Maneras de utilizar el menaje del hogar para hacer lámparas
Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez
En el fondo, existen múltiples formas de realizar una lámpara. Lo principal es tener electricidad y mucho ingenio. Por eso, te mostramos algunas maneras de utilizar el menaje del hogar para hacer lámparas.
Puedes convertir tu hogar en un espacio con decoración original, donde se puedan encontrar elementos que se salen de lo habitual. En este sentido, ¿por qué incidir en el ámbito de la iluminación para trabajar nuevos conceptos de diseño?
Dentro de esta línea, el menaje del hogar puede servir como medio para hacer decoración innovadora; pero ¿qué puede aportar a nivel decorativo? En realidad, se consiguen traspasar los límites propios del arte y se sacan de contexto los artilugios de cocina.
Convertir el rallador en una lámpara
La forma de un rallador es perfecta para hacer una lámpara. Su estructura es, concretamente, una campana que se ensancha, es decir, pasa de una base más estrecha a otra más amplia, sin olvidar los orificios laterales que permiten la salida de luz.
A su vez, la estética que ofrece es bastante interesante, simplemente por el diseño exterior y por ser de metal. De esta manera, encaja a la perfección en cualquier tipo de decoración, especialmente en la cocina y en interiores más minimalistas.
La manera de realizar la lámpara es muy sencilla: se introduce la bombilla por la parte más estrecha y tratando de que el asa quede enganchado por el cable. La luz sale hacia el exterior por distintos espacios.
Es sorprendente la manera en la que se puede hacer mobiliario para el hogar.
El escurridor: un cambio de función
Al igual que con el rallador, el escurridor puede servir para hacer una lámpara muy vanguardista. No obstante, conviene que sepamos sus características para esclarecer las posibilidades que tiene.
- Normalmente, son circulares, con una cavidad muy amplia, pudiendo cumplir perfectamente la función de campana.
- Tiene agujeros que, de la misma manera que el rallador, permiten la salida de luz hacia todos los ángulos de la habitación.
- Conviene que sea de metal. Por eso, evita los que son de plástico, ya que pueden deshacerse por el calor.
- Los hay de distintos colores, así le darán a tu casa un toque un tanto singular.
- Se ajustan perfectamente al cable y a la bombilla; de hecho, pueden pasar bastante desapercibidos por ser igual que las campanas de las lámparas.
- Estéticamente, rompe los moldes y se sale de la norma.
La conversión de la olla para cocinar
Es habitual encontrar en las casas ollas para cocinar. Algunas pueden ser más grandes y otras más pequeñas, pero en este caso, necesitaremos una que sea de tamaño medio. Busca dentro del menaje del hogar para encontrar la adecuada.
- Puede abrirse un hueco central para poder introducir la bombilla. Para hacerlo, va a ser necesario que colabore un herrero especializado, ya que el metal es difícil de abrir con herramientas de casa.
- Conviene que esté bien sujeta a un soporte superior, ya que la olla puede tener bastante peso.
- El formato es acampanado o cóncavo, permitiendo la focalización de la luz. Eso sí, los laterales son opacos, direccionando la iluminación hacia el suelo.
- Exteriormente, tiene la apariencia propia de una olla. De esta manera, se sale de contexto y se convierte en un recurso muy original y atractivo. Si se sitúa en la cocina, enlazará directamente con la funcionalidad que tiene el lugar.
Una olla vieja puede seguir teniendo otra utilidad y convertirse en un foco de iluminación.
Decorar con menaje del hogar: cucharas unidas
Otra fórmula muy curiosa es a través de la unión de cucharas. El sistema es más laborioso y requiere cierta destreza en la realización, pero el resultado es fabuloso y aporta creatividad y una originalidad sinigual.
Así, en este caso, para hacer la lámpara habría que unir las cucharas por la zona central, generando, por otro lado, una especie de pequeña campana donde se situará la bombilla. Es preciso que esta no sea grande, en el fondo encaja mejor una de formato pequeño.
Por otro lado, está el caso de colgar cucharas por los extremos de una campana, de tal manera, que quedaría en semimovimiento, es decir, están colgantes y no rígidas, permitiendo cierto margen de movilidad. Este formato puede resultar más asequible de hacer que el anterior.