Diseño de un dormitorio para favorecer el descanso
El dormitorio es el espacio de la casa que utilizamos para descansar durante la noche y para relajarnos antes de que llegue esa hora. Un dormitorio para favorecer el descanso es vital para mantener una buena salud, y aunque pueda parecerlo, no solo el colchón influye en que este descanso sea bueno.
Con unas sencillas claves que te dejamos a continuación tendrás un dormitorio que favorezca el descanso de una forma fácil y práctica.
La cama: el elemento esencial para favorecer el descanso
Como bien hemos dicho anteriormente, el colchón, o en este caso la cama, no es el único elemento que influirá a la hora de favorecer el descanso, si bien es cierto que es uno de los más importantes.
Un buen colchón es necesario para asegurar y garantizar un descanso óptimo. Debido a las múltiples opciones que existen en el mercado debes escoger el que mejor se adapte a tus necesidades y en el que te encuentres cómodo y relajado para descansar.
Lo mismo ocurre con las almohadas, pues debido a sus características pueden ser más blandas o más duras, teniendo que escoger la que más se adapte a ti. Si tienes una cama de matrimonio, te aconsejamos adquirir almohadas individuales para no perjudicar el descanso de la otra persona.
Menos siempre es más
Una de las características principales que debe tener en un dormitorio para favorecer el descanso es que se debe contar con los elementos imprescindibles.
Con esto queremos decir que no debemos de tener una sobrecarga de elementos decorativos, pues lo único que conseguiremos es que nuestra mente esté en continuo movimiento debido a todos los estímulos que tiene a su alrededor, consiguiendo totalmente lo contrario en este espacio de la casa.
Un dormitorio organizado para favorecer el descanso
El orden es otro de los elementos imprescindibles que debe tener un dormitorio para favorecer el descanso. Si diariamente dedicas cinco minutos de tu tiempo en ordenar la habitación, no te supondrá ningún problema mantener un orden.
El orden transmite a las personas sensación de calma y de relajación, lo que favorecerá al descanso, además de no tener que pensar cada noche que a la mañana siguiente tienes mucho que recoger y ordenar.
Los colores también influyen en el descanso
Aunque a priori pueda parecer un aspecto sin importancia, los colores que se utilicen tanto para las paredes como para los muebles y la ropa de cama son esenciales para una mayor relajación y un mejor descanso.
El blanco, un color primordial para los dormitorios
El blanco es uno de los colores más utilizados en las habitaciones y que a pesar de los años no pasa de moda. Si decides utilizarlo para las paredes, puedes combinar una pared en color blanco con otra en colores pastel.
El blanco también es una buena opción para los muebles que incluyas en el dormitorio, ya que de esta manera el dormitorio en su conjunto transmitirá una calma que llegará a ti.
Como recomendación y como acabamos de decir, te aconsejamos combinar el blanco con otros colores de los que hablaremos a continuación, ya que una habitación totalmente en color blanco puede parecer que no tiene la suficiente vida.
Tonos pastel
Los tonos pastel son una gama de colores muy adecuada para el dormitorio. Al ser colores en tonos claros aportan frescura, alegría y relajación a partes iguales.
Puedes elegir estos para combinar en tus paredes o incluirlos en la ropa de cama combinados con algún elemento decorativo, como cojines o mantas.
El gris claro, perfecto para combinar
Si te gusta combinar colores para darle más vida al espacio, te recomendamos escoger este tono en combinación con otros, como el blanco o pastel, dando, así, más juego a tu dormitorio.
Además de ser un color relajante, el gris es uno de los colores más elegantes que puede haber a la hora de decorar.
Iluminación del dormitorio para favorecer el descanso
La iluminación es esencial a la hora de querer crear un espacio relajante. Debes evitar en todo momento instalar luces fuertes, pues estas alterarán tu mente y, por tanto, la relajación y el sueño se verán alterados.
El tono de la luz que debes utilizar en este espacio de la casa se debe parecer a la luz que entra al atardecer: una potencia baja y de un color rojizo. Evita también las luces más amarillas.
Además, te aconsejamos tener varios puntos de luz repartidos por el dormitorio, sobre todo si compartes habitación con otra persona. De esta manera, cada uno podrá tener en su espacio la luz adecuada.
Si tienes posibilidad, utiliza una lámpara que tenga luz reguladora para que cada momento que pases en esta estancia tengas la luz necesaria y adaptada a tus necesidades.