Cómo solucionar el desgaste de los muebles
Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez
El paso del tiempo puede pasar factura a la decoración del hogar. A veces, aparecen graves deterioros en los materiales que afectan a la apariencia externa y perjudican la estética del conjunto; por eso, analizamos cómo solucionar el desgaste de los muebles.
Si nos fijamos en el estado de las mesas, las estanterías, los armarios y los asientos, entre otros, podremos comprobar que las apariencias no son las mismas que cuando los adquirimos en la tienda. Al tener un uso, evidentemente, van a sufrir algunos daños que, a largo plazo, se notan.
Es momento de analizar cuál es la situación de todo nuestro mobiliario, qué necesidades precisa para mejorar su situación y cómo podemos recuperar la imagen inicial que tenían. El procedimiento no es sencillo, pero los resultados son formidables.
El desgaste de los muebles: comprobación y evaluación
El primer paso es comprobar cómo se encuentra el mobiliario. Al cabo de un año, se puede apreciar cierto desgaste en las superficies, como ocurre, por ejemplo, en la mesa del comedor donde la madera pierde su color natural y puede haber ligeros impactos marcados.
El sofá es otro de los recursos que más sufre. Ya sea de polipiel o de cuero, la superficie se va erosionando levemente y el material se desgasta. De la misma manera, ocurre con las sillas cuya utilización diaria causa graves secuelas, incluso si son metalizadas.
Una vez que hemos comprobado el estado de los materiales, es momento de evaluar la situación e intervenir para restaurar y mejorar la apariencia; solo así conseguiremos un resultado eficiente.
Si echamos un vistazo a nuestro alrededor, comprobaremos que el mobiliario sufre consecuencias severas.
Solucionar el desgaste de una mesa de madera
Las mesas suelen tomar protagonismo en diferentes estancias: el salón, el comedor, la cocina, el despacho, etc. Las que más predominan son las de madera y, a su vez, son las que más sufren; en cambio, las de metal o de vidrio padecen menores secuelas generalmente. Veamos 3 pasos a seguir:
- Es importante que no tenga nada de suciedad, por lo que se hace necesaria la aplicación de agua y jabón neutro. Para no perjudicar a la madera, es mejor hacer este proceso con un trapo suave de algodón o con cabos y sin encharcar demasiado.
- Una vez seca la superficie, para quitar el desgaste, debemos usar lana de acero y pasarla por encima ejerciendo cierta presión. Seguramente, quede algo de barniz rascado; este puede quitarse fácilmente con papel de cocina.
- A continuación, sellamos los poros y, finalmente, aplicamos cera de abeja y carnauba mediante cabos. Para un correcto acabado, le daremos una última pasada con un trapo seco de algodón con vinagre blanco para conseguir brillantez.
Solución para el desgaste de los muebles: el sofá
Tal y como hemos comentado anteriormente, el sofá es uno de los muebles que más sufre ya que solemos utilizarlo a diario. En este caso, los que están fabricados en polipiel tienen un mayor aguante y no se aprecia tanto el desgaste pero, por otro lado, los de cuero suelen evidenciar marcas más evidentes.
Antes de restaurar la superficie, debemos limpiar el sofá con una esponja o cepillo y un producto especial para este material. Primero, desengrasamos aquellas partes que en peor situación se encuentren.
Una vez aplicados estos productos, intervenimos mediante una esponja-lija realizando varias pasadas. Después, aplicamos el tinte reparador, disponiéndolo con toques suaves y asegurándonos de que coincide con el color del sofá. Finalmente, lo secamos para acelerar el proceso.
Cómo solucionar el desgaste en los muebles de metal
El mobiliario de exterior es el que tiene mayor desgaste. Esto se debe a las inclemencias meteorológicas y a su abundante uso en época primaveral y estival. Por eso, vamos a conocer cuáles son las soluciones para mejorar la situación del metal.
A través de un cepillo de púas podemos limar ligeramente la superficie y, si es necesario, recurrimos a una lija fuerte para las zonas más dañadas; es importante quitar los restos de óxido. Para finalizar este paso, eliminamos toda la suciedad al pasar un cepillo o papel de cocina.
Para terminar el proceso, simplemente procederemos a repintar el mueble. Para ello, debemos asegurarnos de tener una pintura apta para metal. De esta manera, ocultamos todas las imperfecciones de la superficie.
Smith, Alan: Cómo restaurar y reparar muebles, Madrid, Tursen-Herman Blume Ediciones, 1995.