Láminas de policarbonato: ¿qué son y cuáles son sus usos?
Escrito y verificado por la historiadora del arte Sofía Sangrador del Río
En esta ocasión, queremos hablarte de las placas o láminas de policarbonato. Así, conocerás cuáles son los principales tipos que existen y cuáles son los usos más frecuentes.
En primer lugar, cabe decir que el policarbonato es un termoplástico cuyas principales características son: resistir ante el calor y a los impactos y tener una transparencia óptica. Asimismo, resulta bastante liviano (no son necesarias estructuras complejas para que se sostenga) y es un buen aislante térmico. Se adapta con facilidad a las superficies: madera, metal, aluminio…
Como consecuencia, es apto para numerosas opciones. De hecho, ocupa un importante lugar dentro del mercado. Además, podemos encontrarlo en distintos tipos de láminas, que son las siguientes:
- Lámina sólida o también monolítica.
- Lámina celular o alveolar.
- Lámina acanalada sólida.
A continuación, te dejamos algunos de sus usos más habituales. Lo encontramos en ámbitos como la construcción, la arquitectura, en interiorismo, la industria o el diseño.
Recuerda que las láminas de policarbonato son esenciales en espacios con estructuras resistentes, pero que dejan pasar la luz al interior.
Láminas de policarbonato para tragaluces y domos
Muchas veces, uno de los problemas en las viviendas en la actualidad es la falta de espacio e iluminación en casa, bien porque la casa es muy pequeña o simplemente por su orientación.
Para evitar espacios oscuros, contamos con distintos recursos para conseguir casas o pisos más luminosos. Aunque obviamente, siempre hay que contar con la ayuda de focos de luz artificial, es importante potenciar la luz natural en la medida de lo posible.
Pues bien, los tragaluces, claraboyas y domos pueden ser una buena opción para conseguir espacios más iluminados. Si no están en la casa en el origen, habrá que hacer obras, pero merece la pena el resultado. Eso sí, esto solo puede aplicarse en las casas altas de los edificios, como las buhardillas.
Techos transparentes o traslúcidos
Como por ejemplo para porches, terrazas o patios cubiertos. Al igual que algunas personas optan por cerramientos acristalados para dar más uso a estos espacios, uniéndolos de este modo al resto de la casa (normalmente a la cocina o salón), colocar un techo es una variante de esto.
Podrás encontrarlo a medida en algunas tiendas, como por ejemplo Leroy Merlin. Actualmente, puedes comprar un techo para cubrir una superficie de 12 metros cuadrados. Su precio es de 369 euros. Puedes consultar más información sobre este caso concreto en el siguiente enlace.
Invernaderos
Si tienes una casa en el campo o con jardín, y te gusta la idea de cultivar tus propios productos, tener un invernadero es la clave para ello. En Amazon puedes adquirirlos por unos 300 euros aproximadamente. Hay varios modelos disponibles, por lo que será fácil encontrar el que se adecue más al espacio que tengas disponible.
Al principio de este post, te dejábamos las características y ventajas de este material, del policarbonato. Si las aplicamos en este caso en concreto, las ventajas serán claras: las plantas, frutas y verduras estarán perfectamente protegidas ante las inclemencias del tiempo (lluvia, viento, granizo o excesiva luz solar, por ejemplo) y ante el usual ataque de los pájaros.
Piscinas
Por esas ventajas a las que ya hemos hecho referencia, es habitual su uso como cubierta de polideportivos, piscinas o spas, por ejemplo. Es cierto que hará falta hacer obras para instalarlo, pero existen muchas opciones disponibles para valorar los pros y contras de cada una.
Así, se contará con un mayor aislamiento, por lo que la temperatura del agua será más estable, lo que es de agradecer. Se puede aplicar a la superficie una capa antigoteo, por lo que, además, la condensación del agua se deslizará por las paredes de la cubierta, sin gotear.
Estos son solo algunos ejemplos de los usos que puedes darle a las láminas de policarbonato. Sin duda, su uso es muy frecuente y conlleva muchas ventajas.