Colgar cuadros sin estropear las paredes
Colgar cuadros es en muchas ocasiones sinónimo de estropear la pared. Si no disponemos de la herramienta adecuada o de los conocimientos suficientes es habitual que la superficie en la que se realiza el agujero se acabe dañando.
Como consecuencia, la pintura se estropea, aparecen grietas y una vez que queremos retirar el cuadro debemos sustituirlo por otro porque la pared no tiene buen aspecto. Para que esto no ocurra, a continuación te damos una serie de consejos para colgar tus cuadros sin estropear las paredes.
En el mercado hay cada vez más productos que permiten colgar cuadros sin la necesidad de realizar agujeros. Estos elementos se colocan con facilidad y a la hora de retirarlos no dejan ninguna marca en la pared. En este post te explicamos cómo se utilizan, las formas de colocarlos y su resistencia.
De todos modos, si el cuadro es muy pesado, el agujero es siempre la opción más eficaz. Agujerear la pared no tiene por qué ser algo negativo. Tan solo es necesario hacerlo de la forma correcta, garantizando que después se pueda volver a tapar para que la pared luzca como antes de colgar el cuadro.
¿Colgar cuadros sin hacer ningún agujero?
Cada vez hay más productos en el mercado que permiten colgar cuadros sin la necesidad de realizar ningún agujero. A continuación te explicamos cuáles son los dos tipos de elementos más utilizados, así como sus ventajas e inconvenientes.
- Tiras adhesivas. Se trata de unas tiras que se cortan a la medida del cuadro que se desea colgar y se fijan a la pared. Funcionan del mismo modo que un celo de doble cara. Una vez que has decidido a qué altura situarlas, basta con despegar el protector que tienen a cada lado y pegarla. El principal inconveniente de estas tiras adhesivas es que solo sirven para superficies lisas y, por lo tanto, no son tan efectivas en paredes con gotelé.
- Adhesivos desmontables. Otra opción para colgar cuadros sin realizar ningún agujero es utilizar adhesivos desmontables. Se trata de unas piezas de plástico que se pegan a la pared. La otra mitad de la pieza se pega al cuadro y después las dos se unen encajando y formando un solo adhesivo. Esta sujección es mucho más resistente que la anterior pero tiene como desventaja que al retirarla puede eliminar parte de la pintura.
Si estas ideas no te convencen o si el cuadro que deseas colocar es demasiado pesado, a continuación te contamos cómo hacer un agujero en la pared de forma que no la estropees. También es importante contar con los productos adecuados para tapar el agujero una vez que queramos quitar el cuadro y que la pared vuelva a estar al descubierto.
¿Cómo hago un agujero sin estropear las paredes?
Hacer algún que otro agujero en la pared de tu vivienda para colgar cuadros no tiene porqué ser nada malo, siempre que lo hagas con la técnica adecuada y garantizando que cuando la pared vuelva a quedar a la vista el agujero pasará totalmente desapercibido.
Lee los siguientes pasos que tienes que llevar a cabo para agujerear tu pared de la forma más cuidadosa posible.
- Comienza realizando dos agujeros a la misma altura con la ayuda de un taladro. La broca deberá ser proporcional al tamaño del cuadro. Coloca un sobre debajo para no manchar el suelo.
- Introduce en cada uno de los agujeros un taco.
- Mete en cada taco una escarpia en la que quepa el tornillo de ojo cerrado que tenga el marco del cuadro.
Una vez que lo quieras tapar, deberás utilizar masilla especial para tapar agujeros. Rellena el agujero y lija la pared para que la superficie quede lisa y de la misma textura. Después pinta la pared para que el agujero quede totalmente desapercibido.
Nuestro consejo es que solo agujerees la pared cuando sea necesario y no quede otra opción. Elige siempre elementos móviles que puedas retirar cuando ya no quieras tener el cuadro colgado. En las tiendas de bricolaje encontrarás diferentes modelos que se ajustarán a tu necesidad, sea cual sea el peso del cuadro.
Como has podido ver, también es posible realizar un agujero sin dañar la pared, aunque resulte mucho más costoso lograr que posteriormente pase desapercibido.