Así puedes recuperar una planta con exceso de riego
Uno de los errores mas comunes de los que aman la jardinería es no calcular bien la cantidad de agua que necesitan las plantas. Es por ello que en este artículo vamos a contarte cómo puedes recuperar una planta con exceso de riego.
Con algunos consejos muy sencillos, esa planta que tanto te gusta volverá a estar tan bonita como siempre. Toma nota, coge tus guantes y tus herramientas que es hora de poner manos a la obra.
¿Qué le pasa a una planta con exceso de riego?
Lo que sucede cuando riegas de más alguna planta es que no puede intercambiar gases correctamente, ni absorber todos los nutrientes que necesita. A este proceso se le conoce como asfixia radicular.
Otra de las consecuencias del exceso de agua y, por lo tanto, la falta de oxigenación, es que los hongos pueden afectar a sus raíces. El problema en estos casos es que se suele tardar mucho tiempo en detectarlos y, para ese momento, ni el mejor de los fungicidas puede hacer nada por la planta.
Estos son los síntomas a observar
Para saber si tu planta tiene un exceso de riego, lo más importante es que la observes detenidamente. Una vez que estás seguro de que ese es el problema, podrás poner en práctica todo el mecanismo para rescatarla, pero no sin antes estar seguro.
Entre los síntomas que pueden presentar están los siguientes:
- No aparecen nuevos brotes.
- La planta está débil.
- Las hojas tienen un crecimiento muy lento.
- Aparece un color amarillento o en tonos marrones.
- Se le caen las hojas y las flores.
- El sustrato aparece compactado y puede adquirir un tono verdoso.
- La base del tallo se estrecha.
Debes tener cuidado, puesto que muchos de estos síntomas son los mismos que tienen las plantas con poco riego. Así que antes de tomar medidas drásticas, conviene que compruebes el estado de la tierra. Para ello, introduce los dedos lo más profundamente que puedas para verificar si el sustrato está húmedo o seco.
Recuperar una planta con exceso de riego
¡Ahora sí! Una vez que has comprobado que ese es el problema de tu planta, toca ponerte manos a la obra para intentar recuperarla; ten en cuenta que no siempre es posible lograrlo. Existen algunos tipos de plantas especialmente susceptibles a los encharcamientos y que no suelen reaccionar, como las suculentas, así que mejor que lo tengas en cuenta para evitar decepciones.
1. Secar tu planta
Para intentar recuperarla, lo primero es quitarle ese exceso de humedad que tiene. Para ello, deberás sacarla de la maceta y quitarle todo el sustrato que tenga pegado a sus raíces. Déjala secando al aire durante 12 horas aproximadamente. Solo de esta forma podrá respirar
2. Comprueba el estado de sus raíces
Una vez que le has quitado el exceso de humedad, podrás constatar el estado de sus raíces. Este es el momento clave, puesto que de ellas depende que pueda seguir viviendo o no.
Si las raíces están blancas, has tenido suerte: ¡están sanas! Si, por el contrario, te encuentras con unas raíces negras o que han comenzado a pudrirse, deberás podarlas para intentar sanearlas antes de plantarlas nuevamente.
Te recomendamos que uses otra maceta para volver a plantar puesto que puede tener hongos. Pero si te gusta mucho, lávala previamente y desinféctala para que esté libre de cualquier invasor.
Para estar seguro, se recomienda que utilices algún fungicida en las raíces por si quedaran restos de hongos. Este de Compo es bastante bueno y lo encuentras en Leroy Merlin.
3. Llega el momento de trasplantar
En la labor de recuperar una planta con exceso de agua, es básico darle una nueva oportunidad de vida y, para ello, debe tener un espacio rico en nutrientes. Ofrécele a tu planta un buen sustrato para que pueda crecer adecuadamente.
No te olvides de que la maceta tenga drenaje, solo así evitarás que vuelva a encharcarse. Las plantas necesitan poder eliminar el exceso de agua y esta de Ikea te lo pone fácil.
Un tip: evita aplicar abono o fertilizante. Las raíces están demasiado sensibles y podrían dañarse con tantos nutrientes de repente.
Ahora que ya has podido recuperar tu planta del exceso de riego, recuerda no volver a darle agua hasta que la capa superficial del sustrato esté seca.
Infórmate bien acerca de los cuidados específicos que requiere cada especie, solo así disfrutarás de tus dotes como jardinero sin matar a tus plantas.