El color verde menta: serenidad en el espacio
Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez
La decoración del hogar debe conformarse por aquellos recursos que puedan transmitirnos un sentimiento, una sensación, una inquietud, etc. Por eso, es momento de que conozcamos el color verde menta como un concepto estético original.
Esta tonalidad no es común en las viviendas y menos aún que se ubique en estancias como el salón o el dormitorio; sin embargo, tiene mucho que ofrecer y, en realidad, desconocemos formulaciones interesantes de aquellos cromatismos que generalmente son inusuales.
La cuestión principal que debemos plantearnos es qué significados queremos que tengan los interiores. Dependiendo de la tonalidad que escojamos y del espacio donde se vaya a aplicar, así será la composición y contenido establecido para proporcionar un significado.
El color verde menta en el salón
El color verde menta se encuentra dentro de la gama de los pasteles. A la vista nos resulta un tanto pálido y, además, no llega a ser estridente; de hecho, guardando los cánones compositivos con el resto del mobiliario, se produce un efecto estético verdaderamente atractivo.
En el salón, podemos trabajarlo directamente en un mueble en concreto: el sofá, una estantería, una mesa, el mueble de la televisión, etc. Conviene que su aparición sea de forma esporádica y un tanto espotánea pero que no domine en exceso para no recargar el espacio.
La pregunta que nos hacemos es si puede estar en las paredes. Bien es cierto que posibilidades hay, pero se recomienda que sea lo más tenue posible. De la misma manera, se puede encontrar en los marcos de las ventanas y puertas, proporcionando un toque más jovial y juvenil.
Se ha comprobado que este color ayuda a serenar el espíritu y transmite esperanza.
¿Cómo trabajar el color verde menta en la cocina?
Si tuviésemos que escoger un espacio de la casa donde mejor se adapte, es en la cocina. En ella, encontramos múltiples posibilidades y diferentes formulaciones para trabajarlo. Veamos 4 recursos en los que aplicarlo:
- El mobiliario suele es el principal soporte en el que tematizar cromáticamente la cocina. Si lo establecemos en los armarios altos y bajos, conviene que los electrodomésticos, otros muebles y las paredes sean de tono blanco para generar contraste.
- Si queremos proporcionar un aspecto vintage, el frigorífico se considera otro de los recursos en los que queda muy bien este color, simulando aquellos más antiguos que solían tener este tono. A su vez, puede acompañarse por otros elementos, como los taburetes o el mobiliario.
- La campana de la lámpara es otro de los recursos donde podemos aplicarlo. Si realmente queremos que adquiera mayor protagonismo, podemos dejarla de forma solitaria; en cambio, también cabe la posibilidad de acompañarla por otros elementos.
- Finalmente, hay que destacar que las cocinas que poseen una isla central conviene que tengan unos taburetes. Si estos los tenemos en tonos pastel, no puede faltar el verde menta. En el fondo, dulcifica el ambiente y genera bienestar.
El color verde mente en el dormitorio
Una de las estancias del hogar en las que resulta más complejo su tratamiento es en el dormitorio. Generalmente, solemos usar tonos neutros u oscuros para lograr un ambiente más serio y tranquilo; sin embargo, el verde menta no ofrece estas cualidades.
Evidentemente, es en las paredes donde mejor queda. Pueden cubrirse todos los muros o alternar con el blanco. De todos modos, si es así, el resto del mobiliario debe componerse de tonos claros que contrasten.
Por otro lado, no es habitual encontrarlo en la ropa de la cama pero si es así, conviene que se combine con colores neutros o blancos. La colcha o simplemente la manta que se coloque por encima son recursos aceptables con el fin de poder personalizar.
El baño, su contexto ideal
El verde menta no solamente ofrece una estética delicada sino, también, serenidad y cierta pureza, incluso, sensación de limpieza. Por este motivo, es una tonalidad que está presente en clínicas y centros médicos. Por eso, es en el baño donde refuerza la concepción de higiene y aseo.
Tanto en las paredes como en el mobiliario, las tallas o los propios sanitarios, puede tomar presencia. Además, la mejor combinación, tal y como se ha dicho hasta ahora, es con el blanco, puesto que favorecen entre ambos la sensación de pulcritud y sosiego.
Atkins, Caroline:Colorea tu hogar, Londres, Ceac, 2003.