Consejos para crear una despensa en la cocina
Una despensa es un punto de almacenamiento de productos comestibles. En especial, aquellos que tienen una larga durabilidad, como los alimentos envasados, las especias, los encurtidos, los granos y las harinas.
Este punto viene a ubicarse en un lugar fresco, con una fuente de ventilación natural, para que el aire circule y con ello, evitar el deterioro de los víveres por los cambios de temperatura en el ambiente y también la infestación de insectos, en general.
Por lo general, se suele situar la despensa cerca del área de preparación de alimentos. En cuanto a su forma, esta puede ser un mueble, un conjunto de repisas o bien, una estancia completa. Todo depende de la vivienda y la distribución del espacio.
¿Por qué es necesario tener una despensa?
Antes de la llegada del frigorífico, las despensas eran un elemento fundamental tanto para el almacenamiento como para la conservación de los alimentos.
Aunque para algunos parezca evidente, muchos aún se preguntan por qué es necesario tener una despensa. La respuesta es muy sencilla: se trata de un elemento práctico que permite guardar todo tipo de alimentos, desde los que tienen un uso frecuente (como el pan), a los que tienen un uso más eventual (como una botella de vino).
Dicho de otra forma, la despensa es una solución, a largo plazo, tanto para el almacenamiento como la organización de los víveres destinados al consumo. Por ello, una despensa viene a ser también una comodidad.
Consejos para crear una despensa en la cocina
Las despensas se organizan por secciones, según la frecuencia de uso del comestible, entre otros aspectos. De esta manera, se tiene que los productos que están en las zonas de más fácil acceso, son los que más se tienden a utilizar.
Si bien lo ideal es disponer de toda una estancia a modo de despensa, no siempre es posible contar con tal amplitud. Sin embargo, esto no tiene que convertirse en un impedimento para disfrutar de la comodidad que ofrece una despensa. Por ello, a continuación, te damos algunos consejos para que crees tu propia despensa en la cocina.
1. Despensas simples
Muchas veces, la opción más sencilla es la más conveniente para darle solución a cualquier problema. En este sentido, una despensa que conste, simplemente de una serie de estantes abiertos, donde todos los alimentos queden a la vista.
Estas despensas son perfectas para lucir tarros, cestos y bolsas de almacenamiento de estilo vintage. Sin duda, esto le dará un toque decorativo muy llamativo y, con mucha personalidad.
2. Aprovecha un armario
Un armario es un mueble que puede convertirse en una despensa. Y lo mejor de todo es que, al tratarse de un mueble independiente, puede colocarse donde mejor convenga: dentro de la cocina, al final de un pasillo e, incluso, en el salón. Dado que tienen puertas, su función como despensa queda perfectamente disimulada y no se altera la estética del ambiente.
3. Despensas integradas
Hoy en día, muchas cocinas modernas cuentan con despensas empotradas o integradas. Se trata de muebles que tienen secciones extraíbles que se instalan en varios puntos y que, aprovechan al máximo la profundidad. Estas son la solución ideal para los espacios pequeños.
Las despensas integradas cuentan con varios compartimentos y un sistema que, al abrirse sus puertas, expone todo lo que se ha colocado en cada sección para facilitar el alcance de cada cosa. Esta viene a ser una opción muy cómoda, útil y también queda oculta a la vista.
Cabe destacar que las despensas integradas pueden ser muy variadas en tamaño, al igual que una alacena. Un ejemplo de ello vienen a ser la que tienen un formato estrecho y alargado, que se colocan junto al fregadero, el lavavajillas o el horno y que, por lo general, se utilizan para colocar los tarros de especias, el aceite, el vinagre, la sal y afines.
3. Mini estancia dentro de la cocina
Si la cocina tiene algún espacio vacío, sin usar, se puede aprovechar para crear una mini estancia. Esta mini estancia puede mezclar varias de las opciones anteriores para conseguir un buen aprovechamiento del espacio y, a su vez, brindar la mayor comodidad posible.
Consejos finales
En lugar de mantener la idea de que todas las secciones deben estar en un mismo lugar, puedes distribuir las secciones de tu despensa en distintos puntos, como por ejemplo: el espacio junto al refrigerador, el mueble de la vajilla, entre otros.
Otras alternativas son: ubicar la despensa en una zona anexa a la cocina, como el cuarto de lavado y plancha, una galería, o bien, debajo de las escaleras (si las hubiere).