Cinta, una planta para purificar el aire
Si estás empezando a apasionarte por el mundo de las plantas, tienes que conocer la cinta. Esta es la planta perfecta y con beneficios increíbles. De hecho, es muy popular porque tiene la capacidad de purificar el aire en menos de 24 horas.
También se le conoce como lazo de amor, mala madre o por su nombre científico Chlorophytum comosum. Se distingue por tener unas hojas largas y muy verdes con unas pequeñas manchas de color amarillo y blanco. Es originaria de África y Asia, pero se cultiva en casi todo el mundo.
Su belleza y capacidad como purificadora la han hecho muy popular entre los amantes de las plantas y los que no lo son tanto. ¿Quiere saber más sobre ella? ¡Sigue leyendo!
La cinta y sus características
Dentro de las características principales de la cinta encontramos que es pequeña, no supera los 60 centímetros de altura. Por esto, es ideal tenerla en pisos pequeños o en zonas reducidas que requieran apoyo para purificar el aire. Cada una de las hojas tiene entre 15 y 75 centímetros de longitud y tan solo 2 centímetros de grosor.
A menudo la vemos en distintos tonos verdes, pero tiene unas flores hermosas que son pequeñas y tienen color blanco. ¡Son la combinación perfecta! A ello se suma que es una planta muy fácil de cuidar y agradecida, como dirían las abuelas. Se adapta a espacios húmedos como el baño y la cocina y requieren un riego moderado.
Purificadora de aire
La característica principal de la cinta y por lo que es tan apetecida es que una excelente purificadora de aire, así lo comprueban estudios científicos. Tiene la facultad de renovar el aire en los espacios que se van contaminando de monóxido de carbono.
Esta planta es tan eficaz que se dice que erradica hasta el 96 % de monóxido de carbono en los espacios contaminados y lo mejor de todo es que consigue hacerlo en unas 24 horas, aproximadamente.
¿Es una planta consumible?
La cinta es una planta que, además de purificar el aire, tiene flavonoides y bufadienólidos, compuestos que ayudan a disminuir el envejecimiento del organismo. Esto hace que sea normal preguntarse si esta mata se puede comer. Pues resulta que sí, con sus hojas pueden prepararse tés o infusiones beneficiosas para la salud.
Para preparar estas bebidas solo debes colocar un poco de agua a hervir, apagar cuando llegue el punto de ebullición y agregar las hojas. Dejar reposar un poco y consumir. También se pueden hacer vaporizaciones siguiendo el mismo proceso, pero en vez de consumir, se inhala el aire caliente.
Los 4 tipos de cinta
Al igual que muchas plantas, la cinta tiene una gran variedad de especies, se calcula que son unas 200. No obstante, nombraremos las cuatro más conocidas. Son las siguientes:
- Chlorophytum comosum Variegatum, es una especie de cinta que cuenta con unas hojas verdes muy hermosas con un borde de color blanco o verde muy claro.
- C.c. Pictoratum, este tipo de cinta tiene algo diferente y es que sus hojas son un poco más oscuras que las demás. Verde intenso que combina muy bien con el color amarillo. Se distingue también por tener un crecimiento más lento, en comparación con las otras de su clase.
- Chlorophytum comosum Vittatum, sus hojas son un poco dobladas y crece un poco lento.
- C. Capense, lo que diferencia a esta especie de las otras es que sus hojas son un poco más anchas.
¿Cómo debes cuidarla?
La cinta es tan fácil de cuidar que un principiante en jardinería puede cultivarla con total éxito. Los únicos cuidados específicos que requiere tienen que ver con la exposición a la luz, debe estar alejada del rayo directo para que no se sequen sus hojas. Lo ideal es que la coloques en habitaciones cerradas y húmedas como el baño.
Además, ten presente que para garantizar el óptimo crecimiento de tu cinta debes tenerla a una temperatura máxima de 30 grados centígrados. La planta resistirá bajas temperaturas, pero nunca superior a la mencionada. En cuanto al riego, este debe ser moderado, garantizando que el sustrato siempre esté mojado.
Por su parte, el abono es controlado, basta con que lo apliques en primavera o verano cada dos semanas. ¿Te animas a tener tu propia cinta en casa? ¡Da ese paso y no vas a arrepentirte!