5 sencillos pasos para enmarcar cuadros
Quizás has conseguido una lámina muy bonita en un mercadillo, quieres poner en la pared una fotografía que te encanta o te has animado por fin a hacer una pintura. El siguiente paso es aprender a enmarcar cuadros. En el siguiente artículo te contamos cómo.
¿Tus paredes están demasiado ‘desnudas’? ¿Quieres darle un toque diferente a la decoración de tu sala o habitación? ¿Te gustaría exhibir una lámina, una fotografía o una pintura? Entonces es fundamental que aprendas cómo enmarcar cuadros. Presta atención a estos consejos.
1. Elige el marco
Tal vez ya lo tienes de otro cuadro anterior y crees que quedaría bonito con algo nuevo dentro. O quizás lo hayas comprado nuevo en una tienda. Sea como fuere, el marco que elijas debe combinar con el diseño de la habitación donde lo colocarás.
Por ejemplo, si la decoración es moderna, opta por marcos de madera o decorados; si se trata de un ambiente más clásico, te aconsejamos que elijas marcos de metal o dorados. ¡O puedes hacer todo lo contrario e innovar! Existen diferentes estilos de marcos: delgados, gruesos, con formas en las esquinas, con relieve, con brillos, de un solo color, combinados, etc.
Ten en cuenta también el tamaño de la pared y de la habitación. Puede que quieras que ese cuadro sea el centro de todas las miradas al entrar en la sala. En ese caso, elige uno de gran tamaño o de diseño llamativo. O quizás quieres que solo sea un detalle para que la pared no quede tan vacía; en ese caso, el tamaño no debe ser tan grande.
2. Selecciona la foto o pintura
A veces sucede que queremos enmarcar cuadros que nos gustan pero que no combinan entre sí. Por regla general, una fotografía en blanco y negro queda bien con un marco antiguo y una pintura colorida encaja con un marco más moderno o de un solo tono, como puede ser la madera.
3. Determina el fondo
No hace falta que la lámina sea del mismo tamaño que el marco. Algunos optan por dejarle un borde blanco alrededor. Que sea más fino o más grueso depende de ti y de tus gustos.
En cualquier caso, para enmarcar cuadros una buena técnica es colocar una pieza de cartón, cartulina o papel blanco (o el color que elijas) que encaje a la perfección con el marco. Luego tomar las medidas para que quede la lámina quede bien en el centro, es decir, que el borde sea el mismo en los cuatro lados.
4. Coloca la lámina
El marco debe contar con el espacio suficiente para poder poner la lámina o pintura en cuestión y también el material que sirva de borde. Algunos optan por pegar la fotografía al cartón para que no se mueva y otros por colocar un vidrio.
El orden de las ‘capas’ del cuadro pueden ser (siempre mirando hacia la parte de atrás del marco): el vidrio, la lámina o fotografía, el cartón para el borde y la madera que sujeta al final. Esta última se puede obviar en caso de que el borde sea grueso.
Para terminar, sujeta bien la madera a los bordes del marco. Algunos bastidores ya vienen con ganchos especiales. Si no, tendrás que colocarlos tú mismo. Es muy fácil y se consiguen en las ferreterías. Clava algunos en cada lado y asegúrate de que la lámina no se mueva.
5. Cuelga el cuadro
Una vez que hayas terminado de enmarcar cuadros, querrás colgarlos en la pared lo antes posible. Si en la parte de atrás no tiene algo para sujetarse a la pared, puedes instalar un sistema tú mismo. Una opción es clavar dos clavos pequeños en los costados y pasar un cordón o alambre. Otra alternativa es comprar un gancho especial y clavarlo en el centro de la madera.
Saca bien la medida antes de clavar el clavo en la pared, para que el cuadro quede derecho y en el lugar exacto que quieras. En el caso de que sea muy pesado el marco, te recomendamos colocar un tornillo grueso. De esta manera evitarás que se caiga.
Enmarcar cuadros no es una tarea muy complicada, solo nos lleva algunos minutos y el resultado es maravilloso. Puedes decorar tus paredes sin necesidad de gastar demasiado dinero… ¡Solo es cuestión de ponerse manos a la obra!