Casa del Pueblo de Víctor Horta: arquitectura y diseño
Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez
El modernismo nos ha dejado auténticas joyas de la arquitectura. Las construcciones de esta corriente artística se han convertido en un auténtico referente en la actualidad. Por eso, no está de más que estudiemos detenidamente la Casa del Pueblo de Víctor Horta: arquitectura y diseño.
Esta obra se aleja de los formalismos propiso del arte clasicista, sobre todo de la fuerte influencia que había generado en Europa el Neoclasicismo del siglo XIX. Este arquitecto lo que pretende es abrir un nuevo campo de visión y un nuevo rumbo que se aparte de los convencionalismos.
La ruptura con el costumbrismo arquitectónico queda patente en esta obra. Por supuesto, el mundo del diseño y la decoración que ofrece Horta es realmente sorprendente. Es importante que abordemos el estudio sobre esta casa y sus cualidades más significativas.
Un poco de historia sobre la Casa del Pueblo
La Casa del Pueblo se sitúa en Bruselas (Bélgica), en la plaza Émile Vandervelde. Se realiza entre 1896-1898, justo en pleno auge del arte modernista; de ahí que esta obra encaje dentro de este estilo y refleje los contenidos estéticos más característicos de este período.
Para concretar más aún, podríamos situar esta construcción dentro del denominado art nouveau. Fue realizada para el Partido Obrero Belga. Por este motivo, Víctor Horta recibirá la ayuda del famoso arquitecto socialista Richard Pringiers.
El emplazamiento donde se sitúa es bastante amplio, tratando de abarcar un espacio considerable, ya que dentro del edificio se situarían diferentes funcionalidades: oficinas, comercios, salas de gran tamaño, etc.
En el fondo, se estaba abriendo una nueva orientación en el mundo de la construcción: un edificio que pueda servir para distintas utilidades; en otras palabras, un aprovechamiento absoluto del espacio.
Funcionalidad y gusto por la decoración, así es la Casa del Pueblo.
Concepto artístico de la casa
A la hora de entender el concepto artístico de la casa, debemos partir de la base estética del estilo modernista. Principalmente, esta construcción se ha consolidado como un gran bloque en el que el conjunto se encuentra perfectamente relacionado entre sí. Veamos algunas características concretas:
- El edificio está situado en un terreno irregular, teniendo cierta pendiente y sabiendo adaptar bien la obra al lugar. En este caso, se está solventando un problema. Se considera, así, una solución completamente innovadora.
- Lo más importante de la obra es la cohesión que hay entre los espacios. Una comunicación plena en donde todo queda estrechamente vinculado. No se busca la independencia de las partes, sino que haya una relación estable y coherente.
- Por supuesto, queda presente la funcionalidad estructural, donde cada espacio se adapta a las necesidades de las personas. Existe, por tanto, una distribución adecuada. Eso sí, sin perder la concepción artística y tratando de embellecer a través de recursos simples.
- ¿Podría decirse que esta arquitectura se ha empleado como un campo de pruebas donde trabajar el modernismo? En parte sí, ya que va a ser en esta obra donde mejor se pueda visualizar esta corriente artística, tratando de sembrar lo que será la eclosión de este arte.
La expresión conceptual de la fachada de la Casa del Pueblo
El exterior del edificio es un componente descriptivo e identificativo del interior. Hay que tener presente que lo primero que entra por nuestros ojos es el exterior, de ahí que el interior esté adaptado a la estética alternativa de la fachada.
Pueden encontrarse diferentes materiales visibles: metal, estructura maciza de ladrillo y bandas horizontales de piedra blanca. Existen otros componentes vegetales que dinamizan y ambientan de forma sutil, guardando la estética modernista de forma contundente.
No obstante, lo que más puede llamar la atención es la sensación de aperturismo del interior al exterior y viceversa. Los ventanales que completan toda la fachada ventilada hacen que la casa esté en conexión con la calle.
El arquitecto elimina cualquier atisbo de hermetismo.
Nuevas sensaciones a través del interior
Cuando accedemos a la casa, podemos percibir una sensación de revolución arquitectónica; es decir, un conjunto formal e innovador que denota un nuevo rumbo para la arquitectura del momento.
Es en la infraestructuras, sobre todo, donde mejor se percibe la novedad constructiva. Se han empleado materiales y diseños originales, sin parangón alguno. Es posible que se haya inspirado en otros edificios de la época, pero Horta trata de mostrar la vanguardia y el sentido diferenciador.
H., Kliczkowski: Victor Horta, Loft, 2003.