El sofá rinconero para el salón: principales características
Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez
En más de una ocasión nos hemos preguntado si es posible combinar comodidad con aprovechamiento del espacio. En el mundo del interiorismo, esto se convierte en una inquietud que, en el fondo, tiene solución. De este modo, podemos hacer uso de elementos como el sofá rinconero para el salón.
El mobiliario conviene que se adapte a las necesidades de los inquilinos y, a su vez, a la morfología de las habitaciones. Hoy en día, existen múltiples posibilidades para decorar y distribuir de tal manera que no perdamos la oportunidad de organizar con coherencia.
No hay nada peor que dejar desangelado algún rincón y que quede desequilibrada la relación de los recursos. La armonía del conjunto debe primar por encima de todo y, para ello, vamos a requerir soluciones factibles que se adecúen a las habitaciones.
¿Qué cualidades posee el sofá rinconero?
Lo primero que debemos hacer es definir esta tipología de mueble. Un sofá rinconero es un asiento acolchado que suele tener formato en ángulo recto y cuyas dimensiones pueden variar. Guarda un claro parecido a los modelos chaise longue.
En realidad, nos sirve para poder adaptarlo a cualquier rincón sin dejar ningún hueco vacío y completando una parte de la estancia que, generalmente, solemos decorar con algún jarrón o planta o, directamente, se deja desocupada.
Sus proporciones suelen ser bastante contundentes. Si bien los tamaños suelen ser bastante amplios, las tiendas de decoración tienen diferentes formatos y diferentes estéticas, desde aquellos que tienen más altura a otros que son más bajos.
El sofá rinconero nos lanza un mensaje muy claro: mayor oportunidad para el descanso y la desconexión.
¿Cómo trabajar la decoración con el sofá rinconero?
Tal y como se ha comentado anteriormente, esta tipología se amolda muy bien a los espacios, pero hay que tener en cuenta que tomará un protagonismo notorio ya que ocupará la mayor parte de la superficie del lugar. Veamos 4 particularidades a tener en cuenta:
- La elección que hagamos debe ser la más acertada; es decir, no podemos escoger un sofá de colores que generen una confrontación estética con el resto de la decoración ya que será el principal componente cromático de la habitación.
- Por supuesto, no debe eclipsar estéticamente al mobiliario. Por este motivo, debemos fijarnos el siguiente objetivo: convertirlo en un complemento que se armonice con el conjunto y que permita entablar un diálogo coherente.
- El concepto “rinconero” significa que se amolda a uno o dos rincones, ya que existe la posibilidad de que una parte de la estancia quede completada por el sofá. En el caso de que interceda en una zona intermedia, es preciso que no obstaculice el tránsito de personas.
- Al convertirse en el verdadero protagonista de la habitación, el resto del mobiliario se dirigirá hacia él y, además, debemos otorgarle la zona central o donde obtengamos luz natural. También, es conveniente que tenga próxima una lámpara. La finalidad es que sea un recurso cómodo y útil para leer, descansar, ver la televisión, etc.
Combinación de colores en el sofá rinconero
La importancia que adquiere el sofá a nivel general nos obliga a establecer una combinación razonable de los colores. Por tanto, es preciso evaluar cuál es el contexto en el que se enmarca y de qué manera debe compenetrarse mejor.
De esta manera, es mejor emplear colores neutros propios de la gama de grises; también, blancos o marfil y, si se desea proporcionar un ambiente más cálido, cabe la posibilidad de utilizar un beige claro.
A partir de ahí, es conveniente que trabajemos la relación con los cojines sin que se genere tensión, siendo estos del mismo tono o más oscuros o bien de algún color más llamativo y radiante como puede ser el rojo.
Otras tipologías
Una de las posibilidades que nos ofrece el mercado es el sofá con reposapies. Nos brinda la oportunidad de combinar, en un mismo recurso, la comodidad del asiento pero pudiendo estirar las piernas en distintos puntos del sofá (adaptación a varios usuarios).
Otra tipología más desenfadada sería el chesterfield en cuero o terciopelo, mucho más elegante y atrevido. Muy apropiado para romper con los estereotipos tradicionales o para disponerlo en espacios públicos, halls de hoteles o, incluso, en comercios de hostelería.
- Lava Oliva, Rocío: Interiorismo, Vértice, 2008.