Consejos para decorar con abanicos
Durante siglos, los abanicos fueron complementos de moda muy destacados, especialmente en Oriente, su lugar de origen; mientras que, con el paso del tiempo, su uso alcanzó otros ámbitos, como la decoración de interiores y exteriores.
Ahora bien, dependiendo de cuál sea el material del que estén hechos, tela, madera, papel, plástico, son capaces de aportar un toque u otro a los ambientes donde se introduzcan. Y es que, hoy por hoy, estos delicados objetos no dejan de llamar la atención con su delicado aspecto y encanto histórico.
Aunque el modelo español, plegable y semicircular, viene a ser uno de los referentes más comunes, en gran parte, debido a su comercialización como souvenir, existen otros modelos, como los modelos chinos y japoneses redondos.
Trucos para decorar con abanicos
- Los abanicos de madera, sin pintar, a pesar de que puedan parecer muy simples, pueden lucir muy elegantes en diferentes tipos de decoración: minimalista, nórdico, rústico, etcétera.
- Por otra parte, los abanicos de madera, pintados con colores neutros y motivos sencillos y delicados, son perfectos para lucir en librerías, por ejemplo.
- Los abanicos de papel aportan un toque divertido y colorido a los dormitorios. Aunque suelen tener mayor uso en la decoración de espacios de festejo.
- Es necesario evitar los abanicos de plástico si queremos conseguir un resultado atractivo y elegante. Asimismo, habrá que prescindir de los que estén deteriorados.
- Si queremos lucir los abanicos sobre una mesa o cualquier otra superficie afín, podemos colocarlos en bases o soportes para abanicos. De esta forma, no se cerrarán y caerán al suelo.
- Si tenemos varios abanicos, se pueden realizar composiciones muy interesantes para aportar dinamismo a los espacios. Por lo general, las composiciones constan de 3 abanicos, de diferentes tamaños.
La clave para decorar con estos objetos está en prestar atención a los materiales y atrevernos a crear composiciones.
Abanicos de plumas
Sin duda alguna, los modelos de plumas pueden utilizarse como accesorios para la decoración de interiores. Según el color y la calidad de las plumas, pueden aportar más o menos sofisticación a: dormitorios, pasillos, e, incluso, salas de estar.
Por ejemplo, un abanico con cuerpo de madera y plumas blancas, de gran tamaño, puede lucir magnífico en la pared, unos cuantos centímetros más arriba de la línea donde comienza el sofá o una estantería horizontal. Para destacarlo aún más, se puede combinar con otros de madera, de menor tamaño, sin plumas.
¿Sabías que los abanicos de plumas reales eran uno de los accesorios de las clases más altas de la sociedad del Lejano Oriente y la India?
Otro ejemplo de suntuosidad, magia y belleza vienen a ser los abanicos hechos con plumas de pavo real (reales o sintéticas). Estos aportan un toque exótico a la decoración y, por supuesto, algo de color también. Si tienes una decoración en tonos neutros, cálidos, los modelos de plumas de pavo real pueden lucir preciosos.
Si el mantenimiento de las plumas te preocupa, puedes optar por una solución moderna y elegante: colócalos dentro de una urna de cristal o enmárcalos.
En este sentido, te recomendamos los marcos sencillos, sin ornamentos, para no crear una competencia entre el abanico y el marco.
Por otra parte, si tienes más de tres modelos, trata de buscar diferentes soluciones, ya que si optas por enmarcarlos todos, correrás el riesgo de que el ambiente adquiera un aire de museo.
En exteriores
Los abanicos de madera y de gran tamaño, pueden lucirse en terrazas y porches. Si los combinamos con una decoración bohemia o romántica, aportarán un plus misterioso y seductor que, sin duda, ayudará a crear atmósferas mágicas.
Anímate a hacer varias pruebas hasta que consigas incorporar tus abanicos de la forma que más te guste. Recuerda, estos pueden integrarse muy bien, incluso, en decoraciones con estilo minimalista, la cuestión está en elegir los modelos adecuados.