La isla soñada está en tu cocina y no en el Caribe

Ha pasado el verano y tenemos en mente renovar nuestra cocina. Nos encantaría distribuirla diseñando una isla para trabajar con mayor comodidad. Pero, ¿tenemos el espacio necesario?
La isla soñada está en tu cocina y no en el Caribe
Goretti Ayubes

Escrito y verificado por la interiorista Goretti Ayubes.

Última actualización: 27 noviembre, 2019

La isla soñada está en tu cocina, sí, no te has confundido, lo acabas de leer. La cocina doméstica ha evolucionado hacia la profesional, que es amplia y tiene una isla de trabajo en el centro.

Esta distribución acorta los recorridos y permite trabajar con mayor comodidad en nuestra cocina. El obstáculo principal para aplicar este modelo es la falta de espacio que existe en la mayoría de las viviendas.

También conviene señalar que facilita la creación del triángulo de trabajo en cocinas de muchos metros cuadrados y dan una dimensión más humana a la tarea de cocinar, liberándonos de la obligación de estar cara a la pared y fomentando la comunicación.

Es por ello que el tamaño y, especialmente, la forma de la estancia son claves a la hora de decantarse por esta distribución en isla. Si los metros lo permiten, lo ideal es amueblar la cocina alrededor de ella.

La isla soñada está en tu cocina

Taburetes debajo de la isla de cocina.

La isla, como su nombre indica está aislada del resto de mobiliario. Se compone de módulos de muebles bajos con encimera.

Tiene la gran ventaja de permitir trabajar sin armarios suspendidos encima, por los cuatro lados del mueble y en una mesa de preparación de comidas muy amplia.

Un aspecto importante que hay que tener presente es que para agregar una isla deben soterrarse las instalaciones necesarias -gas, agua y electricidad-.

La isla se adapta especialmente a las estancias amplias y con distribución en forma de U, podríamos decir que es el elemento alrededor del cual se organiza la cocina.

Funciones a tener en cuenta

Este módulo central independiente alberga normalmente la zona de fuegos y en ocasiones también la zona de aguas, pero además ofrece gran capacidad de almacenaje bajo la encimera y puede incorporar una barra para comidas rápidas en un lateral.

Para almacenar los enseres más utilizados en la isla, una opción es colocar una rejilla suspendida encima donde se cuelguen sartenes, ollas u otros utensilios.

La isla también puede incluir un orificio con tapa para tirar los desperdicios. Este recurso ahorra desplazamientos y facilita enormemente la limpieza de la superficie de trabajo porque, al estar al mismo nivel que la encimera, basta con empujar los restos hacia el agujero con una bayeta.

Medidas, formas y distribución

Isla de cocina con fuegos

Al planificar una cocina con isla hay que calcular que el espacio recomendado de paso entre esta y los frentes es de 120 cm. Si la distancia es mucho menor, impedirá trabajar con comodidad, pero si es excesivamente amplia, la cocina dejará de ser funcional.

Las islas pueden ser cuadradas, pero la mayoría tiene forma rectangular para adaptarse mejor a la planta de la cocina -que normalmente suele ser alargada- o al espacio que deja en el centro de la estancia la distribución en U.

Para que sirva y sea práctica, la isla debe medir como mínimo 180×90 cm. Hay que tener en cuenta también que en las distribuciones con islas es importante que el fregadero y el frigorífico se sitúen en el frente más cercano al costado que alberga la placa de cocción.

Si se distribuyen correctamente los elementos, con una isla es fácil conseguir un triángulo perfecto de trabajo que harán que cocinar sea un auténtico lujo.

La isla soñada está en tu cocina. Comer sin humos

Cuando una isla de la cocina contiene la placa de cocción y al mismo tiempo alberga en uno de sus lados un área destinada a comidas, se hace necesaria una campana extractora de gran potencia para dejar libre de grasas y humos ese espacio.

En cualquier caso, aunque la estancia disponga de una mesa exenta y más alejada para comer, será conveniente cuidar este aspecto, ya que podría incomodar a nuestros comensales.

La campana extractora de humos conviene que esté a una distancia mínima de 65 cm por encima de la encimera para evitar golpes, aunque deberá adaptarse a la altura de los usuarios.

Al margen de que resulte imprescindible para liberar la cocina de malos olores, la campana extractora es también un lugar idóneo para situar puntos de luz.

Y después de leer este post, ¿qué te parece la idea de distribuir la cocina con una isla en el centro? Esperamos tu opinión.