El color en la arquitectura de Luis Barragán
Escrito y verificado por arquitecto Renato Alonso Ampuero Rodríguez
En la arquitectura de Luis Barragán, el color ocupa un lugar importante, tanto como la dimensión espacial o la luz. Sus coloridos edificios destacan gracias a la luz que impacta en sus texturas ásperas y en los espejos de agua.
Luis Barragán es un referente de la arquitectura y el paisajismo latinoamericanos y mundiales. Las obras de este arquitecto mexicano demuestran un entendimiento muy alto del uso de la luz y del color.
La arquitectura de Barragán es de líneas y planos sobrios, pero audaz en el repertorio y paleta de colores. Su arquitectura utiliza el color como un recurso gráfico. Todo esto, combinado con un magistral manejo de la luz, da como resultado espacios de gran vitalidad.
La luz adquiere una nueva dimensión en su forma de proyectar, otorgándole a sus obras dinamismo y emoción. El juego de luz y color propuesto por Barragán provoca en el ser humano un continuo cambio de sensaciones.
Barragán aplica los mismos conceptos tanto en sus espacios interiores como exteriores. Por esta razón, este arquitecto destaca también por su manejo del paisaje en sus proyectos. Su obra se convierte en una clave fundamental para entender la relación de los edificios con el paisaje en el movimiento moderno.
Influencias en la arquitectura de Luis Barragán
Su infancia transcurre de manera apacible en el rancho familiar de Corrales. Este entorno rural de México será el primer gran recuerdo en la vida de este importante arquitecto, y que más tarde influenciará sus obras.
Al crecer rodeado de naturaleza, caballos y tradiciones populares, la arquitectura vernácula y la cultura popular fueron decisivos en su vida.
Al recibir el premio Pritzker en 1980 afirmó que: “En mi trabajo subyacen los recuerdos del rancho de mi padre, y en mi obra siempre alienta el intento de trasponer al mundo contemporáneo la magia”.
La cultura popular influencia su trabajo, desde las tradiciones mexicanas hasta los aspectos sensoriales. La arquitectura de Barragán está impregnada de los colores, los olores y la fiesta de su país natal, México.
Y es que el color es parte importante de las manifestaciones culturales mexicanas, haciéndolas singulares y coloridas. Esta concepción del color es aplicada con maestría por Barragán, proyectando espacios intensos y vibrantes.
En 1924 decide emprender un viaje por el sur de Europa y el norte de África. Durante el viaje queda conmovido por la serenidad y monumentalidad de la Alhambra y la arquitectura vernácula de África. Ya en Europa, también asiste a varias conferencias de Le Corbusier.
Este viaje entre el Mediterráneo español y Marruecos despierta su interés por la arquitectura de estas zonas. Las formas, los materiales, los olores y la cultura de estos países impregnan la arquitectura de Barragán.
El color en la arquitectura de Luis Barragán
Para entender el proceso de la aplicación del color que seguía Luis Barragán en sus obras, primero tenemos que entender el mecanismo de diseño. Barragán utilizaba bocetos y dibujos para plasmar los espacios que tenía en mente.
Estas primeras aproximaciones que realizaba se traducían en plantas y secciones dibujadas por su equipo de trabajo. Eran ampliamente discutidos y modificados hasta llegar a la propuesta final.
Barragán cumplía un paso previo a la construcción: invitaba a amigos arquitectos, artistas e historiadores del arte para que evaluasen el proyecto. Podemos decir que los instrumentos que utilizaba Barragán para proyectar eran bocetos y palabras.
Los colores y los materiales surgían no como algo definido, sino más bien como una intuición, una propuesta de lo que debían aportar al lugar.
La particularidad del proceso creativo de Barragán es que este creía en la importancia de experimentar en el edificio en construcción. Era usual que se cambien algunas dimensiones de muros o se añadan estos para modificar espacios.
Con este proceso también se definían los colores finales de las construcciones. Barragán aplicaba provisionalmente el color sobre paneles de cartón, los cuales cubrían los muros en su totalidad.
Los paneles se intercambiaban por otros de distintos colores, o simplemente eran movidos para cambiar de posición en el esquema. En muchos casos, aun cuando el color ya estaba aplicado, Barragán optaba por cambiar el matiz dependiendo de la luz.
El color se convierte en un componente importante de las obras de Barragán, incluso cuando es aplicado en el último momento del proceso constructivo. Es el medio por el cual trasmite las sensaciones espaciales, vinculadas con las superficies y proporciones del proyecto.
Yo creo en la arquitectura emocional; es muy importante para la humanidad que la arquitectura conmueva por su belleza.
-Luis Barragán-
La Casa Gilardi como ejemplo del uso del color
La casa Gilardi se ubica en Ciudad de México, al sur del Bosque de Chapultepec. Está configurada por dos volúmenes conectados por un patio y un pasillo.
El primer y mayor volumen, donde se encuentran los dormitorios, es de tres plantas. Al otro lado del patio se encuentra el segundo volumen, donde están los espacios de servicio.
Los colores cobran una nueva dimensión en la casa Gilardi. El color lila es usado para el patio, haciendo de este un espacio vibrante. El corredor es la transición para llegar a un espacio muy importante: el comedor con una piscina cubierta.
En la piscina destaca la aparición de un muro rosa, una pieza que rompe la horizontalidad del agua y que casi llega a tocar el techo. Este muro da otra dimensión al espacio, lo hace místico y sereno, creando tensión alrededor.
Finalmente, podemos afirmar que el uso del color en la arquitectura de Luis Barragán está completamente ligado a la cultura de su ciudad natal. La utilización del color por parte de Barragán es el fruto de numerosos estudios y ensayos a pie de obra que dan como resultado espacios vibrantes y místicos