Los barnices. ¿Sabes cómo aplicarlos?
Escrito y verificado por la interiorista Goretti Ayubes
Los barnices son un tipo de recubrimiento transparente o incoloro compuestos por aceite de secante, resina y una parte proporcional de disolvente.
Antes de empezar a barnizar una superficie de madera, es muy importante elegir un lugar para trabajar libre de humedad. De este modo, se evita la formación de burbujas y defectos en el acabado.
Para comenzar con la tarea, se pueden utilizar diferentes tipos de pincel. Se aconseja probar con varios hasta encontrar el que proporcione el acabado deseado. Se recomienda utilizar brochas anchas y planas para barnizar las superficies lisas del mueble, y pinceles redondos para las partes torneadas o talladas.
De todos modos, sea cual sea el pincel escogido, conviene que tenga una buena calidad y cuidarlo bien, limpiándolo después de cada uso. Y algo que no debes olvidar es que no hay que utilizar los pinceles de barnizar para pintar.
Seguro que en casa tienes algún mueble de madera, una puerta, un techo… que necesita un lavado de cara. Pues con estas dos técnicas que vamos a darte te animarás a cambiarles la imagen.
Aplicación con brocha de los barnices
Antes de barnizar un mueble, es necesario asegurarse de que la superficie está completamente limpia, y de que la zona en la que se va a trabajar se encuentra bien ventilada.
Pasos a seguir
¿Estás preparado para aprender esta técnica? Presta atención. Se moja la punta de la brocha en el barniz y se extiende una primera capa sobre la madera, desde el centro hacia los lados. Cuando la capa esté seca, hay que frotarla suavemente con un papel de lija para garantizar un buen acabado.
Si al lijar entre mano y mano no aparece un polvillo blanco, el barniz nos indica que no está seco y hay que esperar 24 horas para poder lijar de nuevo.
Después se eliminará el polvo del lijado con un trapo limpio y se siguen dando capas -con tres capas será suficiente-, en distintas direcciones, intentando que sean lo más finas posible.
Finalmente, se frota suavemente la última capa con papel de lija al agua o con una esponja de acero muy fina. En el caso de que la brocha dejara cerdas que estropeen el acabado final, se puede dar lustre al mueble una vez barnizado.
Aplicación con muñequilla
Es una técnica más elaborada que la anterior, y requiere mucha paciencia, pero el acabado que se obtiene es más fino. Especialmente indicado para muebles elegantes o de estilo clásico.
Pasos a seguir para aplicar los barnices
Vamos a darte los pasos que tendrás que dar para que tu resultado sea perfecto: antes de aplicar esta técnica al mueble, se aconseja coger práctica con un trozo de madera inservible. Una vez que se ha adquirido suficiente experiencia, se debe limpiar bien la superficie del mueble y aplicar un sellador.
A continuación, se frota suavemente con una esponja de acero. Para elaborar la muñequilla, se extiende un trapo de lino sobre la mesa y se pone encima un pedazo de guata o de algodón.
Vertimos el barniz en la guata, envolviéndolo en el trapo y retorciéndolo hasta que el barniz traspase la tela. Si la tela se empapa demasiado, se elimina el sobrante con un trozo de papel absorbente.
Comienza el trabajo. ¡Vete despacio!
Se empieza frotando suavemente con la muñequilla en la dirección de la veta. Hay que dejar secar el barniz unos diez minutos. Durante ese tiempo, se guarda la muñequilla en un frasco de cristal y se cierra bien para evitar que se seque.
Seguidamente, se repasa la superficie con un papel de lija y se vuelve a frotar con el trapo siguiendo la dirección de las vetas. Se continúa con pasadas en forma de ocho, después en espiral, y se vuelve a trabajar en el sentido de las vetas.
Tras aplicar varias capas, la superficie de la madera habrá adquirido un brillo profundo. Para terminar, se aplican dos o tres capas de cera encima del barniz.
Como has podido comprobar, si sigues los pasos de las técnicas que te hemos dado y tienes un poco de paciencia, podrás conseguir superficies de madera con un acabado perfecto y como nuevas. ¡Anímate a hacerlo tú mismo!