Muebles viejos o antiguos. ¿Te atreves a recuperarlos?
Escrito y verificado por la interiorista Goretti Ayubes
Recuperar muebles viejos o antiguos es una práctica que cada vez tiene más adeptos. Y es que resulta muy gratificante ver como cualquier silla, mesa, cómoda u otra pieza envejecida o dañada por el paso del tiempo, una vez renovada, puede transformar el ambiente de nuestro hogar.
Con un poco de imaginación y paciencia, se pueden conseguir resultados sorprendentes. Según el acabado que se aplique, recuperando muebles antiguos se puede reforzar el estilo clásico o rústico de la vivienda, o crear un atractivo contraste entre un ambiente de diseño moderno y otro informal.
La tendencia actual es rescatar muebles del siglo XX, especialmente los de la época que va desde el estilo art déco de 1925 hasta la década de 1980, aunque también se pueden remodelar piezas actuales de madera, ya que dan un buen resultado.
Muebles viejos o antiguos. ¿Dónde encontrarlos?
Cuando se habla de muebles antiguos, hay que diferenciar entre los que tienen hasta 50 años de vida y los que van más allá del medio siglo de antigüedad que, por su valor, merece la pena dejar su restauración en manos de profesionales.
A los muebles que tienen hasta 50 años de vida, también se les llama de almoneda. Son más económicos y fáciles de renovar. Se pueden encontrar en múltiples lugares: desde el trastero de tu propia casa a los distintos mercadillos, rastros o anticuarios que se reparten por todo el país.
Hay que señalar que en los anticuarios se venden muebles ya restaurados y piezas de mayor antigüedad, aunque también se pueden adquirir piezas sin tratar.
Otra opción para conseguir muebles viejos es recoger los que otros dejan junto a los contenedores, o adquirirlos en centros de reciclaje, donde podemos encontrar auténticas joyas.
Aceptar el desafío
Restaurar y reciclar muebles es una tarea relativamente sencilla que puede hacer cualquier aficionado; siempre y cuando haya aprendido unas técnicas mínimas y disponga de cierta habilidad artesanal.
Cada mueble requiere métodos distintos de rehabilitación. Si la reparación es sencilla, no hay problema en realizarla uno mismo. Pero, en el caso de que se trate de un mueble con graves desperfectos o que necesite una reparación muy compleja, es recomendable acudir a un restaurador profesional o, incluso, a carpinteros, herreros, bronceros…
Es por ello que antes de ponernos manos a la obra es preciso observar el grado de deterioro del mueble y valorar si vale la pena el esfuerzo y el coste de su restauración. Hay que decir que, en general, siempre existen soluciones para recuperar un mueble antes de tirarlo.
Cambio de usos de los muebles viejos o antiguos
Te proponemos transformar un mueble antiguo en otro que te convenga más y totalmente diferente. Por ejemplo: se puede conseguir una práctica y decorativa alacena de estilo rústico ensamblando una cómoda y una vieja estantería.
Convertir una mesita auxiliar en un cómodo taburete con solo cortarla y tapizarla. Otra sugerencia muy actual es la de reformar las campanas de vidrio que se usaban en las huertas, y que ahora se adaptan muy bien como luminarias de techo.
Si te interesa modificar el aspecto de un mueble, también se pueden aplicar combinaciones de colores siguiendo las tendencias y la moda actual. Así, por ejemplo, un sillón de los años 60 con un estampado floreado se puede retapizar con otros tejidos de color crudo y adaptarlo a un espacio más actual.
Técnicas decorativas para tus muebles viejos o antiguos
No nos cansamos de decir que cualquier mueble viejo guardado en casa o adquirido en una almoneda se puede transformar y adaptar al estilo de nuestra vivienda, siempre y cuando apliquemos la técnica decorativa adecuada.
Si se desea dar un aspecto rústico a un mueble actual, se puede teñir con tintes al agua que intensifican los colores de la madera. Con técnicas como el estarcido, el esponjado o el peinado, se puede conseguir un mueble nuevo de aspecto envejecido e informal.
Para darle un aspecto elegante a un mueble, es aconsejable utilizar la técnica del dorado. Otra opción es envejecerlo con pátinas de cera, cambiar el color de la madera aplicándole laca, o enriquecer un acabado con cenefas y dibujos de diferentes colores.
Otro recurso decorativo muy interesante consiste en forrar o tapizar los muebles con tela y papel pintado; todo es cuestión de probar. Sustituye los herrajes o los tiradores de una puerta, verás que también lograrán un efecto notable.
En el caso de muebles con cierto valor artístico, es aconsejable aplicar la técnica del barniz o de la veladura, ya que se mantiene la visión de las tallas y los recortes de la madera. Aplicar posteriormente un tratamiento incoloro nos permitirá proteger y revalorizar la madera de nuestro mueble.
Eso sí, ten en cuenta estos dos consejos cuando vayas a recuperar un mueble: mantenlo en un ambiente adecuado y garantízate un uso correcto de los productos que utilices.