Renovar la casa con telas
Escrito y verificado por la interiorista Goretti Ayubes
Si quieres renovar la casa con telas, tienes que tener en cuenta que contribuyen con su color, textura y diseños a enriquecer los espacios y a que estos ganen en calidez y vitalidad.
A lo largo de la historia, los tejidos naturales han estado siempre presentes en la decoración del hogar. Las telas tienen la cualidad de adaptarse a cualquier ambiente, tanto a los espacios íntimos de la casa -dormitorio o baño- como a las zonas comunes del salón, la cocina, el recibidor…
Las telas son capaces de modificar la percepción de formas arquitectónicas, renovar el aspecto de un mueble o regular la cantidad de luz que entra en una estancia.
Renovar la casa con telas: cómo elegirlas
Su valor como elemento decorativo es indiscutible. Sin embargo, a la hora de elegir la tela no hay que olvidar aspectos prácticos, como su lavado, mantenimiento y resistencia.
Así, para el uso diario es recomendable elegir telas lavables y resistentes. Es recomendable dejar los tejidos más delicados para decorar lugares de poco uso. Se aconseja también el uso de telas con textura, ya que aportan profundidad.
Si en la casa hay alguna persona asmática o con problemas de alergia, se deben elegir tejidos naturales, como el algodón, ya que acumulan menos polvo.
Combinaciones acertadas
El diseño y la textura del tejido pueden transformar la percepción de una estancia. Así, en habitaciones poco iluminadas y pequeñas es aconsejable utilizar telas de colores claros y cálidos -naranjas, ocres- o con estampados muy sutiles.
En cambio, en estancias amplias quedan mejor las telas de colores fríos -azules, verdes, violetas…-, que aportan un aire fresco al ambiente. Son muy recomendables los estampados con motivos de gran tamaño.
Para mantener el equilibrio estético, conviene que la gama cromática de los tejidos y su textura estén en consonancia con las de los suelos, paredes y mobiliario.
Para hacernos una idea del resultado final, es muy recomendable pedir muestras de tejidos y materiales que se quieran combinar; por ejemplo: una tela para la cortina, otra para el sofá, la madera para el parqué y la pintura para la pared.
Cómo influye la luz a la hora de renovar la casa con telas
Antes de adquirir una tela, se aconseja mirarla bajo la luz natural y artificial, ya que según la iluminación que incida en el tejido la tonalidad que adquiere es distinta y la textura se percibe de forma más o menos destacada.
Para evitar sorpresas inesperadas, lo mejor es colocar la muestra de la tela seleccionada en el lugar de la casa donde se utilizará. De este modo, se puede observar el tipo de luz que recibe y decidir si consigue el efecto deseado.
Crear un estilo propio
¿Quieres saber cómo conseguirlo? A la hora de mezclar telas se deben tener en cuenta algunas consideraciones para evitar sobrecargar el espacio. Es muy importante buscar una coherencia entre los distintos colores y diseños.
Una opción interesante es colocar telas en sitios poco previsibles. Además de utilizar los tejidos para vestir las ventanas, la mesa y el sofá, también se puede renovar con telas el aspecto de una cómoda revistiendo la parte frontal de lo cajones.
Las telas en la pared confieren una gran calidez. Se pueden emplear en la mayor parte de estancias del hogar, excepto en cocinas y baños, por la acumulación de grasas en el primer caso y de humedad en el segundo.
Por sus características, las telas funcionan como aislante térmico y acústico, son especialmente indicadas para revestir las paredes de los salones y los dormitorios. Los tejidos más apropiados son los que tienen caída, como el algodón.
Renovar la casa con telas: tipos
El peso de una tela o su cualidad diáfana u opaca determinan los usos que se le puede dar en la casa. Así, por su utilización, se distingue entre telas para forrar, tapizar o para ropa de cama, entre muchas otras.
Telas pesadas
Las telas con peso proporcionan solidez; aunque pueden resultar opresivas, especialmente si se usan en lugares cálidos. Son muy adecuadas para tapicerías, cortinas de gran tamaño y fundas. A menudo cuesta manejarlas porque son voluminosas y pesadas. Destacan la felpilla, el terciopelo o la lana.
Renovar la casa con telas ligeras
Cuanto más ligeras, más delicadas y translúcidas sean, menor presencia parecen tener en la estancia. Se usan para cortinas, visillos, tapicerías sencillas, ropa de cama y mesa. Resultan fáciles de manipular y limpiar. Destacan la seda, el algodón, el lino y la cachemira.
Telas diáfanas y opacas
Las telas diáfanas, como la muselina, la gasa o el tul, son muy adecuadas para visillos. En general, no son fáciles de trabajar, pero sí de fruncir. Las más tupidas o las totalmente opacas, como el satén de algodón y la indiana, son las preferidas para forrar.