Carpintería doméstica: cómo trabajar la madera

En este artículo no te enseñaremos a ser un gran ebanista, ni siquiera un carpintero, pero sí te propondremos algunas técnicas básicas para trabajar la madera.
Carpintería doméstica: cómo trabajar la madera
Goretti Ayubes

Escrito y verificado por la interiorista Goretti Ayubes.

Última actualización: 14 diciembre, 2022

¿No te consideras un manitas? No te preocupes verás que trabajar la madera no es complicado. El ensamblaje de piezas y la reparación de mobiliario -unir piezas de madera, una silla rota, un cajón que no cierra bien- serán tareas domésticas que no se te resistirán.

Llevar a cabo pequeñas reparaciones y trabajos que tengan que ver con la madera está al alcance de cualquiera. Bastará con adquirir unas nociones básicas y disponer de las herramientas y materiales necesarios para cada tipo de tarea.

Clases de madera

Tipos de madera.

Las maderas se dividen en dos grupos: las blandas, como el pino y el abeto, y las duras, como el haya, el nogal o el roble. Las primeras son más asequibles, pero menos resistentes, y se utilizan principalmente en la fabricación de muebles.

Las segundas son más caras y resistentes, y se emplean para fabricar muebles de interior y exterior, revestimientos para suelos y construcciones exteriores.

Están también las maderas tropicales que son más caras, pero resisten muy bien la humedad. También se utilizan los tableros artificiales: el contrachapado, el aglomerado, el de fibras… Son maderas prefabricadas mucho más baratas y manejables que las naturales.

Herramientas para trabajar la madera

Herramientas para trabajar la madera.

Clavar, atornillar y serrar son algunos de los trabajos de carpintería que se pueden realizar en casa cuando sea necesario hacer alguna reparación. El martillo, el destornillador y la sierra mecánica o manual resultan imprescindibles.

Pero hay más herramientas esenciales, como el formón y la gubia, que sirven para rebajar y entallar la madera. Es recomendable tener siempre a mano el taladro, el punzón, la escofina, el cepillo eléctrico o manual, la lijadora eléctrica, la rasqueta y la cola blanca. Así que ¡manos a la obra!

Técnicas de ensamblaje: unir piezas de madera

Trabajar la madera.

Cuando se trata de ensamblar dos piezas de madera, además de los tornillos y los clavos básicos, es posible que haya que recurrir a los accesorios de fijación con objeto de fortalecer la unión.

Existen varios tipos de planchas de metal y otros materiales muy adecuados para la fijación: las placas triangulares, que se usan para reforzar cajas y cajones, las placas en forma de T, que unen marcos y armazones, las placas con corredera, cuyas ranuras facilitan el ajuste de piezas que se extienden y estrechan.

Pero hay otras técnicas de ensamblaje que no requieren ningún accesorio de fijación. Simplemente, la pieza de madera encaja firmemente con otra. Se trata de una solución limpia y fuerte que puede ser reforzada aplicando cola blanca. Referente a estos tipos de unión cabe mencionar los tres más básicos:

  1. El ensamblaje con espiga y caja: consiste en hacer una espiga que encaje en el hueco de la otra caja.
  2. La unión con espiguillas: se realiza mediante pequeñas clavijas que se insertan encoladas en una madera para que puedan introducirse en los orificios abiertos de otra pieza.
  3. El ensamblaje a media madera: es el resultado de hacer en cada una de las piezas una entalladura de profundidad igual a la mitad de su grosor.

Trabajar la madera: reparar muebles

Reparar muebles.

Antes de desprenderte de un mueble de madera roto o deteriorado, hay que pensárselo dos veces. El desgaste doméstico casi siempre tiene una solución.

Por ejemplo: cualquier silla que sufra la rotura de una pata puede tener fácil arreglo. Hay que examinar primero si se trata de una quiebra limpia y recta. En caso afirmativo, se puede pegar con cola blanca y sujetar con un torniquete hasta que la cola se seque por completo.

En roturas en diagonal, deben encolarse las dos partes y posteriormente clavar tacos de madera en sentido contrario a la rotura. Debemos hacerlo con cuidado para no dañar la madera.

Otra reparación habitual que suele presentarse es un cajón que se atasca y cuesta cerrar. Cuando esto ocurre, lo más adecuado es untar las guías con cera virgen o jabón de glicerina. En el caso de que las guías sean metálicas, es preferible emplear un poco de vaselina.

¡Y no lo olvides! Trabaja con precisión y paciencia las manualidades de carpintería para que obtengas unos resultados satisfactorios.