La participación activa de toda la familia en la decoración
Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez
Decorar la casa es todo un reto. Normalmente, esta responsabilidad recae en un solo miembro de la familia y esto puede desencadenar un sobreesfuerzo para esa persona, de tal manera que el proyecto que se consideraba apasionante puede convertirse en un agobio. Por ello, la participación activa de toda la familia en la decoración es la solución.
La involucración de todos los miembros de la casa puede parecernos una misión imposible, puesto que debemos contar con varios factores: la diferencia de gustos, edades, tiempo libre, conocimientos en decoración, etc.
Lo ideal es encontrar el equilibrio en el que todos los componentes de la familia tengan su espacio creativo para sentirse cómodos. A continuación, se abordarán 4 consejos realmente interesantes.
1. Conocer los gustos de toda la familia en la decoración
El primer paso para planificar la decoración conjunta con la familia debe ser el conocimiento de los gustos y opiniones de todos. Para ello, la comunicación es fundamental.
Una fórmula para conocer los gustos de cada uno es buscar ideas conjuntamente. Se puede hacer una reunión para opinar sobre los diferentes estilos o recursos decorativos que se pueden incorporar al hogar. Es necesario asegurarse de que todos los miembros de la familia se sientan implicados en la decoración.
En este punto es muy importante tener en cuenta la opinión de todos y cada uno de los miembros de la familia, incluyendo a los más pequeños. De hecho, los niños empiezan a formar su personalidad a muy temprana edad, y una fórmula fantástica de expresarla es a través de la decoración.
2. Enmarca el arte de tus hijos
Los niños tienen la capacidad de expresar su personalidad a través del arte, con dibujos o manualidades. Una idea fantástica de integrar a los niños de la casa en la decoración es incorporando sus mejores creaciones en la propia decoración.
Enmarca las obras maestras de tus hijos y muéstralas con orgullo.
No se trata de exponer los dibujos de tus hijos de cualquier manera, sino de conjugarlos con el resto de la decoración, como si de una obra de arte más se tratara. Puedes hacer originales composiciones con varios dibujos, expuestos con un bonito marco que haga juego con el resto de la habitación.
De esta forma, no solo le estarás aportando un toque de color a tu casa, sino que, además, podrás conservar las creaciones de tus hijos según vayan creciendo. Además, estarás fomentando sus cualidades artísticas.
3. Planificar una decoración participativa
Una vez que hayamos definido el estilo decorativo que vamos a incorporar a nuestro hogar, es importante establecer una división de tareas en las que todos los miembros de la familia tengan su protagonismo. Debemos tener en cuenta que no todos tenemos las mismas capacidades. No obstante, todo es cuestión de organización.
- Si se va a pintar un espacio conjunto, como el comedor o la cocina, todos los miembros de la familia deben participar en la elección del color. Todos trabajan en la nueva imagen de la sala.
- Si por el contrario se trata de la decoración de un dormitorio infantil, los niños deben ser los grandes protagonistas de este proyecto. Su opinión es imprescindible, ya que son los inquilinos de ese espacio. Incluso, pueden ayudar a pintar algunas zonas del cuarto, siempre que su edad se lo permita.
4. Incorporar detalles personales de los miembros de la familia en la decoración
A lo largo de nuestra vida vamos adquiriendo objetos personales que, aunque no formen parte de la decoración, nos ayudan a definir nuestra personalidad.
Una fórmula interesante de conseguir que nuestro hogar refleje la personalidad y el carácter de cada miembro de la familia es a través de los detalles personales de cada uno.
- Los regalos de viajes son un recurso decorativo estupendo, ya que, además de ayudarnos a embellecer las estancias, poseen un gran valor sentimental al recordarnos los buenos momentos que se han pasado juntos.
- Las fotografías de los miembros de la familia y de los viajes realizados transmiten calidez, ternura y un carácter acogedor. No importa el espacio de la casa donde se sitúen, ya que cumplirán su misión de manera efectiva.
- Las manualidades de los más pequeños son la mejor forma de aportar ese toque de inocencia que no puede faltar en nuestro hogar.