La propuesta de vivienda social de Alejandro Aravena
Escrito y verificado por arquitecto Renato Alonso Ampuero Rodríguez
La vivienda social de Alejandro Aravena, importante arquitecto chileno, destaca por la nueva visión con la que es proyectada. Los trabajos de Aravena para vivienda de carácter social destacan debido a la concepción de edificio evolutivo que plantea.
Quizás, uno de sus proyectos más destacados sea la Casa Incremental, la cual es una vivienda social que se define como “la mitad” de una vivienda. Como líder del estudio Elemental, Aravena ha sabido lidiar con situaciones de crisis, tanto climáticas como sociales.
Este arquitecto chileno desarrolla sus proyectos bajo la idea de que la cuestión de la vivienda social no es solamente un problema de metros cuadrados. Sus proyectos van más allá e intentan resolver también aspectos más cualitativos.
Aravena se obliga a trabajar con lo estrictamente necesario, desechando lo superfluo en la arquitectura. Su postura la resume en una frase: “La vivienda social requiere que se trabaje con calidad profesional, no con caridad profesional “.
En 2016 recibe el Premio Pritzker, adquiriendo renombre a nivel internacional. Con este premio, también se difunde su trabajo destinado a viviendas sociales para la población desfavorecida.
Vivienda social de calidad
Aravena aplica el concepto de “vivienda progresiva”. Esto es el resultado del minúsculo presupuesto que tenía para construir las viviendas sociales. El proyecto plantea la construcción de la mitad de la vivienda.
Esta idea buscaba que el proyecto no sea el típico de interés social, con una hilera de casas o pequeñas casas individuales. La propuesta consistía en la construcción de la mitad de una buena casa, con calidad espacial, que tendría el mismo costo.
El estudio, liderado por Aravena, proyectó una casa básica con el equipo sanitario necesario y dos habitaciones en un espacio de 40 m². Teniendo esta base, las familias se hicieron cargo de la construcción del resto de la casa de manera progresiva.
Alejandro Aravena desarrolla sus proyectos de vivienda social pensando en ofrecer una casa a aquellos que menos ganan. No es solo que puedan acceder a una vivienda de calidad, es dar la posibilidad de obtener un crédito hipotecario accesible.
“Si crees en algo, debes ser lo suficientemente valiente para que, si las decisiones que tomas no siguen a la manada, puedas seguir adelante.”
-Alejandro Aravena-
Quinta Monroy
El proyecto llamado Quinta Monroy es producto de la necesidad de darles las condiciones mínimas de habitabilidad a unas 100 familias. Estas ocuparon ilegalmente, y por al menos 30 años, un terreno de 0.5 hectáreas en el centro de Iquique, Chile.
Una de las limitaciones principales se tuvo a la hora de la asignación del presupuesto. Este era bastante reducido, alrededor de unos 7.500 $ por familia, y debía cubrir los costos del valor del terreno, la urbanización y la arquitectura.
Como respuesta a esta problemática, se llegó a la conclusión de que las viviendas tuvieran una superficie de 36 m², es decir, solo la mitad de la casa. La idea consistía en que los usuarios de las viviendas serían los encargados de las ampliaciones futuras, llegando a los 70 m² por vivienda.
El concepto era el de un edificio vertical, el cual debía crecer en su primer piso de forma horizontal y en su último piso de forma vertical. Tomando estas premisas se logró lo que se buscaba: libertad al ampliar las viviendas.
Al finalizar la obra, a cada familia se le entregó el 50 % de la vivienda, en el cual estaban incluidos los equipamientos básicos, como baños, cocina, etc. Cuando la vivienda se amplíe, los servicios se integrarán sin ningún problema.
El proyecto también incluye el tratamiento del espacio colectivo, el cual es una propiedad común, pero de acceso exclusivo de los residentes. Este espacio colectivo permite dar lugar a la consolidación de la vida comunitaria, incluyendo áreas de juego infantil y reuniones de vecinos.
Vivienda social de Alejandro Aravena en Monterrey, México
El Gobierno de Nuevo León, México, encarga a Elemental el diseño de un conjunto de 70 viviendas en un barrio de clase media. Con unos requerimientos sociales y de terreno similares a Iquique, deciden aplicar la tipología de la Quinta Monroy.
Con un presupuesto mayor, que ascendía a 20.000 $ por vivienda, se decide aplicar la misma estrategia que en Chile. Se proyecta la construcción usando los recursos estatales de la mitad de una vivienda buena, la mitad más difícil.
Esta mitad contiene los equipamientos básicos de la vivienda, así como la conexión vertical de los pisos. Una de las características observadas por el equipo de Aravena se centra en la autoconstrucción, la cual asegurará la ampliación futura de la vivienda.
La propuesta consiste en un edificio continuo de tres pisos de altura, siguiendo la misma tipología aplicada en Chile. A nivel de sección, se superpone una vivienda en horizontal (primer nivel) y un apartamento dúplex (segundo y tercer nivel).
Al igual que en la Quinta Monroy, al finalizar la obra se entregará la primera mitad de la vivienda, unos 40 m². La vivienda del primer nivel tendrá la posibilidad de crecer hasta los 58 m² aproximadamente, y el dúplex hasta los 76 m².
El espacio comunitario se encuentra rodeado por las viviendas, reduciendo la distancia entre este y las zonas verdes. Este espacio se proyecta de esta manera para asegurar el cuidado de las áreas, así como para ofrecer un lugar de encuentro vecinal.
Aravena es un arquitecto comprometido con su obra y su tiempo que piensa que la arquitectura es una herramienta para encontrar soluciones. Con sus proyectos intenta democratizar el acceso a la vivienda de calidad.
Como muestra del sentido social de Aravena, este liberó sus proyectos más emblemáticos de vivienda social para que puedan ser utilizados libremente.