas estás pensando en cuál es el coste de su instalación. Esta pregunta tiene complicada respuesta, ya que el precio de este revestimiento puede variar drásticamente dependiendo del tipo de materiales que se utilicen.

Por ejemplo, el material aislante puede consistir en fibra de vidrio, lana o poliuretano. Por lo general, las tres ofrecen grandes resultados, pero la elección de una u otra puede variar de cinco euros el metro cuadrado a algo más de diez euros.

Respecto al revestimiento, ocurre lo mismo que a la hora de instalar un suelo en una vivienda. Las opciones van desde uno muy económico, a otro extremadamente caro. En este caso, la elección dependerá de la economía de la persona. De todos modos, debes tener en cuenta que un revestimiento muy barato siempre será sinónimo de una calidad baja. Para que te hagas una idea, suelen variar desde los veinte euros el metro cuadrado hasta más de ochenta euros.

Al precio de los materiales hay que sumar el de la mano de obra. Se trata de un revestimiento que consta de tres capas, por lo que los operarios tienen que trabajar bastantes horas para completar su instalación. Esta dependerá, evidentemente, de los metros que tenga la fachada.