Principales recursos decorativos del estilo japonés
Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez
En el mundo del interiorismo existen múltiples fórmulas para diseñar una vivienda. Generalmente, recurrimos a elementos convencionales con el fin de no arriesgar en la elección. Por eso, vamos a romper esta dinámica y conocer cuáles son los principales recursos decorativos del estilo japonés.
La incorporación de ciertos elementos de carácter exótico ayudan a generar un ambiente diferente. Nos estamos refiriendo a la aplicación de un concepto estético que, al fin y al cabo, ofrezca otro aspecto y suponga un estímulo nuevo para nuestros sentidos.
Parece que únicamente nos fijamos en las ideas provenientes del ámbito occidental (Europa y América del Norte); sin embargo, tenemos otras opciones originarias de Asia que pueden representar una nueva concepción para construir un discurso interno.
El estilo japonés, ¿cómo es?
Si tenemos que señalar cuáles son las principales cualidades de este estilo, deberíamos acudir, principalmente, al mobiliario. En este caso, nos desprendemos de aquellos recursos elevados que, de un modo u otro, alcanzan una altitud considerable en favor de otros que funcionan muy bien a ras de suelo.
La diafanidad es un principio fundamental. Lo primero que vamos a sentir en la sensación de espacialidad donde se establecen una serie de parámetros comprometidos con la amplitud. Esto puede favorecer la luminosidad generalizada para ensalzar todos los objetos que estén presentes.
A su vez, debemos destacar que la decoración se reduce a lo básico; es decir, ciertos componentes que se basan en geometrías elementales. Algunos casos pueden ser, por ejemplo, las lámparas de globo, las mesas rectangulares, los jarrones cóncavos, etc.
Las posibilidades son variopintas, de ahí la particularidad de este estilo.
Principales recursos decorativos
Aunque hemos hecho una visión general sobre cómo podría ser este estilo, debemos prestar atención a aquellos recursos que definen el sentido japonés en la casa. Para ello, es imprescindible que conozcamos más de cerca algunos de los más importantes:
- Las mesas bajas toman presencia tanto en salones como en salas de estar. En lugar de tener el formato tradicional elevado para sentarnos en sillas, en este caso lo hacemos sobre un cojín en el suelo y con las piernas cruzadas. En el fondo, es una manera distinta de pasar el tiempo.
- De la misma manera que hemos trabajado la mesa, también podemos hacerlo con la cama del dormitorio. Se puede situar a un nivel bajo. En este sentido, se puede ganar más espacio y sin perder la funcionalidad original.
- En las paredes podemos colocar algunos cuadros o espejos que, básicamente, ornamenten y no supongan un atractivo visual demasiado exagerado; es decir, se debe guardar cierta cordialidad en el conjunto y buscar la armonía entre los elementos sin que destaquen unos sobre otros.
- Las plantas son una buena opción. Contribuyen desde el punto de vista decorativo, pero también refrescan y aportan un toque verde. Existen numerosas especies para los interiores; entre las cuales destacan especialmente los bonsais, tanto si son pequeños como grandes.
Ventanales y separadores de espacios
El estilo japonés presume de ser luminoso. Esto se debe al uso de grandes cristaleras en los vanos que permiten el acceso de luz natural. No cabe duda de que esta idea se consolida como un concepto fundamental para ensalzar los interiores.
Es muy importante que mantengamos el contacto con el exterior. No es preciso romper la relación con la naturaleza o la calle; de hecho, este estilo trata de fusionar los ambientes para alcanzar cierto grado de conexión con todo lo que le rodea.
Por otro lado, destacan los separadores hechos con papel de arroz. Cumplen la misión de una pared y, además, son muy funcionales, puesto que podemos quitarlos fácilmente si así lo deseamos. En realidad, favorecen la entrada de luz y no son opacos.
Los materiales en el estilo japonés
Los recursos que encontremos en los interiores se conforman por una serie de materiales que no llaman demasiado la atención. No se trata de producir un contraste exagerado entre ellos, pero es bueno que exista dinamismo.
Por un lado, destaca la madera, disponible para el suelo, el mobiliario o, incluso, en láminas para las paredes. Las alfombras de pelo de invierno también son fundamentales para cubrir las superficies. En cuanto a la piedra, tiene cabida en distintos formatos, tanto en objetos decorativos como en los muros.
En definitiva, dentro de este estilo se pueden encontra múltiples elementos con los que definir correctamente la estética de las habitaciones.
- Gilliatt, Mary: El libro de la decoración, Folio, 1986.
- Margolius, Marcia: Espacios para vivir, Ceac, 2006.