Decoración vanguardista: un nuevo estilo para el hogar
Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez
En ocasiones surge la necesidad de modernizar nuestro hogar y hacer de él un espacio diferente, que sea moderno y bajo nuevos diseños; es aquí donde se puede tener en cuenta la decoración vanguardista: un nuevo estilo para el hogar.
A la gente le gustan los diseños tradicionales, con formatos prototípicos que, en el fondo, son bastante comunes. ¿Por qué no dirigir los caminos de la decoración hacia otros rumbos más originales e innovadores?
El arte vanguardista ha tenido un puesto importante durante el siglo XX. Su concepto artístico se ha trasladado también al mundo del interiorismo; de esta manera, abordaremos en qué consiste este estilo decorativo y su aplicación en el hogar.
Diseño de interior
En primer lugar, hay que saber qué tipo de diseño caracteriza este estilo artístico. Por supuesto, se va a encontrar en el mobiliario; este hablará por sí mismo y la sencillez será la característica fundamental que predomine en la decoración.
Tanto las sillas, los sofás y las mesas guardan líneas básicas y esquemáticas, muy diferentes a las curvaturas vegetales que se encuentran en el estilo modernista. Así, el vanguardismo no busca complejidad, sino facilitar la visualización de la decoración.
A su vez, la distribución de muebles es más espaciosa, facilitando el tránsito entre ellos y reduciendo la decoración a unos elementos simples; es decir, sin recargar excesivamente pero sin reducir la estructura a módulos básicos.
Es importante dejar los muros vistos para que el color de las paredes también contribuyan en la decoración. Además, habrá sintonía entre los colores de los muebles con los tonos de estas.
– La simpleza es el principal concepto sobre el que se soporta la decoración vanguardista –
Combinación de colores
Un recurso muy interesante es decorar combinando colores. No es necesario recargar cromáticamente las salas, ya que convertiríamos la casa en una explosión de colores que resultaría bastante incómoda. Es preferible utilizar dos o tres colores a lo sumo.
- Blanco y negro: tanto en las paredes como en los muebles se pueden disponer estos dos colores, habiendo así una concordancia cromática. Queda muy bien el blanco en más paredes y contrastar con un negro en otra pared.
- Colores neutros: combinación de tostados y grises, blanco y gris, blanco y tostado, etc. Cualquiera de estas combinaciones es muy sencilla y no cabe duda de que aportan embellecimiento estético.
- Blanco y morado: esta combinación funciona perfectamente; de hecho, el morado aporta personalidad y una intensidad que no consiguen los tonos neutros.
- Azul oscuro y gris: el primero de estos colores aporta seriedad y cierta oscuridad que contrasta con el gris. En el fondo, es imprescindible que si hay un tono más oscuro se complemente con otro más claro que aporte luz.
Estas combinaciones son las más comunes. Evidentemente, pueden hacerse otras relaciones cromáticas; sin embargo, estas cuatro son formatos que se encuentran más comunmente en el mundo de interiorismo vanguardista.
– La sencillez debe estar presente también en la combinación de colores –
Disposición de elementos decorativos
¿Qué elementos decorativos puede estar presentes en este estilo? Existen múltiples fórmulas; no obstante, te mostramos aquellos que más puede encajar y que son más habituales:
- Lámparas: una con campana redonda colgante suaviza la estética; también encaja muy bien si tiene diseño troncopiramidal. Es importante que tenga relación cromática con las paredes y los muebles.
- Cuadros en las paredes: colocar tan solo uno por muro; la finalidad es que este quede visto y haya superficies vacías. ¿Qué estilos pictóricos son más interesantes? Abstractos, paisajes, cubistas, expresionistas, etc.
- Plantas: cualquier planta básica y sencilla aporta frescor y el color verde que aporta naturalidad en el ambiente.
- Otros recursos: jarrones, marcos de fotos, velas, televisión, etc. Cualquiera de estos elementos deben guardar esquemas básicos, líneas sencillas y formas geométricas, así generarán armonía con el conjunto.
La luz, indispensable en este estilo
Es importante que haya luz natural en el interior. Los ventanales grandes son fundamentales para que penetre luz directa y se realcen más las formas y destaquen más los colores.
De todos modos, también hay que disponer luz artificial, pero esta no debe ser tan directa como para que se irradie luz por todos los espacios. Es preferible disponer focos pequeños en el techo o una luz central.
El principal objetivo es que haya una luz tenue en la habitación, que genere un carácter alternativo y distendido; de esta manera, se conseguirá confort y tranquilidad, ya que la luz es un recurso básico que no puede faltar en las casas.