10 hábitos para pasar del caos al orden
Cada vez están más de moda los gurús del orden que nos invitan a convertir nuestras casas en lugares minimalistas en donde reine la paz y la armonía. En los libros suena muy bien, pero ponerlo en práctica no siempre es tarea fácil.
No cabe duda que los beneficios del orden son muchos. Nos aportan una estructura para el resto del día y de situaciones, nos hace sentir tranquilos y nos ayuda a ser mucho más productivos.
Lo cierto es que el desorden puede llegar a generar ansiedad o mal humor y por lo general, no sabemos identificar qué lo está provocando. Más allá de que seas una persona más o menos ordenada, la clave consiste en introducir pequeños hábitos a tu rutina diaria que te hagan la vida más fácil y sin darte cuenta, formarán parte de ti y lograrás tener una casa en orden sin apenas darte cuenta.
El orden en cuestión de rutinas
1. Haz la cama
Parece algo simple, un gesto sin importancia, sin embargo es lo primero que debemos hacer al despertarnos. Esto supone una primera meta conseguida y al volver a casa, una sensación muy confortable y acogedora.
2. Mantén tu ropa lista
No permitas que el cesto de la ropa sucia se desborde o que la plancha se te amontone. Evita dejar demasiado tiempo la ropa colgada en el tendedero o amontonada sobre la cama del cuarto de invitados. Puedes poner un día a la semana para hacer la colada y otro para planchar, de este modo te será mucho más fácil.
3. No dejes para mañana, lo que puedas hacer hoy
Sabemos que en ocasiones puedes llegar cansado del trabajo o que has tenido un día agotador con los niños, pero intenta no postergar las actividades diarias. Esto solo hará que crezca el trabajo y el tiempo que tienes que invertir a cada actividad.
4. Lava los platos
Sí, es cierto que después de cenar apetece quedarse en el sofá tapadito con la manta y viendo una peli mientras nos quedamos medio dormidos. Pero piénsalo, ¿quieres despertar a la mañana siguiente con la cocina llena de plato sucios? Te garantizamos que el resto del día no irá del todo bien. Mejor que dejes la cocina recogida nada más terminar de cenar.
5. Un cajón para todo
No se trata de atiborrar un cajón con todo lo que no sabes dónde poner, solo de dedicar un espacio para dejar ahí todo lo que llevas en las manos cuando llegas a casa: las llaves, la correspondencia, las gafas, etc. Así no estarán rodando por todos lados y siempre sabrás dónde tienes esas cosas.
6. No acumular
Practica el desapego también con los objetos. Marie Kondo lo tiene muy claro, si algo no te sirve, no lo utilizas o no te hace feliz, va siendo hora de decirle adiós. Elije un día para hacer limpieza, puedes ir por habitaciones y pon tres cajas: una de ellas para todo aquello que vas a donar, otra para lo que vas a tirar y una tercera para lo que va directamente al reciclaje.
Puedes adoptar este lema: para que algo nuevo entre, algo viejo tiene que salir.
7. Haz listas
Los adictos al orden son grandes fans de las listas y en ellas encuentran una brújula para cumplir con sus objetivos y que no se les escape nada. Tu cabeza también necesita orden para que puedas manifestarlo fuera, así que ya sabes, coge papel y boli y comienza a apuntar todo lo que tienes pendiente.
8. Tus papeles
Basta ya de meter en un cajón todos los papeles, facturas, cartas y hasta propagandas que llegan a tu casa. Compra unas cajas o archivadores bonitos y clasifícalos nada más entrar por la puerta.
9. Un lugar para cada cosa
Busca un lugar específico para cada cosa. Apóyate en cestos, cajitas, separadores y un montón de utensilios que pueden facilitarte la tarea y aprende a dejar todo en su sitio. A veces no sabemos dónde guardar algo y se pasa dando saltos de una habitación a otra.
10. Menos es más
Esta es la regla de oro de todo aquel que le apasione el orden. Solemos tener demasiados objetos, mucha ropa, menaje y utensilios que generalmente no utilizamos y cuanto más tengas, más cosas tendrás para ordenar.
El orden es un hábito sano en sí mismo que debemos procurar en cada aspecto de nuestras vidas.