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Cómo afecta la decoración del hogar a nuestras emociones

4 minutos
Nuestra personalidad puede verse afectada según el estado en el que tengamos la decoración del hogar. Por eso, es interesante que sepamos qué errores solemos cometer y qué debemos mejorar.
Cómo afecta la decoración del hogar a nuestras emociones
Francisco Jiménez

Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez

Última actualización: 16 enero, 2020

Residir en una vivienda confortable no tiene precio. No hay nada peor que llegar a casa y no sentirse a gusto. En el fondo, esto puede perjudicarnos a nivel personal; por eso, vamos a analizar cómo afecta la decoración del hogar a nuestras emociones.

Escoger los elementos decorativos que mejor se amolden a nuestra personalidad es algo fundamental. La posibilidad de combinar los recursos de forma coherente y ordenada fomentará el estado de bienestar. Por ello, es conveniente que nuestra casa esté de la mejor manera posible.

Aunque parezca irrisorio, una mala relación del mobiliario con los colores en las habitaciones puede generar ansiedad y estrés, principalmente por no sentirnos cómodos en nuestro espacio personal, convirtiéndose así en un lugar no habitable.

Decoración y emociones: el desorden es sinónimo de estrés

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Normalmente llevamos una vida a contrarreloj. Los horarios, el trabajo y las actividades diarias nos obligan a estar continuamente fuera de casa. Esto supone, en algunos casos, un descuido de la decoración y la higiene; de esta manera, el desorden empieza a ganar presencia en las habitaciones.

En el caso de que se tengan hijos, si nosotros no somos un ejemplo para ellos, aprenderán actitudes semejantes a las nuestras. Por este motivo, debemos ser un ejemplo y tratar de mostrarles cuál es el verdadero camino a seguir y cómo se debe cuidar el espacio personal de cada uno.

Siempre que tengamos desorden en casa significa que nuestra vida no está organizada. No le dedicamos el tiempo que se necesita para poder alcanzar el grado de bienestar. Si estamos estresados, entonces no mantendremos un cuidado de la casa; por eso, es importante detectar nuestra situación actual.

– El desánimo y el estrés se reflejan perfectamente en el desorden de nuestro hogar.-

5 beneficios de tener la casa bien decorada

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Una vez expuestas las consecuencias de no tener bien ordenada la casa, es momento de abordar los beneficios que nos proporciona la decoración siempre y cuando se realice de forma adecuada. Veamos a continuación alguno factores positivos:

  1. Tal y como se ha comentado antes, si el orden vence al caos, entonces conseguiremos sentirnos mejor. Llegar a casa y ver que todo está en su sitio requiere un esfuerzo diario que merece la pena.
  2. En el salón es donde mayor número de problemas pueden surgir. La combinación que hagamos del mobiliario con el color de las paredes es imprescindible. Trata de buscar la sintonía general y el diálogo entre la decoración; de este modo, se percibirá mayor comodidad.
  3. Los colores estridentes como el amarillo, el rosa o el rojo pueden generar cierta hiperactividad en nusetra mente y alterarnos. En realidad, conviene utilizar tonalidades más apacibles y neutras que puedan relajarnos.
  4. El baño debe convertirse en un espacio personal limpio. La higiene diaria es muy importante, por eso debemos convertirlo en un lugar agradable que nos haga sentir bien, donde la pureza esté representada a través del color blanco y en el que haya higiene.
  5. El equilibrio entre decoración y diafanidad puede ayudarnos a sentir espacialidad. Saturar los interiores no sirve de nada; por tanto, debemos guardar ciertas distancias entre los muebles para poder deambular y, a su vez, no excedernos en el uso de recursos decorativos por las habitaciones.

Decoración y emociones: el tipo de iluminación

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La luz condiciona directamente nuestro estado de ánimo. No es lo mismo una luz cálida y agradable que puede ser utilizada para leer, estudiar o ambientar el hogar, que una luz blanca y fría de carácter funcional que nos hace sentir más tensos.

Se recomienda el uso de ambas luces, pero hay que saber discernir cuál debe ir en cada habitación. En aquellas en las que permanezcamos más tiempo o donde descansemos, puede utilizarse la cálida, ya que nos va a proporcionar mayor confort.

En cambio, la blanca puede ser útil en espacio funcionales: la despensa, un trastero, la cocina o el baño. De todos modos, debe predominar más la cálida que la blanca ya que nos ayudará a sentirnos mejor.

Escoger adecuadamente los recursos decorativos

Un error en el que suele caer la gente es en la aplicación excesiva de recursos decorativos. Solemos acumular sin que exista una coherencia estética en los espacios.

Si se desea tener una temática determinada o un estilo concreto, es necesario que sepamos qué recursos pueden ser útiles para conformar una decoración que esté en sintonía con nuestra personalidad.



  • Quan, Diana: El paraíso es tu casa: un manual para ser feliz de puertas para adentro, Barcelona, Sipan Barcelona Network, 2017.