La mejor manera de personalizar tu hogar
Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez
Si estás en proceso de decorar tu vivienda y quieres aportarle un contenido que defina y muestre tu carácter, te mostramos algunos consejos sobre la mejor manera de personalizar tu hogar.
A través de las formas y los colores se pueden reflejar muchas cosas: estados de ánimo, el carácter de uno mismo, la personalidad de ese momento, etc. Un caso muy ejemplar es la ropa, la cual va a ser el fiel reflejo de nuestra forma de ser y de lo que queremos expresar.
En nuestro hogar podemos aplicar el mismo procedimiento. Según cómo la amueblemos, lo colores que apliquemos o el diseño que tenga podrá mostrarse cómo somos en realidad. Nuestros invitados sacarán una concepción de nuestra personalidad nada más ver la casa.
La entrada debe ser el preámbulo
La primera estancia a la que accedemos nada más llegar a una casa es la entrada, la cual puede ser más o menos grande, pero lo que realmente interesa es la manera en que esté decorada. No cabe duda de que la entrada debe ser el principio de un contenido que después podrá descubrirse en el interior.
Lo primero de todo, debes tener presente el estilo que predominará en todas las habitaciones antes de personalizar tu hogar. De esta manera, la entrada será un espacio donde el color y la forma van a ir abriendo boca y ofreciendo una primera información con respecto al resto de la vivienda.
Ten en cuenta que es preferible un color claro para las paredes con el fin de no generar una percepción de oscuridad. En cuanto a los muebles, no satures demasiado, es preferible que haya un número limitado y que aporten funcionalidad y una estética determinada.
Nada más entrar en una casa, lo primero que percibes es lo que ofrece la entrada.
El salón debe tener tu lado más personal
Va a ser en el salón donde se tenga que trabajar en mayor medida nuestra propia personalidad, principalmente, porque será allí donde pasemos más tiempo, donde recibamos a nuestros invitados o donde hagamos celebraciones.
- El color de las paredes deben ser de tu agrado y ha de describir perfectamente tu personalidad. Evidentemente, si te gusta el negro, puede resultar demasiado estricto. Pero seguro que hay otro tono que sí puede quedar bien y que sirva de soporte perfecto para la decoración.
- En el caso del sofá, es ahí donde se puede trabajar el color, incluso pudiendo aplicarle el negro. No obstante, hay que entablar diálogo con la estética general y no tener cada elemento de un color diferente. Por eso, evita la saturación cromática.
- El estilo que hayas escogido, y con el que te sientas a gusto, ha de desarrollarse, principalmente, en este lugar.
- El contraste de formas y colores debe cuidarse y no romper la estética. Siempre que exista una línea bien definida puede conseguirse el objetivo de mostrar la personalidad y el buen gusto que tienes.
El dormitorio, lo más privado de todo
Quizá es el dormitorio el espacio donde se privatice más la vivienda, es decir, esta habitación es el lugar donde tendrás acceso, principalmente, tú. Se debe seguir la misma línea decorativa que se está haciendo en el resto de la vivienda.
- De nuevo, no debemos saturar el espacio al personalizar tu hogar. Ten presente que la cama va a ser un elemento fundamental y la protagonista del dormitorio. Es ahí donde se debe trabajar el color y el diseño para que se pueda reflejar tu lado más personal.
- Otros recursos interesantes serían una mesita de noche, una lámpara y un armario con los que poder complementar la cama. Recuerda que será, sobre todo, a través de los colores la manera de que pueda haber sintonía.
La sutileza en el baño al personalizar tu hogar
Si realmente quieres completar tu hogar dándole un toque más personalizado, es en el baño donde se puede aplicar un contenido mucho más definido y que se salga, además, de la línea del resto de habitaciones, pero siempre guardando una estética armoniosa.
Los azulejos que apliquemos en las paredes deberán tener un color determinado que predomine, pudiéndose combinar con el blanco. Hay que tratar de conseguir esa sensación de pureza e higiene.
De esta manera, la sutileza debe estar presente en este espacio, guardando una cromaticidad semejante a la del resto de la vivienda y, por supuesto, que refleje tu personalidad.
Emma, Callery: Enciclopedia práctica de la decoración, Everest, 2001.