Arrimaderos, una tendencia que sube por las paredes

¿Conoces los arrimaderos? Una tendencia decorativa para nuestras paredes que lleva siglos entre nosotros.
Arrimaderos, una tendencia que sube por las paredes

Última actualización: 15 marzo, 2019

Desde hace algunos años, ha vuelto un elemento decorativo que parecía ya obsoleto e, incluso, olvidado: los arrimaderos. En este artículo queremos darte las claves para que aprendas a utilizarlos, a ponerlos y a elegir el material que mejor se amolde a tus necesidades y a la personalidad de tu hogar.

¿Qué son los arrimaderos?

Arrimadero de madera blanca.
Arrimadero / hubinmobiliario.cat

Es un revestimiento de pared que solo se coloca en la parte media inferior, evitando que el roce de muebles o de las personas dañe las paredes.

¿Un arrimadero es lo mismo que un zócalo?

Arrimadero.
Arrimadero / pinterest.es

No. Un zócalo se coloca en la parte inferior pegado al suelo, y no mide más de 10 cm de alto. Su función es la de proteger la pared de la humedad, de la aspiradora o de la escoba. Puede ser de madera, piedra o cerámica.

Un arrimadero, en cambio, sube por la pared alcanzando los 90 y los 150 cm, dependiendo de la altura del techo. Es ideal para zonas conflictivas, como los pasillos, cocinas o el dormitorio de los niños.

Con él evitamos que se ensucie la pared, y suele ser de materiales lavables, por lo que con un trapo húmedo suelen salir casi todas las manchas.

¿Dónde puedo poner los arrimaderos?

Arrimadero de madera para el pasillo.
Arrimadero / pinterest.es

Como te decíamos, son perfectos para proteger zonas de paso, como son los pasillos. Es una de las zonas de nuestra casa más propensa a los roces, y con un arrimadero haremos que la pintura se mantenga en buen estado por más tiempo, lo que se traduce, incluso, en un ahorro.

Otra de las áreas más conflictivas son las paredes de alrededor de la mesa del comedor. Con un arrimadero evitarás que las sillas las dañen. En los dormitorios infantiles dan mucho juego. Puedes crear diseños bonitos y utilizarlos como soporte para colgar en ellos algunos elementos.

En la cocina cuidan de que la grasa no penetre en la pintura, y una vez más, los arrimaderos facilitan las labores de limpieza. Puedes darle un doble uso si dejas un friso ancho que puedes utilizar de balda para decorar o poner algunas macetas con plantas aromáticas.

Si eliges un arrimadero con molduras y lo pintas en un color suave, puede ser el cabecero de cama perfecto de tu habitación. ¿Lo habías pensado?

Algunos materiales para arrimaderos

Arrimadero con papel de pared.
Arrimadero / trucosparadecorar.com

Los más comunes son de madera, aunque también son muy prácticos los de DM. En baños y cocinas son típicos los arrimaderos de cerámica, o el típico alicatado a media pared. Si quieres mejorar su diseño, incluye algún listón decorativo que sirva de separación entre ambos materiales.

Si pones papel pintado de la misma forma que se coloca un arrimadero, tiene la misma función práctica y decorativa. Solo ten cuidado de elegir uno lavable, para que puedas mantenerlo en óptimas condiciones por más tiempo.

Lo mismo sucede con los arrimaderos de tela. En este caso te recomendamos que no los pongas en una zona que quieras proteger, y solamente en aquellas en las que quieras dar un toque decorativo, puesto que los textiles son difíciles de limpiar.

¿Cómo se coloca un arrimadero?

Colocar los tablones de madera.

Si quieres hacerlo tú mismo, no es nada complicado. Lo más fácil es que si va a ser de madera, lo hagas con listones. Los puedes colocar a partir del zócalo, y su grosor puede determinar el ancho de cada tablón, para que vayan en armonía.

Ahora escoge una altura y corta los montantes verticales. Puedes hacerlo con adhesivo especial, o bien con clavos. Una vez colocados, vamos a colocar la parte superior, lo que es el remate.

Ahora todo depende de lo que tú quieras hacer. Puedes terminar de poner unos montantes verticales y pasar de cuadrados a rectángulos, puedes pintar toda esta parte inferior del mismo color, o bien combinar un par de colores.

Otra opción es poner unas molduras más pequeñas en el interior y más grandes en el exterior, ya que dependerá de la imaginación que tengas. Pon arrimaderos en tu casa y llénala de encanto al tiempo que proteges las paredes.