¿Te gusta la lavanda? Aprende todo acerca de cómo cuidarla
Si eres de los que disfruta con el arte de la jardinería, seguro que hay una planta que te gusta tanto por su belleza como por su olor y sus propiedades. Hablamos de la lavanda y de todo lo que puede hacer por tus espacios y por tu salud.
Aprende cómo cuidarla para que crezca fuerte y preciosa. Sigue estos consejos y podrás tener su precioso color y su delicioso olor siempre cerca de ti.
Pon una lavanda en tu vida
La lavanda es una de las plantas aromáticas que más deliciosas resultan. Sus cuidados son bastante fáciles, por lo que podrás tenerla en casa y llenarte de sus olores primaverales. Por si fuera poco, tienen un montón de propiedades para la salud entre las que destaca su capacidad para relajar los nervios.
¿A qué esperas para decorar tu terraza, tu jardín o cualquier otro espacio de tu hogar con ella? Eso sí, ten en cuenta que debes asegurarte de que reciba una buena cantidad de sol. En Tienda Plantas, la puedes encontrar. ¿Te animas a conocerla mejor?
¿Dónde puedes plantarla?
Si has decidido cultivar lavanda, debes saber que es una planta que crece fácilmente y puede llegar a expandirse bastante. Por ello, debes pensar muy bien dónde vas a plantarla puesto que necesita un poco de espacio a su alrededor para no enredarse con otras plantas.
Otra condición importante es que necesita recibir luz del sol durante al menos unas 6 horas diarias. Cuida de no ponerla cerca de elementos que le den sombra e impidan que los rayos lleguen a ella de manera directa.
Si vas a utilizar macetas, bastará con que tengan entre 30 y 40 centímetros de diámetro puesto que crece hacia arriba. Si quieres saber más sobre qué tipo de maceta sería la más adecuada, lee el artículo al respecto.
El sustrato que necesita una lavanda
Es fundamental para la lavanda que tenga un sustrato alcalino, o lo que es lo mismo: con un pH alto. Si tu suelo es más bien ácido, habrá que compensarlo con un sustrato específico o, incluso, añadiendo un poco de cal para elevarlo.
Otro de los imprescindibles para que crezca fuerte es que cuente con un buen drenaje. Para ello, lo ideal es un suelo arenoso que facilite la evacuación de agua. Esto es muy importante, ya que las raíces de esta planta no toleran los encharcamientos, especialmente en invierno puesto que las raíces pueden congelarse y matar a la planta.
¿Cómo es el riego de la lavanda?
Al ser una planta silvestre, es capaz de soportar la ausencia de riego durante mucho tiempo. Sin embargo, durante los meses de crecimiento te recomendamos que seas más estricto con la pauta de riego. Evita siempre mojar sus ramas y flores, ya que de hacerlo pueden proliferar hongos.
Espacia los riegos en los meses de frío para que no tenga demasiada humedad en sus raíces y hazlo en las horas centrales del día. En los meses de calor, riégala una vez a la semana y observa que el sustrato esté seco antes de hacerlo para no excederte.
La poda: punto clave de su cuidado
Después de su época de floración al inicio de la primavera, se recomienda realizar una pequeña poda que nunca superará la mitad del tamaño de la planta. De esta manera, estarás estimulando el crecimiento de nuevas ramas y de sus flores.
Si tienes lavanda sembrada en forma de cierre, además de podarla en altura, deberás hacerlo en contorno con la finalidad de darle forma y que quede lo más estética posible.
Por último, te contamos algo que probablemente no sepas: se desaconseja por completo abonar la lavanda. Al ser una planta rústica, no lo necesita y de hacerlo, podrías hacer que pierda su agradable aroma.
Si te gusta esta preciosa planta, no dudes en ponerla en tu jardín. Es especialmente recomendable para ahuyentar mosquitos, lo que la hace invaluable durante los meses de verano.