¿Cómo prevenir la entrada de calor desde el exterior?
Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez
Las altas temperaturas del verano también se perciben en el interior del hogar. Bien es cierto que pueden resultar agobiantes y afectarnos a nivel físico y psicológico; por eso, conviene saber algunas nociones sobre cómo prevenir la entrada de calor desde el exterior.
Las casas suelen tener bien estudiada la orientación para obtener mayor número de horas de luz. Esto supone, además, el calentamiento de los espacios; sin embargo, en algunas épocas del año, puede llegar a ser un tanto desmesurado.
Existen distintos trucos que nos pueden ayudar a tener un clima más confortable en las habitaciones. Por supuesto, el aire acondicionado es el métido más eficaz, pero no siempre disponemos de este aparato para que nos solvente los problemas.
Ventilación a primera hora de la mañana
La saturación de los ambientes es bastante común en época estival. Esto suele estar asociado a la actividad que tenemos a lo largo del día. No obstante, a esto hay que añadir la existencia de un clima cálido que puede generarnos cierta disconformidad.
Resulta muy importante ventilar la casa a primeras horas del día, principalmente porque vamos a tener un aire más fresco y puro. De esta manera, se oxigenan los espacios y las corrientes arrastran esa sensación de pesadez que está presente en la atmósfera.
El mero hecho de airear cada mañana la casa nos proporciona sensación de bienestar. Esto lo percibimos, incluso, en la respiración. También, es conveniente hacerlo unos minutos antes de irse a dormir; es una manera de evitar la sudoración nocturna.
El principal propóstico es que nuestro hogar esté correctamente aclimatado a nuestras necesidades.
Prevenir la entrada de calor reduciendo la iluminación
Un factor a tener en cuenta es la cantidad de luz natural que entra en nuestras viviendas a través de las ventanas. Esto supone un claro proceso de calentamiento ya que la radiación durante época estival es bastante contundente y el número de horas de luz es mayor a otras épocas del año.
Por este motivo, conviene saber algunos trucos para poner en práctica sin necesidad de malgastar energía:
- Estudia cuál es la orientación de la casa y comprueba cuáles son las horas en las que la luz incide directamente. Se tiene constancia que al mediodía es el momento en que las calles se encuentran más caldeadas; por eso, es preciso mantener todo bien cerrado a esas horas.
- A media mañana, el sol va ganando altura y la intensidad del calor crece, por lo que es recomendable que, desde las 12 hasta media tarde, mantengamos las persianas a una altura media para reducir la luminosidad.
- Otra posibilidad es que utilicemos cortinas de lamas que podamos regular a nuestro antojo. Estas pueden tamizar la luz y, además, podemos dejarlas más o menos abiertas según nos convenga.
Un toldo para prevenir la entrada de calor
Los toldos en las terrazas y porches son muy prácticos. Nos ayudan a prevenir la exposición de la casa al sol y los podemos regular de distintas maneras: con mayor o menor inclinación, en posición oblicua u horizontal o, simplemente, para ocultar los vanos.
De todos modos, no solo se utilizan en verano, también son útiles en época de lluvias ya que pueden ayudarnos a evitar la exposición directa de la terraza a las posibles inclemencias y prevenir la entrada de agua al interior.
No debemos olvidar que, gracias a los toldos, disfrutamos más de la terraza, ya que nos proporcionan sombra siempre que lo deseemos. En el fondo, permiten atemperar el recinto y reducen considerablemente el calor durante las horas más intensas.
Un recuso muy fácil de colocar y que resulta verdaderamente funcional.
Aislamiento térmico para prevenir la entrada de calor
Los materiales constructivos repercuten directamente. Un correcto aislamiento favorece la protección interna. Antiguamente, el uso del adobe permitía tener un ambiente fresco en verano y calidez en invierno, pero ¿hoy en día qué posibilidades tenemos?
El uso de materiales de primera calidad son fundamentales. Generalmente, el ladrillo y el hormigón estarán presentes pero, también, tenemos la posibilidad de utilizar materiales aislantes que protejan. Se suelen colocar en techos y suelos.
Los más empleados son el poliestireno, el poliuretano y la lana de vidrio. Aun así, hay que asegurarse que son de calidad para obtener un resultado efectivo.
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- Greer, Beth: La casa natural: mejora tu salud, tu hogar y el planeta, habitación por habitación, Zenith, 2018.