3 pautas para poner espejos en el techo
Escrito y verificado por la historiadora del arte Sofía Sangrador del Río
Aunque no son muy habituales, los espejos en el techo son una de las posibilidades que puedes tener en cuenta a la hora de decorar tu vivienda.
Sin duda, los espejos son objetos básicos en el mundo del interiorismo, no podemos imaginarnos una casa sin ningún espejo. No cabe duda de que son de los complementos de hogar más utilizados.
Además, hay modelos muy variados, ya sea en cuanto a dimensiones, marcos, formas e incluso estilos. Podrás encontrarlos en cualquier tienda, también puedes adquirirlos a través de Internet.
Y aunque lo más usual es verlos en las paredes de dormitorios y baños, en esta ocasión queremos hablarte de la posibilidad de colocarlos en los techos, dando un giro a la decoración de la habitación. También son muy utilizados en oficinas o locales comerciales.
1. Ten en cuenta el estilo decorativo de tu vivienda
Los espejos en el techo tiene cierto impacto visual, por muy sencillos que sean. Por eso, debemos prestar atención a sus diseños, sobre todo si cuentan con algún marco decorativo.
Aunque estén colocados en el techo, no podemos escoger cualquier modelo para ello. Debemos fijarnos en la pintura escogida para el techo, el estilo de la lámpara…
En función del estilo decorativo de la habitación, puedes colocar los espejos de una manera u otra. Piensa que no tienes por qué colocar solo un espejo, sino que puedes optar por varios espejos más pequeños, para colocarlos alrededor de la lámpara.
Si tienen marcos, también tienen que adecuarse al estilo de la habitación. Por ejemplo: si es un interior de tipo industrial, puedes colocar bombillas alrededor, si es nórdico, puedes escoger un marco blanco. Todo depende un poco de tus gustos.
2. Escoge un espejo con las dimensiones adecuadas
Sin duda, esto es muy importante. Si pesa demasiado, puede llegar a descolgarse, así que hay que encontrar un espejo con el menor peso posible. Para ello, debemos prestar atención al tipo de material.
Al igual que los espejos de pared, hay que tener en cuenta el tamaño del espejo, para que resulte proporcional al del resto de la estancia. Además, no es lo mismo decorar un pasillo estrecho que una habitación amplia. Para el primer caso, escogeremos un espejo alargado, mientras que para el segundo, escogeremos un formato cuadrado, por ejemplo.
Y si la lámpara es muy grande, puedes disponer pequeños espejos a su alrededor, no tiene por qué ser de forma simétrica, al igual que la forma de los espejos: en forma hexagonal, irregular, ovalada…
Ten cuidado con el espejo que adquieras; si es de pared, quizás se deformen un poco las figuras si lo cuelgas del techo. Independientemente de las dimensiones, verás que no es muy difícil colgar estos espejos.
3. Piensa en las ventajas y los inconvenientes
En primer lugar, piensa que con los espejos en el techo la sensación de amplitud y luminosidad se verá ampliada automáticamente. Por eso, son ideales sobre todo en habitaciones o pasillos pequeños, estrechos o con techos bajos.
Si quieres aumentar aun más esa sensación, puedes usar espejos de pared o muebles con superficie de espejo, como mesas, por ejemplo. O también puedes usar pinturas esmaltadas con brillo, con ellas, lograrás un efecto similar. Si no, también puedes optar por complementos con espejo, como por ejemplo bandejas o remates de muebles.
Sin duda, los espejos en el techo añaden otra dimensión a la habitación, sea cual sea. Sin embargo, es verdad que son más comunes en unas habitaciones que en otras.
Por ejemplo: según la filosofía oriental del Feng Shui, no es nada recomendable tener espejos en la habitación, ya que la energía (de la que se ocupa mucho esta disciplina) iría y vendría continuamente, lo que afectaría a tu manera de descansar. Los espejos en el techo no son la excepción. Por eso, son más habituales en hoteles eróticos, es decir, en lugares donde las parejas pueden pasar una noche, pero no vivir de manera continua.
Esperamos que estas ideas te hayan sido de ayuda y te animes a incorporar espejos en el techo. Conseguirás que las estancias parezcan más amplias y luminosas. Además, esto se puede aplicar desde a un salón hasta a una tienda de ropa.
Serrano, Casilda. “Empieza la clase”. Revista Architectural Digest. 2015. Información disponible en el siguiente enlace: https://www.revistaad.es/decoracion/casas-ad/articulos/la-casa-de-nacho-duato/17230