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Signos que indican que es tiempo de reemplazar el sofá

5 minutos
Es probable que tengas muy buenos recuerdo en tu sofá, pero si ya no es lo que solía ser, es tiempo de decirle adiós.
Signos que indican que es tiempo de reemplazar el sofá
Escrito por Daniela Andarcia
Última actualización: 07 julio, 2021

Si hay algo en lo que todos coincidimos, es que nuestro hogar estaría incompleto sin un sofá. Este, además de ser un lugar de encuentro es el refugio perfecto después de un largo día de trabajo. Por ello, debes estar atento a las señales que indican que es momento de desechar y reemplazar el sofá.

6 signos que indican que debes reemplazar el sofá

En general, el tiempo de vida útil de este tipo de muebles puede ser de entre 7 y 15 años. Sin embargo, hay señales de que podría estar pidiendo un cambio a gritos. Algunas de ellas son las siguientes:

1. Cruje cada vez que alguien se sienta

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Los daños estructurales se suelen detectar por crujidos y chirridos cuando alguien se sienta en el sofá. Los más comunes incluyen un problema en las uniones o un debilitamiento de los resortes.

Por esta razón, si el mueble no es antiguo o una reliquia familiar, la recomendación es cambiarlo. Después de todo, reparar el daño estructural y retapizar puede salir tan costoso como un sofá nuevo.

2. Los cojines han perdido el acolchado y el soporte lumbar

Cuando la alfombra se vuelve más cómoda que el sofá para tomar una siesta, es momento de hacer un cambio. Con el tiempo, los cojines pierden el acolchado y el soporte lumbar, lo que impide que el mueble cumpla con una de sus principales funciones.

Sin embargo, debes tener en cuenta que si el resto del tapizado está en buenas condiciones, no se requiere reemplazar por completo el sofá. Se puede solucionar con solo quitarlo de forma momentánea y volver a rellenar los cojines.

3. Huele mal o produce picazón

Puede que seas una persona diligente con la limpieza y el cuidado del sofá, pero si tienes mascotas, niños y adolescentes en casa, entonces es probable que la tapicería y el acolchado hayan adoptado olores desagradables.

Ahora bien, aunque es cierto que pasar la aspiradora y realizar una limpieza a vapor de forma regular puede ayudar, hay veces que el olor es mucho más fuerte. Este podría hacer que el aire de la habitación se sienta viciado, incluso después de limpiar, lo que es un claro indicador de que debemos decirle adiós al sofá.

Por otro lado, hay telas que pueden causar picazón, pero si no es tu caso y cada vez que te sientas en el mueble sientes unas irrefrenables ganas de rascarte o te han salido ronchas rojas en las piernas, puede que esté infestado de chinches. ¡Una razón más para cambiarlo de forma inmediata!

4. No se adapta al espacio de la habitación

Mudarse puede generar varios escenarios. Quizás elegiste un lugar para vivir en el que tu antiguo sofá entra a la perfección, pero hay casos en los que este puede ser demasiado grande o pequeño para la nueva sala de estar.

Por fortuna, los sofás con tamaño reducido se pueden mover a un dormitorio o un estudio. El problema está cuando estos son muy grandes para cualquiera de las habitaciones, ya que pueden bloquear la vista desde las ventanas o estar muy cerca de otros muebles, lo que causa fricción cada vez que alguien se sienta o se acuesta, y desgasta la tapicería o el marco.

5. Tus gustos de decoración cambiaron

Si ya no te sientes a gusto con el estilo, color y estampado de tu sofá, entonces es momento de que le busques un reemplazo. Con el tiempo, los gustos cambian y esto es totalmente comprensible. Si puedes comprar uno nuevo, deshazte de ese mueble que ya no te hace feliz.

6. La tapicería no es lo que solía ser

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Son muchos los factores que hacen que la tapicería del sofá adopte una apariencia poco atractiva que desfavorece la habitación en la que se encuentra. En general, estos pueden ir desde el uso constante, hasta los saltos, travesuras y accidentes de niños y mascotas.

Por ejemplo, la decoloración suele ser producto de situar el sofá frente a una ventana que recibe la luz de sol de forma directa, lo que no solo altera el color, sino que también debilita las fibras del tejido.

Por su parte, las manchas son causadas por derrames, sudoración, entre otros. Si bien es cierto que estas pueden “arreglarse” si se limpian tan pronto como ocurrió el accidente o con una limpieza profunda de la tapicería, hay casos que van más allá de la reparación y se debe considerar su reemplazo.

Eso sí, si el sofá no tiene daños en la estructura o es una pieza de decoración con valor sentimental, puedes considerar el retapizado. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que la tela es costosa, y si además debes contratar a un experto, todo el proceso podría ser igual de caro que adquirir un sofá nuevo.

Querido sofá, es tiempo de decirte adiós

De seguro tienes muy buenos recuerdos de tu sofá, viste la película que se convirtió en tu favorita, pudiste conciliar un sueño reparador después de una larga jornada, y estuvo allí en las grandes tertulias que se armaban con tus amistades.

Sin embargo, ya no es como antes, su color cambió, su olor se volvió desagradable y cada vez que te sientas, aparece un terrible dolor de espalda. Llegó el momento de reemplazar el sofá, no sin antes agradecerle por su compañía.