5 cosas que hacer después de un incendio en casa
Un incendio en casa es un momento crítico para cualquier familia. Depende de la gravedad del mismo, pero, por lo general, supone un momento de estrés muy importante. Esta situación de nervios provoca en muchos casos que no actuemos de la forma adecuada tras un incendio. Lo más importante es mantener la calma y no precipitarse.
Para que no haya ningún problema posterior, lo más recomendable es seguir los pasos que te proponemos a continuación. Con ellos lograrás garantizar tu seguridad y la de tu familia y no tener problemas con la compañía aseguradora.
1. Ventilar la vivienda, lo primero tras un incendio en casa
Lo primero que hay que hacer una vez que el incendio ha sido sofocado es ventilar la vivienda. El humo que ha quedado en el interior puede llegar a ser muy peligroso, así que hay que sacarlo lo antes posible.
Esta tarea no es como ventilar la habitación por las mañanas. No basta con media hora. En el caso de que tengas instalado un detector de humo, este te avisará e impedirá que se acumule mucho.
Lo más recomendado es que las ventanas estén abiertas al menos un par de días. Durante este período debes buscar alojamiento en casa de amigos o familiares, y aprovechar para intentar volver a la calma. El olor del humo se impregna fácilmente, y son necesarias bastantes horas para que la casa deje de oler a él.
2. Llamar al seguro
En el caso de que tengas contratado un seguro de hogar es importante que no toques nada. Tan solo tienes que abrir las ventanas tal y como hemos indicado en el apartado anterior. La compañía de seguros evaluará los daños en base a lo que vean en la vivienda.
Si limpias la casa y tiras los electrodomésticos o cualquier otro elemento, será imposible que la compañía pueda evaluar los daños de forma real y eficaz. Por lo general, tardan poco en visitar las viviendas, así que no tendrás que esperar.
Dependiendo del tipo de seguro que hayas contratado te informarán de los daños que cubre. También tendrás que llegar a un acuerdo acerca de las reparaciones.
Algunos seguros prefieren dar una cuantía de dinero y que el dueño de la vivienda contrate a los profesionales. En cambio, otras compañías más grandes cuentan con su propia plantilla.
3. No utilizar ningún suministro
Otro de los aspectos que tenemos que tener en cuenta es la utilización de suministros. Esto quiere decir que bajo ningún concepto tenemos que encender la luz, enchufar ningún aparato eléctrico o encender la calefacción.
Puede ser que tras el incendio estas instalaciones hayan sufrido algún tipo de daño. Es por ello que activarlas puede llegar a ser hasta más peligroso que el propio incendio.
Por todo ello, no utilizaremos ningún suministro en los momentos posteriores al incendio. Antes de volver usarlos es imprescindible que un profesional compruebe que no han sufrido daños. Será entonces cuando podamos volver a hacer uso de ellos.
4. Busca los documentos más importantes
Es probable que después del incendio tengas que desalojar la vivienda durante unos días. Depende del estado en el que quede, pero por lo general, no se puede acceder bajo ningún concepto. Hay que mantener la calma y evitar los episodios de ansiedad. Esta es la única forma de reaccionar de la forma adecuada.
Tienes que buscar los documentos más importantes: la escritura de la vivienda, los papeles del seguro, las tarjetas de crédito o los documentos de identidad son algunos de ellos.
Solo si tienes tiempo, puedes coger tus pertenencias más personales. Una buena opción es instalar una caja fuerte y así tener todos los documentos seguros y en un mismo espacio.
5. Realiza una lista de los daños tras un incendio en casa
Tal y como hemos comentado anteriormente, en un primer momento y tras un incendio en casa, vas a tener que realizar una serie de gestiones con la compañía de seguros.
Para facilitar este proceso puedes realizar una lista incluyendo todos aquellos objetos que han resultado dañados. Si quieres prevenir este tipo de daños, te recomendamos que eches un vistazo a las propuestas de decoración segura.
Realizar listados es una forma muy efectiva de organización. Además, podrás evaluar los daños a nivel global de una forma mucho más eficaz.
Si además cuentas con facturas, podrás proporcionarle al seguro el importe exacto de las pérdidas. Así será mucho más sencillo calcular la cuantía y llegar a un trato con la compañía aseguradora.