La verticalidad reflejada a través del mobiliario
Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez
Dependiendo del estilo decorativo que tengamos en casa, podemos encontrarnos mayor dinamismo o rectitud en el conjunto. En ambas tendencias, se puede encasillar la verticalidad reflejada a través del mobiliario.
Bien es cierto que no todos los muebles pueden aplicarse de manera general en cualquier estilo. Cada uno tiene su estética y sus principios básicos que denotan una apariencia especial y, por consiguiente, un contenido para el hogar.
Los muebles que ofrecen verticalidad suelen tener unas características peculiares. Cuando se juntan varios en un mismo espacio, las sensaciones que se transmiten son realmente interesantes y puede alcanzarse cierto sentido ascensional.
¿Qué es la verticalidad en el mobiliario?
El principal rasgo que posee el mobiliario con verticalidad es su estética alargada hacia arriba, donde priman las líneas rectas, pero esto no quita que puedan encontrarse muebles con ciertas curvaturas y, a su vez, en sentido ascendente también.
La combinación de líneas verticales y otras horizontales hace que se genere dinamismo y funcionalidad. Por ejemplo, esta sería la estructura de una estantería, habiendo algunas baldas rectas que se unen a otras verticales.
No obstante, el rasgo más destacable es que haya mayor longitud de las verticales en comparación con las horizontales. En otras palabras, hay mayor altura que anchura. De esta manera, se produce un efecto óptimo de elevación y alzamiento de los volúmenes.
Los recursos verticales siempre han estado presentes en nuestro hogar.
Su repercusión en el salón
No estamos hablando de una tendencia decorativa que únicamente utilice muebles que ofrezcan verticalidad. En realidad, puede haber una relación con el conjunto y que se establezca el diálogo correcto. El salón es un buen lugar donde trabajar esta estética.
- Por supuesto, las estanterías son un componente interesante para situarlo a un lado del salón, es decir, junto a los muro. Sin embargo, pueden colocarse de tal manera que traten de dirigir nuestra mirada y las sensaciones hacia arriba.
- No es preciso llevar a cabo un proceso de simetría entre los distintos muebles. Evidentemente, cada persona hace la colocación a su gusto, por lo tanto, hay que tener en cuenta que no existen normas preestablecidas.
- Se pueden realizar descompensaciones volumétricas con el fin de producir dinamismo.
- La combinación con otros recursos que transmiten horizontalidad, como por ejemplo un sofá o una mesa, es algo necesario. No puede existir únicamente verticalidad, puesto que se generaría una tensión espacial que nos haría sentir incómodos.
Verticalidad a través de los armarios
Dentro de un dormitorio, la verticalidad se puede trabajar a través de los armarios. Como la cama o la mesilla son elementos horizontales que generan estabilidad, debe haber otros puntos contrastantes a través de otros muebles.
- Ya sea empotrado o exterior, el armario tiene sentido ascensional, principalmente, por ser un recurso que requiere espacialidad. Llega a ser el más grande del dormitorio.
- Existen modelos donde se combina armario y estantería, habiendo huecos por encima y a los lados de las puertas. Así, se produce un choque de líneas que genera dinamismo y compensación de fuerzas.
- En un dormitorio va a primar la horizontalidad sobre la verticalidad, pero es recomendable que haya una relación entre ambos principios estéticos. Por eso, las estanterías laterales también pueden ayudar a generar una decoración definida.
- La idea fundamental es que el suelo sirva de soporte sobre el que se eleven las líneas de los muebles.
Las cortinas: un medio sutil para las ventanas
Cuando tenemos un ventanal amplio, se requieren unas cortinas que puedan ocupar esas dimensiones. Muchas veces son largas y estiradas, tratando de rozar el suelo pero sin llegar a hacerlo. Se matiza la estética y permiten la tamización de la luz.
Pero, aparte de los aspectos estéticos, ¿qué nos ofrecen con respecto a la linealidad vertical? Poseen un sentido ascensional, como por ejemplo, las cortinas de lamas verticales, que se conforman por franjas rectangulares y longitudinales hacia arriba.
Otro caso peculiar son los paneles japoneses. Constan de algunas líneas que delimitan rectángulos y geometrizan el espacio. De la misma manera, podemos encontrarnos las cortinas al estilo bandó, con ondulaciones que denotan un ascenso hacia el techo.
Hemos hecho un recorrido por algunos de los recursos decorativos más interesantes para generar verticalidad en el hogar. Por supuesto, existen más. Por eso, una recomendación es que investigues por las tiendas y escojas aquello que mejor se amolde a tu hogar.