
Femenino, cursi, aniñado… así hemos visto a este color durante años, desterrándolo por completo de nuestros hogares. Sin embargo, hoy está más de tendencia que nunca y por eso, queremos hablarte de cómo aplicar la decoración en color rosa, para…
Sí, la decoración de tu hogar también puede ayudarte a relajarte y, por ello, hoy vamos a darte los mejores consejos para una casa anti estrés.
Cuando vuelves a tu hogar, llegas con la necesidad de dejar atrás todo el trabajo del día, las preocupaciones y el ajetreo, y es que necesitas recargar energía. Por ello, es muy importante crear una casa antiestrés, un lugar que te permita reconectar contigo mismo, y eso lo puedes lograr a través de los materiales, los colores y la distribución de tus espacios. ¿Nos relajamos?
La luz es uno de los elementos más importantes a la hora de crear espacios llenos de buenas vibraciones. La luz, especialmente la luz natural, determina en gran medida nuestro estado de ánimo y es capaz de hacernos sentir más optimistas y tranquilos.
Por ello, hay que poner atención a varios puntos en este sentido. Desde las ventanas, las cortinas que vamos a elegir, los colores o las lámparas con las que daremos luz artificial cuando sea necesario.
Ya sabes lo importante que es elegir bien la paleta cromática de tu casa, y más aún si quieres conseguir un ambiente zen, ya que los colores son capaces de transmitirnos una energía concreta y de llenar cualquier espacio de ella.
Los colores más adecuados para lograr una casa antiestrés son el verde, capaz de hacernos relajar de forma inmediata y llenarnos de positividad, el rosa, con sus tintes delicados y armoniosos, o el Living Coral, el color del año, la representación de la alegría y la esperanza.
De la misma forma que te cuidas tú, cuida tu entorno, la naturaleza. Para ello, es importante que pongas atención en el tipo de materiales con los que vas a decorar tu casa. Opta por materiales nobles como la madera, y cuida de que provengan de talas respetuosas, adereza con fibras naturales, algodón, piedra, etc.
No te olvides de poner plantas por aquí y por allí, mejor si son naturales. Los efectos que tienen las plantas en la limpieza de los ambientes es brutal, por no hablar de su capacidad de embellecer en un dos por tres.
Lo que es fuera, es dentro, por lo que resulta primordial mantener el orden en tu casa. Mira todos los trucos que tiene Marie Kondo para que se respire paz y armonía en tu hogar. Y recuerda que no debes acumular cosas, pues ya sabes que eso solo te provocaría más estrés: tira, dona y recicla.
Por otro lado, la limpieza de los espacios que habitamos también habla de nosotros mismos. Recuerda que tu casa es tu templo, y cuidar de ella te dará más paz de la que imaginas.
Una casa antiestrés necesita ser capaz de desestresarte de la forma que tú elijas. ¿Eres fan de la lectura? Crea un rincón en el que puedas sentarte a disfrutar de un buen libro. Si lo tuyo es la meditación, diseña tu espacio para meditar. ¿Necesitas ponerte en forma? Reserva un lugar en el que poder hacer deporte.
Lo importante es no olvidarte de todo aquello que te hace sentir bien. En este sentido, el baño ocupa un papel central, ya que en él puedes crear un spa casero que te permita relajarte al máximo.
La cocina es el lugar en el que preparamos nuestros alimentos, y de ahí la importancia de que sea un ambiente lo más sano posible. Hablamos de tenerla súperordenada, pero también de introducir en ella alimentos de calidad, que realmente te nutran y que disfrutes cocinándolos y comiéndolos.
Aplica los mismos principios que hemos visto en cuanto a colores y materiales, pero añade uno más: dile no a los aparatos electromagnéticos. Influyen de forma muy negativa en nuestro descanso, así que sácalos de tu dormitorio.
Ahora sí, respira y llénate de una energía mucho más positiva, cálmate y disfruta de los beneficios de tener una casa antiestrés. Verás lo bien que le sienta a tu vida.