El maximalismo en decoración.
El maximalismo resurge de sus cenizas y se presenta en la actualidad como la antítesis del minimalismo.
Lleva como lema esa tan conocida frase de Donatella Versace “Nunca es suficiente.
El maximalismo se basa en las incoherencias que encajan perfectamente, en la combinación de estilos, en el equilibrio fuera de los patrones estéticos.
En este artículo hablamos del maximalismo y de cómo ha llegado a convertirse en una tendencia actual.
¿Qué es el maximalismo?
Como podemos imaginarnos nada más leer su nombre, se trata de la antítesis del minimalismo.
Recordemos que éste último es un estilo que se caracteriza por la pureza de sus elementos y líneas. Siendo un estilo muy sobrio que prescinde de lo que no es estrictamente necesario.
Por ello, encontramos estancias sencillas y bastante limpias en cuanto a colores donde la luz y el mobiliario, casi salido de otro planeta, son los grandes protagonistas.
Minimalismo: menos es más.
Como respuesta al minimalismo surge el maximalismo. Estilo basado en el Barroco y por lo tanto muy recargado de detalles y con colores vibrantes.
Una de las características de este estilo, que se inspira en el estilo versallesco, es la combinación de estilos. Así, encontramos muebles muy antiguos con otros elementos más futuristas lo cual, da como resultado ambientes ricos en texturas y colores con mucho carácter y expresividad.
En este estilo no puede faltar el terciopelo, los estampados florales, los drapeados, los papeles de pared ni la variedad y contraste de colores.
Por otro lado, la luz en este estilo juega un papel muy importante porque esta es tratada como un recurso de ambientación teatral. Sin duda alguna aporta dramatismo al ambiente a través de candelabros y lámparas de cristal.
El maximalismo en tu casa: consejos.
Evidentemente adoptar esta tendencia y llevarla a cabo no es nada fácil.
Tampoco es para todos pues se trata de un estilo muy peculiar dirigido especialmente a personas a quienes no les importa el qué dirán ni las “normas estéticas”.
Es un estilo con aire de ostentosidad y pretensiones que deja en la calle los prejuicios.
Un perfecto caos:
Al principio puede confundir un poco, parece que para lograr el maximalismo hay que acumular un montón de cosas y luego mezclarlas todas en una misma estancia.
Realmente, nada más lejos de la realidad. Si bien es cierto este estilo rompe con toda regla y busca, sobre todo, ser una marca de identidad, busca también un equilibrio en medio de tanto “caos”.
Para ello, busca combinar piezas primero, que a ti te gusten, que te identifique y que, aunque no se vean totalmente integradas las unas con las otras que casen.
Recuerda que este es un estilo ecléctico en el que prima la creatividad y la libertad.
Para que este estilo quede perfecto en una estancia deja siempre espacio entre un objeto y otro, y recuerda: lleno sí pero atestado no.
Mezclas:
Aquí se vale mezclar, y no sólo colores sino también estampados eso sí, hazlo con cierta cordura.
En cuanto a la paleta de colores más común en el maximalismo, podemos decir que todos los colores vibrantes tienen cabida. Sin embargo, los que más predominan son el morado y los verdes limas.
Como hemos dicho antes, este estilo tiene su base en el barroco y en la decoración versallística. Aunque esto sea así, no abuses del dorado.
Otra de las cosas que se suelen mezclar en este este estilo son las texturas: terciopelo con pana o piel.
Los estilos también se mezclan para formar composiciones únicas y con gran personalidad.
El maximalismo queda perfecto con el estilo industrial, vintage, moderno o clásico y se acoplan como si no hubiera saltos temporales.
Las paredes:
Las paredes no se escapan del maximalismo, en realidad pueden llegar a ser las grandes protagonistas.
Existen, principalmente, dos opciones:
- Dejar las paredes lisas: en este caso llénalas con cuadros de marcos grandes y vistosos.
- Papel pintado: eso sí, busca un estampado ecléctico y llamativo. Será suficiente con esto.
Conclusión:
Sin duda alguna, y como hemos visto en este artículo, el maximalismo es un estilo que está siendo tendencia. En gran parte, creemos que es porque rompe las normas de estilo y se basa en la libertad y gustos personales para decorar.
Además, es un estilo ecléctico, atrevido en el que no hay que tener miedo ni al color, ni a las texturas, ni a los estampados y mucho menos a la combinación de todos ellos.
Es extravagante y perfecto para coleccionistas y amantes de otros estilos de decoración.