Döstädning, el método sueco para ordenar tu casa antes de morir
Puede que te suene algo macabro, pero si lo piensas bien es un acto de generosidad hacia los que te quieren que, además, te ayudará a vivir lo que te queda de vida de un modo más ordenado. Así es el döstädning, un método sueco que propone eso: deshacerte de lo que no quieres antes de morir.
Algunas de las preguntas a las que responde esta filosofía van en torno a las cosas materiales que estarías dispuesto a dejar atrás cuando dejes este mundo. También, se enfoca en facilitar los trámites de la muerte a tus seres queridos. ¿Quieres conocerlo más a fondo?
¿Qué es el döstädning?
Para conocer mejor este método, es necesario entender su etimología. Esta palabra sueca proviene de dö, que significa muerte, y städning, que es limpieza y se traduciría en algo así como «la limpieza de antes de la muerte».
Existe un libro escrito por Margareta Magnusson: The Gentle Art of Swedish Death Cleaning: How to Free Yourself and Your Family from a Lifetime of Clutter (El apacible arte de la limpieza de la muerte sueca: cómo liberarte a ti mismo y a tu familia de toda una vida de desorden) que lo aborda.
La autora escribió el libro tras la muerte de su marido, cuando se dio cuenta de todo lo que tuvo que afrontar y la indecisión de decidir qué hacer con todas sus cosas.
Para Magnusson, es un acto generoso hacia los familiares y es conocida como la Marie Kondo de la muerte. Con su método, además de aprender a organizarte mejor, también reflexionarás y harás un balance de la vida para que el envejecer sea un proceso más suave y amoroso.
Al igual que la gurú japonesa del orden, ella asegura que desprenderte de lo que ya no es necesario puede hacerte a feliz. Es una filosofía que cada vez tiene más adeptos en el mundo y ha logrado desbancar al hygge.
El döstädning en 5 pasos
De más a menos
Esta limpieza de la muerte dice que el tamaño sí importa e invita a empezar por los artículos más voluminosos como los muebles. Una vez terminado con esto, es más sencillo continuar con las cosas más pequeñas como las fotografías, las cartas, los recuerdos, etc.
Esto tiene un porqué. Según dice la autora, es posible que si empiezas con las cartas, puedas quedarte horas y horas inmerso en los recuerdos y no avanzar. En cambio, al empezar con las cosas grandes, la sensación de progreso será mayor y eso motiva a seguir.
Compartirlo con el entorno
Es importante contarle a los que tienes cerca lo que estás haciendo y explicarles el concepto de döstädning. Podrían ayudarte y, de paso, les evitas sorpresas a la hora de preguntarles si les interesa quedarse con esa mesita tan mona que tienes en el salón.
Un lema para tener en cuenta
Una de las enseñanzas a adoptar de esta sueca es un lema que lleva a raja tabla: «si no te gusta, no lo guardes. Si no lo usas, no lo guardes». Da igual si es algo nuevo que apenas has usado, o si le has dado mucha vida pero lleva años guardado. Va siendo hora de despedirte de viejos tesoros.
Döstädning para los más reacios
Si te cuesta trabajo desapegarte de algunas cosas, una posibilidad está en pedirle ayuda a alguien cercano que te dé su punto de vista sobre todas tus posesiones.
Otro truco sería cuestionarte si ese objeto en cuestión podría gustarle a alguien o tendría utilidad para alguno de tus familiares o amigos. Esto hace más sencillo el proceso del desprenderse.
Prevenir y no acumular
Hay que aprender a no acumular: Margareta te invita a no guardar cosas para la siguiente generación, puesto que jamás sabes si les interesará o si, en realidad, les estás heredando un dolor de cabeza. No regales nunca nada a nadie que no lo quiera.
Aunque puede que te sorprenda, el döstädning ya está muy instaurado en países nórdicos y lo cierto es que tiene su lógica. ¿Por qué dejarles a los demás la carga de tus pertenencias?
De paso, vas limpiando y dejas de acumular cosas sin sentido que no te aportan nada positivo a tu vida. Una filosofía de la que, seguro, empezarás a escuchar cada vez más.