Cómo cambiar la imagen de tus sillas
Escrito y verificado por la interiorista Goretti Ayubes
Si quieres renovar tu mobiliario, te mostramos dos soluciones para cambiar la imagen de tus sillas y que puedas reutilizarlas y alargarles al máximo su vida útil. De esta forma, te damos algunas pautas para saber cómo cambiar el tapizado a una silla y cómo confeccionarle una funda extraíble.
Las posibilidades que ofrecen las telas para tapizar o para cubrir muebles son sorprendentes. Antes de jugar con los variados diseños de los tejidos, se puede renovar el aspecto de una silla tan solo cambiando la manera de colocar la tela.
Tapizar sillas
El primer paso antes de tapizar es decidir si se quiere decorar la estancia partiendo de la tapicería, de modo que esta sea la protagonista, o si se prefiere integrar los tejidos en el ambiente establecido.
Las telas para tapizados deben ser firmes para que no se deformen y resistentes al desgaste. Las de algodón densamente tejidas, como la lona, la loneta y la pana, son muy duraderas, ideales para casas con niños.
En el caso de optar por reforzar un ambiente, hay que destacar que los tapizados florales, a cuadros o a rayas son muy apropiados para un ambiente rústico o clásico. Sin embargo, los tapizados lisos se identifican con ambientes modernos.
Técnica de corte y confección para cambiar la imagen de tus sillas
El primer paso antes de renovar el tapizado de una silla es retirar la antigua cubierta. Ambas son tareas relativamente fáciles que puede realizar uno mismo.
Para desmontar la antigua tapicería de un asiento, se necesitan pocas herramientas: es suficiente con una cuchilla afilada y un formón arrancador para retirar el tapizado que aparece sujeto al borde de la parte inferior de la silla con grapas o clavos. Un procedimiento casero y sencillo que cualquier aficionado al bricolaje puede realizar es el siguiente:
- Se mide el asiento de la silla que se va a tapizar y se corta un cuadrado de madera aglomerada con la misma medida. A continuación, con unas tijeras se corta un cuadrado de guata de las mismas dimensiones que la tabla de madera.
- Se pega la guata al tablero con cola en aerosol y se recubren ambos elementos con calicó, que se fija a la madera con grapas.
- Una vez sujeta la primera tela, se forra de nuevo el asiento con la tela de la tapicería elegida, añadiendo un ancho para las vueltas. Se grapa la tela por la parte inferior y se rematan bien las esquinas, cerciorándose de que los pliegues queden lisos.
- Para conseguir un acabado óptimo, se cubre la parte inferior del asiento con un cuadrado de tela dura, como la arpillera, se doblan los bordes hacia dentro y se grapa la tela a la madera. Una vez tapizado el asiento, solo queda encajarlo en la silla.
Fundas para sillas
Existen varios motivos para enfundar una silla: ocultar los desperfectos del mueble, vestirla para una ocasión especial o, simplemente, renovar su aspecto.
Como si se tratase de un maniquí, se puede vestir este mueble de múltiples maneras. Existen modelos de funda ceñida, que se introducen en su estructura como si de un guante se tratase; y otros más holgados, de corte informal.
También se puede optar por cubrir toda la silla, patas incluidas, con un faldón que recorra la base o enfundar solo una parte: el respaldo, el asiento o ambos.
Cuidar los detalles para cambiar la imagen de tus sillas
Existen distintos acabados con los que adornar la funda. Pliegues, nudos, lazos, borlas, botones y ribetes son algunas posibilidades con las que transformar el efecto de la funda.
Por ejemplo, con los flecos y las borlas se puede añadir textura y dar un toque sofisticado. También da buen resultado colocar una hilera de botones en la base del faldón; mientras que los pliegues sirven para ocultar la forma de la silla.
Cómo confeccionar una funda extraíble
Veamos los pasos para que puedas confeccionar una funda a tu medida y no fallar en el intento:
- En primer lugar, debe tenerse a mano el material necesario: la tela elegida para la funda y el ribete, tijeras, hilo a tono y alfileres. A continuación, se toman las medidas de las diferentes partes de la silla que se quieren enfundar: respaldo, asiento y patas.
- Se cortan las piezas calculando unos 2,5 cm para dobladillos y se montan en la silla sujetándolas con alfileres. Para confirmar que la funda se adapta a la estructura de la silla, lo mejor es sentarse encima.
- Para hacer el ribete se introduce un cordón en una tira de tela cortada previamente. Finalmente, se cierra con alfileres y se cose.
- Hay que unir por el revés de la tela el ribete de modo que quede en medio de la costura.
- Este se sujeta a la costura usando alfileres y, a continuación, se hilvana para que no se mueva y se cose a mano.
- Para conseguir que el ribete se amolde a la forma del asiento sin que quede tirante, haz con él pequeños cortes en forma de V. Por último, se da la vuelta a la funda para ver su lado derecho y se coloca en la silla.
¿Qué prefieres? ¿Tapizar o enfundar tus sillas? Tú tienes la última palabra.