Todas las claves del estilo escandinavo
Escrito y verificado por la técnico en Decoración de Interiores 3D Sonia Budner
Este es otro estilo que nos encanta por su sencillez, su luz y su funcionalidad. El estilo escandinavo crea espacios de gran belleza y calidez utilizando la mínima cantidad de elementos. Conseguir esta sensación de calor con el uso de tonos neutros y con pocos elementos requiere de una técnica y de unas claves básicas.
Es un estilo minimalista muy particular, alejado de los grandes espacios fríos del minimalismo puro. Sus líneas limpias, la elegancia discreta y el uso de elementos naturales y artesanales hacen de estos espacios verdaderos paraísos donde perderse.
Nacido en los años 50, el estilo escandinavo ha sabido mantenerse y consolidarse hasta nuestros días y se ha convertido en uno de los estilos más apreciados en todo el mundo. Aquí tienes una guía rápida de consejos para ayudarte a recrear tu propio diseño de interior en estilo escandinavo para que infundas funcionalidad y estética a tu casa. Vamos a verlo.
Los materiales
El estilo escandinavo es sinónimo de madera y materiales naturales. Los suelos se cubren de madera. Este es el denominador común de las casas escandinavas. Este estilo, en su versión más pura, prefiere los suelos de madera natural sin tratar y en grandes lamas, al que suelen incorporar debajo un sistema de calefacción radiante.
Esta es una de las claves para conseguir que la sensación de calidez no sea solo estética. También los suelos de madera pintada en blanco se hicieron con un importante hueco en este estilo.
El uso de la madera en el estilo escandinavo se amplía a los muebles, las paredes, encimeras y los techos. Las maderas preferidas de este estilo son el abedul, haya o roble. También la piel, el cuero y la piedra son elementos característicos de este estilo. En su versión más industrial, este estilo está llenándose también de elementos de metal.
Iluminación: el gran secreto del estilo escandinavo
El estilo escandinavo nace en países como Suecia o Noruega, donde la luz natural es un lujo. Por eso, este estilo entiende la luz como fuente de vida. Los espacios escandinavos son estancias llenas de luz, principalmente luz natural. La iluminación artificial intenta, sobre todo, imitar a la luz natural del sol.
Las bombillas de luz cálida son imprescindibles. Es tan importante planificar los puntos de luz de cada habitación como lo es la elección de sus muebles. El estilo escandinavo gusta de las lámparas colgantes de estilo industrial, reforzadas por lámparas de pie o mesa para crear volumen y profundidad en dichos espacios.
También es un estilo decorativo que disfruta de rincones, alféizares de ventanas y mesas de centro con multitud de lámparas de velas, ya que este elemento decorativo añade calidez extra.
El mobiliario
Otra de las claves importantes. Los muebles del estilo escandinavo son de líneas simples y limpias. Son muebles inspirados en el estilo mid century, con bordes redondeados. A este estilo no le gustan muchos los ángulos.
Son muebles de madera en tonos neutros, no destacan por su altura, pero sí lo hacen por su funcionalidad. Tienen preferencia los muebles en tonos claros, pero combinados con alguna pieza en madera oscura que destaque y cree algo de contraste.
Esta es la parte más minimalista de este estilo. Los muebles no deben ser muchos, pero si deben tener una función concreta. Hay que huir de todo lo que no sea necesario. Esto permite ajustar mejor el presupuesto e invertir en pocas piezas, pero de mejor calidad.
Los colores
El blanco es el gran protagonista de este estilo de diseño de interiores. En las paredes, el color blanco encuentra su papel principal, pudiendo extenderse al suelo y al techo. También lo encontraremos en algunos muebles y accesorios decorativos.
En el estilo escandinavo los colores de contraste son siempre neutros. La paleta de color es más bien reducida, pero con colores siempre elegantes, como los grises tiza, los beiges y los colores tierra en su versión más clara. También los marrones chocolate o el negro pueden usarse en algunos elementos.
Accesorios decorativos
Una de las claves más importantes de este estilo que ayuda a conservar los espacios ordenados y limpios de cosas innecesarias. La estancia debe dar sensación de amplitud y no se permite ningún tipo de abarrotamiento. Los accesorios decorativos son naturales y priman por encima de todos los elementos.
Las alfombras en el estilo escandinavo son pequeñas y con funciones puntuales. De esta manera, no restan importancia a los suelos cálidos de madera. Los acentos decorativos en general son simples. Los accesorios decorativos se limitan a jarrones de gran tamaño, cojines o almohadas y mantas de sofá o cubrecamas en tonos neutros y naturales.
Los textiles
Aquí hay un par de claves bastante importantes también. En las ventanas este estilo huye de las cortinas, se muestran al descubierto.
El resto de los textiles terminan de poner el acento más cálido a las casas de estilo escandinavo y añaden capas de textura a estos espacios simples. Son importantes las pieles, la lana, el algodón y el mohair.
¡Manos a la obra!
Este es un estilo que resulta relativamente fácil de recrear y que, siguiendo estas pautas, puede crear bellísimas atmósferas nórdicas, cálidas y llenas de estilo en tu propia casa. Si te gustan los espacios blancos, llenos de luz y con muebles sencillos y prácticos, este estilo se identifica contigo.